«La sanción al Pamesa por no viajar a Israel adulteró aquella Euroliga»

A Pedro Llompart Usón le costó hacerse un hueco en la ACB, pero demostró en las filas del Lucentum que merecía esa oportunidad que en dos ocasiones se le cerró en el Valencia Basket. A sus 32 años es uno de los estandartes del CAI y en la semana donde los taronja regresan a Estambul, el mallorquín formaba parte de aquel histórico Pamesa que disputó su primera aventura en la máxima competición, atiende a la llamada de LAS PROVINCIAS para evocar recuerdos.

¿La intensidad del partido del domingo se debió a los precedentes de los últimos años?

Fue un partido intenso como suelen ser siempre los partidos contra Valencia Basket. Para los dos equipos era un partido especial, creo que eso se ve cuando sucede. En las últimas temporadas nos habíamos enfrentado muchas veces, con lo que ocurrió en playoff, y creo que tenían mucha motivación de ganarnos en Zaragoza, donde era complicado.

¿Piensa que para los jugadores de Perasovic lo conseguido el pasado año es un punto más de presión?

Todos los profesionales somos conscientes de que cada año es una historia diferente, y los clubes también. Es normal que la afición siempre espere mejorar cada temporada pero en ocasiones es muy difícil. Lo que Valencia Basket querrá es repetir otro año peleando por todas las competiciones, pero comparar los números del año pasado es una presión añadida que no lleva a ningún lado.

A usted, de presión en Valencia no hace falta que le hable nadie.

Eso es normal en todos los lados, no sólo en Valencia. En la cultura española somos muy dados a comparar en todos los deportes y en todos los órdenes de la vida. Pero al final el jugador es inteligente para saber que una cosa es lo que la gente piense y otra que cada jugador es un mundo. Cuando llegas a un equipo lo haces para aportar lo que sabes, no para igualar lo que hizo otro.

El equipo vuelve a Estambul. ¿Qué recuerdos tiene de aquel Pamesa de Euroliga en 2003?

Aquella era la primera vez que el por entonces Pamesa competía en la Euroliga y tuve el orgullo de pertenecer a esa plantilla. Guardo ese recuerdo como una de la experiencias más bonitas de mi carrera, porque además pasamos al Top 16 y no nos quedamos lejos de la Final Four. Fue una lástima lo que pasó luego con el no viaje a Tel Aviv porque acabamos empatados con Maccabi.

¿Con el paso del tiempo y viendo decisiones como la de UEFA de suspender la temporada pasada el partido del Valencia en Kiev da más rabia todo lo que sucedió?

La sanción a aquel Pamesa a nosotros nos pareció desproporcionada y adulteró la competición en aquella Euroliga, porque teníamos posibilidades reales de disputar la Final Four. Al final el Ulker les ganó en Estambul en la penúltima jornada y si se hubiera disputado nuestro partido nos hubiera permitido luchar por quedar entre los cuatro mejores. Fue una pena porque en aquel Pamesa teníamos un equipazo.

¿Cómo ve al que fue su primer equipo en la presente temporada?

Este año se enfrentan a una temporada complicada porque competir en Euroliga es más difícil por el desgaste. Han perdido jugadores importantes pero estoy seguro de que lucharán por todo.

¿Piensa que fue injusto que el club no apostara de verdad por contar con usted en un proyecto largo?

Si soy sincero no lo pienso porque ahora estoy muy feliz en Zaragoza, y donde he estado me siento muy afortunado. Lo único que puedo pensar es que con 22 años tuve casi una temporada de titular con Laso jugando con un gran base como Montecchia. Aquel también era un equipazo y me sentí un jugador importante, pero al año siguiente me vi fuera por un cambio de entrenador (Ricard Casas). Creo que con un poco más de paciencia podría haber sido un jugador de futuro para el equipo, pero ahora lo que pienso es que todo aquello me sirvió de formación como persona y como profesional.

¿Qué recuerdos personales guarda en la retina con aquel Pamesa?

Muchos. No me olvido de aquel triple en Vistalegre que nos dio la victoria ante Estudiantes o de los tiros libres en Jerusalén para pasar una fase de Eurocup en un equipo pagado de estrellas. Así es el deporte, Valencia al final no fue mi sitio y ya está. Todo eso me sirvió para saber lo que era y donde estoy ahora.

¿El gran error fue cargarle con demasiada presión cuando explotó en su etapa junior en la Fonteta? -Nadie explota siendo joven porque en esos años compites con gente de tu edad y contra los mejores de España y Europa. Pero sólo de tu edad, eso quiere decir que tienes futuro y nada más. De ahí a confirmarte como jugador profesional hay un camino largo y todo el mundo no lo recorre. En esos años son todo suposiciones de terceras personas y eso no quiere decir nada, ni obliga a nada al jugador al que se analiza. Tú tienes que seguir tu camino y trabajar.

¿Qué recuerdos tiene de su etapa de formación en el Valencia Basket?

Llegué a Valencia con catorce años y mi sueño era jugar algún día en la Fonteta con el primer equipo. Veía todos los partidos en el pabellón y si no fui a la final de Valladolid en el 98 fue porque el tutor del piso nos dijo que no podíamos faltar a un examen. Es un orgullo que la gente me recuerde con cariño.