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Le conocen como el ciborg del este pero lo cierto es que por dentro es pura pasión y rabia. A sus 36 primaveras, Novak Djokovic sigue arrasando rivales y no deja títere con cabeza. Con la friolera de 24 Grand Slams en el bolsillo, el serbio sigue con ese hambre de títulos que le permiten afrontar con la motivación suficiente esa carrera particular contra sí mismo por convertirse, aun más si cabe, en el mejor tenista de la historia.
Sus rivales son de sobra conocidos. Desde un ya retirado Roger Federer a un Rafa Nadal que recientemente anunció su vuelta a las pistas tras casi un año alejado de ellas. El último quebradero de cabeza de Novak es un joven murciano llamado Carlos Alcaraz cuya carrera ha despegado desde hace un par de años de forma meteórica. Más si cabe si se tiene en cuenta que cuando el serbio ganó su primer Grand Slam, el Open de Australia en 2008, la perla ibérica apenas levantaba unos palmos del suelo y la raqueta con la que entrenaba ocupaba más espació que él.
Ahora, una década y media después Djokovic ha hablado en los micrófonos de la cadena estadounidense CBS, concretamente en el programa '60 minutos' sobre su actual relación con Nadal y Federer, quién es el mejor jugador de esa generación emergente, su posible retirada y quiénes son bajo su punto de vista los jovenes que vienen apretando fuerte.
Y, en el caso de esos jóvenes que vienen apretando fuerte Djokovic lo tiene claro: «Alcaraz es el tenista más completo que he visto en años«. Algo que le sirvio de acicate para motivarse y hacer un final de temporada practicamente inmaculado en el que no perdió ningún partido entre la final de Wimbledon y las ATP Finals de Turín, que a la postre terminaría también adjudicándose.
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La cosa no ha quedado ahí, puesto que el serbio ha ahondado aún más en esa recién nacida rivalidad con el murciano que en este 2023 ha tenido hasta cuatro enfrentamientos. La última de ellas en Turín en la que el serbio se impuso a un mermado Carlos Alcaraz por 3-6 y 2-6 para sellar su pase a la final de las ATP Finals. «La victoria de Alcaraz en Wimbledon me cabreó tanto que necesitaba hacer todo lo posible para ganar en suelo estadounidense. Y lo hice. Es una gran oportunidad para mí reinventarme y golpear más fuerte de lo que nunca hice», señala Djokovic.
El serbio también se pronunció sobre su comportamiento en la pista, que en ocasiones se convierte en una explosión de rabia, pataletas, roturas de raqueta y provocaciones al público: «Podría explotar muchas veces, podría gritar en la cancha, pero prefiero reiniciarme y regresar. Sin duda, he roto muchas raquetas durante mi carrera, no estoy orgulloso de ello. Me avergüenzo de mí mismo cuando hago esto, pero al mismo tiempo me acepto como un ser humano imperfecto».
No obstante, Djokovic todavía tiene ganas de más y no piensa en la retirada. «Cuando los jóvenes empiecen a patearme el culo significará que es el momento de reflexionar, pero por ahora no está sucediendo. Mi motivación adicional está en esos jóvenes que tienen hambre de éxito y están inspirados para jugar lo mejor que puedan contra mí. En cierto modo, ellos despertaron la bestia que hay en mí», reflexiona.
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