El filón de la Copa Davis en Valencia

Durante toda una semana, el mundo del tenis girará alrededor de la Fonteta. Un pabellón que se ha transformado para la ocasión. El balón de baloncesto dejará de botar durante unos días. El ruido que pasará a invadir el recinto será el de los golpes de Roberto Bautista, Alejandro Davidovich, Novak Djokovic y compañía (no estará Carlos Alcaraz, que ha decidido parar tras caer en semifinales del US Open). Música celestial para los amantes del deporte de la raqueta. La pista ya está lista para un espectáculo que pondrá, una vez más, a Valencia en el escaparate internacional. La ciudad se frota la manos pensando en el impacto económico y mediático que va a representar la celebración de la fase de grupos de la Copa Davis. Un valor superior a los 16 millones de euros. Jugoso evento.

El martes arrancará una cita que se prolongará hasta el próximo domingo. España, capitaneada por el alicantino David Ferrer, se medirá a los otros tres integrantes del grupo C en busca de un billete para la final que tendrá lugar en Málaga. La Fonteta, como ya hizo el año pasado y repetirá hasta al menos 2026 después del acuerdo firmado con la Federación Internacional (ITF), acogerá una atractiva cita de la Davis.

Las previsiones manejadas apuntan a un impacto económico de diez millones aproximadamente. Esta inyección contempla la asistencia a la Fonteta, así como los gastos en alojamiento, restaurantes, tiendas, entretenimiento y transporte. Paula Llobet, concejala de Turismo del Ayuntamiento de Valencia, se muestra optimista. «Se espera que asistan más de 40.000 personas. El ritmo de venta de entradas es muy bueno, con más de 21.000 vendidas para los partidos de España. Se espera es superar las cifras de ediciones anteriores», avisa la edil.

Las entradas para el viernes, cuando se disputará el ansiado duelo entre España y Serbia, están agotadas. La Fonteta, con capacidad para 7.500 espectadores, actuará como un motor económico en Valencia durante los próximos días. Se estima que haya más de 1.700 pernoctaciones hoteleras en la capital del Turia.

«Hay un 85 por ciento de ocupación hotelera en la ciudad. Además, en los hoteles que están alrededor de la Fonteta y en los que tienen cuatro y cinco estrellas hay más del 90 por ciento. El tipo de turismo que viene es un turismo de calidad que apuesta por este tipo de eventos», añade Llobet. Los pronósticos indican que los visitantes gastarán 1,3 millones en alojamiento, 2 en restaurantes, 1,9 en tiendas y entretenimiento y 1,3 en transporte.

Por lo que respecta al impacto mediático, los informes hablan de actuaciones valoradas en más de seis millones. Su origen se encuentra, fundamentalmente, en el 'branding' en la pista. Es decir, la visibilidad de la marca 'València' en el suelo de la Fonteta durante los partidos. Hay que subrayar la audiencia total de 280 millones de espectadores que se espera a nivel mundial.

Turisme Comunitat Valenciana, como patrocinador del evento, contabiliza un suculento retorno de la inversión realizada. La Administración valenciana aporta cerca de 1,6 millones de euros para la celebración de la presente edición. Como contraprestación, la institución tiene derecho a incluir su logo en diferentes soportes, ya sean de comunicación, publicidad o de competición.

Paula Llobet incide en la importancia del «posicionamiento de marca» y lanza un mensaje rotundo: «Apostamos por reforzar ese posicionamiento que Valencia tiene como destino de turismo deportivo. En nuestro caso se dejó pasar la Copa América, que desde luego fue un error. Haremos todo lo posible para que vuelva. Hemos tenido el Mundial de gimnasia rítmica, ahora la Copa Davis, el medio maratón, el maratón... Vamos a apostar por este tipo de eventos porque pensamos que es un turismo de calidad que tiene un impacto económico importante en la ciudad en sectores como la hostelería, el alojamiento, el comercio y el transporte. Estamos trabajando para traer eventos nuevos internacionales que ayuden a dinamizar la economía y tengan un impacto importante. Son eventos muy rentables».

A lo largo de las últimas semanas, la Fonteta ha experimentado una metamorfosis para convertirse en el escenario de una de las principales citas del tenis mundial. Una labor minuciosa para que todo esté perfecto con motivo de la celebración de la fase de grupos de la Copa Davis en Valencia, en la que intervienen más de 500 operarios.

La pista central se encuentra en la Fonteta, mientras que se ha instalado dos de entrenamiento dentro de L'Alqueria del Basket, recinto que pertenece al Valencia Basket. En el parking contiguo al pabellón, se ha montado la 'fan zone' y la carpa de 'hospitality'.

Especialmente delicada es la tarea de colocar la superficie de juego. Tal y como explican desde la agencia Tennium, socio organizador de la ITF, se encarga de ello una empresa especializada en pistas de tenis que interviene en la mayoría de los torneos del circuito internacional. Existen variantes. Y es que hay que decidir el color de la pintura y otras especificaciones, ya que puede ser más rápida o más lenta.

La velocidad relacionada con la superficie se regula a través de la pintura, que se mezcla con una mayor o menor cantidad de gravilla en función de los requisitos. Cuando la combinación está preparada, se esparce sobre unas placas de aglomerado de madera que forman una base encima del parquet, el suelo original de la Fonteta. Este proceso se lleva a cabo a lo largo de tres días.

Las placas de la pista, de gran tamaño, se van ensamblando con el esfuerzo de varios operarios. Se trata de piezas que se reciclan, ya que las colocadas en la Fonteta proceden de un torneo celebrado de Escocia. En la pintura azul con la que llegaron, se podía leer en los fondos el lema 'visitabdn.com', que se trata de una página web turística sobre Aberdeenshire. El diseño de la superficie, lógicamente, ha sido modificado en la capital del Turia. Se ha aplicado la combinación de los colores verde y gris, representativa de la Davis, mientras que los mensajes que se pueden leer son 'Davis Cup Finals', 'Road to Málaga' y 'València'. Imagen local.

Cuando la bola comienza a bailar, hay un sistema que resulta crucial para resolver las acciones más confusas. Se trata del ojo de halcón, que permite comprobar si la pelota ha botado dentro o fuera de la pista. Tras pintar la superficie con los colores elegidos, se lleva a cabo la instalación de entre 10 y 16 cámaras conectadas para, desde múltiples ángulos, seguir de manera precisa la trayectoria del esférico. Se procesa el vídeo en tiempo real para, posteriormente, generar una representación en 3D.

En los alrededores de la Fonteta, se ha montado las carpas para la 'fan zone' y el 'hospitality'. Los trabajadores han dedicado tres semanas a estas labores. La 'fan zone', que cuenta con un aforo máximo de 1.800 espectadores, incluye siete barras de comida y bebida, un 'foodtruck' y un stand de cerveza. Además, hay diez módulos comerciales donde se vende 'merchandising' oficial del evento, productos de patrocinadores y actividades y juegos para todos los públicos. Por lo que respecta al 'hospitality', un espacio más exclusivo, consta de cocinas específicas para dar de comer a un máximo de 800 personas, además de lavabos, cámaras para control de acceso, climatización, iluminación y un escenario. Paralelamente, se ha producido un acondicionamiento de áreas interiores de la Fonteta como vestuarios, salas de equipos, salas de prensa…

Para esta fase de grupos, intervienen 50 proveedores. Y en cuanto al dispositivo de seguridad, los operativos dependerán de la afluencia de espectadores de cada día. Eso sí, habrá entre 60 y 100 vigilantes y auxiliares por jornada. Valencia se viste de gala.

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