El Andorra pagará la cláusula de Montero para traspasarlo al Valencia Basket

No se le podrá negar a Montero que con la opción de jugar en la Fonteta no haya sido claro. Pocas veces en el deporte moderno se ha visto un caso en el que un jugador, en la fase de negociación de un fichaje por otro club, se haya mostrado tan transparente. En una entrevista en Marega Deportes, dejó muy claras sus intenciones de jugar en la Fonteta: «No serían tres años, serían dos y uno opcional a negociar, con opción del club y el jugador. Si no, hay un byout. Se está hablando de que el Valencia Basket puede ser mi destino, todavía se están afinando algunos detalles y creo que el próximo año estaré por allí dando cátedra. Valencia es una de las mejores ciudades del mundo para vivir, siempre le decía a mi agente si había opción allí».

El contacto entre la entidad taronja y Montero ha sido fluido, en esta semana donde parecía bloqueado su fichaje por la decisión del Gran Canaria de luchar por sus derechos legítimos mientras no se pagaran por ellos. El jugador está en España, con la selección de la República Dominicana preparando el preolímpico que disputarán en El Pireo, donde jugó el lunes en Fuenlabrada contra Costa de Marfil y este viernes se medirán a España en Alicante (19 horas, La 2).

Todas las partes, en esta operación, estaban condenadas a entenderse puesto que el escenario que nadie contemplaba era que el jugador vistiera la camiseta amarilla. El conflicto del Gran Canaria con Jean Montero viene de lejos. El pasado verano, el jugador no se presentó al arranque de la pretemporada con el equipo de Las Palmas, con el que tenía contrato, y el presidente Sitapha Savané cargó duramente contra el jugador: «El único error fue creerme sus palabras. No ha sido un buen profesional. Todos conocen los pasos dados porque por nuestra parte hemos sido totalmente transparentes. Enviamos un burofax al no recibir respuesta por su parte, requiriendo al jugador que venga a su puesto de trabajo, no lo ha hecho y nos ha contestado con otro burofax. Es literalmente la definición de ponerse en rebeldía, todo lo demás son palabras en el aire». Tras ese episodio, se llegó a un acuerdo de cesión, con opción de compra obligatoria, para poder desatascar la situación pero teniendo en cuenta que más allá de su etapa de formación en Las Palmas, el motivo por el cual el club esgrimió el derecho de inscripción preferente, el jugador no seguirá en el proyecto canario.