J. C. VILLENA
Lunes, 20 de febrero 2017, 00:07
vitoria. Lishchuk y Dubljevic son, posiblemente, los dos jugadores no españoles que más han sentido Valencia como su casa. No como un concepto abstracto, e incluso ciudadano, sino como real. Como algo pegado a su piel. El montenegrino jugó venganza hace un año en A Coruña. Antes de llegar a España hace cinco años, la Copa del Rey era para él el mejor torneo que se disputa en Europa después de la Euroliga. Lo ha querido ganar desde que fichó por el Valencia Basket y se marcha de Vitoria dejando sobre la pista su mejor baloncesto concentrado en tres días. Un desgaste brutal para un pívot con mucho desgaste tanto en ataque como en defensa.
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En los votos de los periodistas que distinguen al MVP de la competición el montenegrino fue el que más votos obtuvo del bando taronja. Todo un premio para un torneo brillante, donde ha promediado 21 puntos, 6.3 rebotes y 25.3 de valoración. En la semifinal ante el Barça acumuló el desgaste del encuentro de cuartos pero su actuación en el primero y en la final de ayer ya forman parte de la historia del Valencia Basket en el torneo. Ante el Gran Canaria, 28 puntos y 31 de valoración y frente al Real Madrid, 22 puntos y 32 de valoración. MVP a la altura de Llull.
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