Directo Sigue el minuto a minuto del superdomingo fallero
Ferrero aprieta el hombro a Alcaraz cuando este subió a su box para celebrar la victoria en Wimbledon. EFE/EPA/ISABEL INFANTES

La propuesta ganadora de Ferrero con Alcaraz

El técnico instó a última hora al murciano a que jugase Queens antes de Wimbledon | Una cena de etiqueta con 11 elegidos y pizzas de madrugada, la resaca de la final del murciano, que se debate entre la Copa Hopman y el descanso

Martes, 18 de julio 2023, 10:41

El rey de Wimbledon levantó este lunes el campamento que ha sido su centro de operaciones durante el último mes. El lugar desde donde se ha diseñado la estrategia que le ha llevado a ganar su segundo torneo de Grand Slam y a cumplir uno de sus dos sueños de niño, cuando se iniciaba en el tenis: el otro, alzar Roland Garros, ya se verá cuánto ha de esperar. ¿Y qué ha cambiado desde el episodio de las frustrantes rampas de París a la euforia en Londres? Juan Carlos Ferrero, el entrenador del actual número uno del mundo, sabía que había que tocar pocas teclas pero hacerlo de una forma precisa. Y una de ellas fue cambiar la planificación.

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Carlos Alcaraz pasó por Queens con el objetivo de reinar en Wimbledon. En principio el equipo del murciano tenía decidido que el tenista no compitiese esa semana. Pero después Ferrero reflexionó y pensó que sería mejor que su pupilo se aclimatase a la hierba, donde llevaba prácticamente un año sin competir. El joven deportista aceptó y, de paso, completó la colección: ya tenía un título en todas las superficies sobre las que se juega a lo largo de la temporada de ATP.

Pero el objetivo no era ese, sino la caza mayor. En su equipo se ha transitado por Wimbledon con cautela. Cediendo a Djokovic la innegable condición de favorito. Y ese ha sido también uno de los secretos, pues a Alcaraz no se le ha cargado con la presión a la que sí se le sometió antes y durante el pasado Roland Garros. Pero había tensión, la que liberó Ferrero con su llanto tras la final y Alcaraz, horas antes, tras su deficiente primera manga.

El murciano se repuso, ahí y después de perder el cuarto set, para convertirse de repente en el centro de atención del glamour británico que sirve como epílogo de cada edición de Wimbledon. A los 20 minutos de haber ganado a Djokovic ya le habían llevado al vestuario smokings para que eligiera uno. A la cena de los campeones sólo se puede ir vestido de etiqueta.

Mientras, en Villena sí se daba pie a la euforia. En la academia Equelite esta vez no se instaló una pantalla gigante, pero sí se encendieron todas las televisores del complejo. Allí varios chavales vibraban con su referente, el modelo a quien quieren seguir y por lo que trabajan cada día. Alcaraz, mientras tanto, en Londres, seguía atendiendo a la prensa. El resto de sus elegidos –sólo podía llevar a once acompañantes– estaban ya en la cena de los campeones: sus padres y tres hermanos, Ferrero y la mujer de este, Antonio Martínez Cascales, su mánager (Albert Molina), el fisio y el médico. Primero los metieron en una sala donde les sirvieron una copa de champán para brindar y unos canapés.

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La cena empezó antes de que llegase Alcaraz: vieiras de primero, carne de pato y un postre de chocolate. Pero tenía que llegar el murciano. El centro de atención eran Marketa Vondrousova y él, aunque también se invita a los ganadores de los diferentes cuadros de dobles. Ambos tenistas recibieron el trofeo que se llevan a casa, una réplica del que alzan en la pista central de All England Club. También les dan una chapa de color morado que les acredita como miembros de pleno derecho de la entidad que organiza Wimbledon. El presidente del campeonato realizó un discurso que pasó los 30 minutos.

Después de la cena la comitiva de 12 personas volvió a la casa que alojó al resto del equipo. Algo más tarde llegó también un repartidor con pizzas. Una final a cinco sets contra Djokovic genera un apetito que no había saciado la cena de los campeones. Fueron las últimas horas en Londres. Ya toca pensar en el futuro: en principio Alcaraz jugará la Copa Hopman, aunque no descarten que al final decida descansar.

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«Con Carlos hemos copiado un poco de Murray, Roger y Novak»

«Me sorprendió, a mí y a todo el mundo por cómo se ha adaptado a la hierba este año». Palabras de un abatido Novak Djokovic en la rueda de prensa posterior a la ya histórica final de Wimbledon ganada por Alcaraz. ¿Pero hay receta para encauzar una temporada a un chaval de 20 años que se ha perdido Australia por lesión y los calambres le arruinaron en París? ¿Y frente al mismo rival, en una superficie donde este era más que favorito? Su entrenador, el valenciano Juan Carlos Ferrero, dejó una frase en unas declaraciones a Eurosport que resume el trabajo de estas semanas: «Copiamos un poco de Murray, Roger y Novak. Él intenta conseguirlo, que no es fácil, pero lo logró».

¡Y vaya si lo consiguió! Hasta el punto de lograr un victoria terapéutica. «Sí, a partir de ahora me siento preparado para enfrentarme a cualquier rival», señaló Carlos Alcaraz en la rueda de prensa, aún en un estado de euforia del que, por otra parte, difícilmente se recuperará en unos cuantos días».

En su equipo se había afrontado la final con cautela. «Yo le daba un 60-40... pensaba que tenía sus posibilidades. Pero para eso tenía que servir muy bien», desvela Antonio Martínez Cascales, el entrenador de siempre de Ferrero y que es pieza clave en el equipo de Alcaraz: «Y lo hizo bien, aunque pienso que contra Rune sacó aún mejor».

Cascales apunta que del mal trago de Roland Garros a Londres apenas ha cambiado nada: «Sólo tenía que aprender a afrontar esa circunstancia, porque todo lo demás Carlos Alcaraz ya lo tenía desde antes».

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