![Badio: «En el estilo de juego de Pedro Martínez todos los jugadores nos sentimos importantes»](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2025/02/13/1492322830-RtytmPVrwp1VCIG25wQ0SyM-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![Badio: «En el estilo de juego de Pedro Martínez todos los jugadores nos sentimos importantes»](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2025/02/13/1492322830-RtytmPVrwp1VCIG25wQ0SyM-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Brancou Badio (Rusfique, 1999) no había nacido cuando el entonces Pamesa ganó la Copa del Rey en Valladolid. Ahora, afronta la cita en Las Palmas ... con la máxima ambición. Su biografía es el mejor ejemplo de lo que se puede alcanzar cuando se pelea muy fuerte por conseguir un sueño, en este caso ser profesional del baloncesto cuando a los 14 años sólo era un niño que jugaba en su barrio cerca de Dakar.
–¿Cómo se afronta un torneo tan complicado, pero con una expectativa de ganar, para que no afecte de más esa presión?
–La Copa es un torneo muy complicado pero los ocho equipos vamos con la idea de ganarla porque para todos ese objetivo está a tres victorias. Eso es lo que le hace una competición difícil y especial. Sabemos que es complicado, pero vamos con la mentalidad de competir e intentar hacer nuestro mejor juego.
–Hay que pensar sólo en el partido de cuartos contra el Gran Canaria. Una pista donde no gana el Valencia Basket desde hace ocho años.
–Es cierto que se han perdido muchos partidos allí pero tenemos que ir con confianza y toca acabar con esa maldición. Esa es la mentalidad, tenemos que dar un paso adelante para intentar ganar el partido.
–¿Su biografía es el mejor ejemplo de qué luchando mucho se puede conseguir un sueño? Con 14 años estaba jugando al basket cerca de Dakar.
–Fue un cambio radical en mi vida todo eso que pasó. Con 14 años veía por televisión la ACB, al Barça de Ante Tomic que me gustaba mucho. Sólo el poder jugar ahí ya era un sueño grande. Con trabajo se consigue todo.
–¿Cómo recuerda el momento de esa primera llamada y cómo reaccionan en su casa?
–Tengo un recuerdo muy bonito de esos días. Llevaba jugando al baloncesto desde muy pequeño en mi barrio y tenía algunos amigos que ya habían viajado a Estados Unidos. Yo seguía en Senegal trabajando para que llegara una oportunidad y con 15 años, en un campus, me llegó la oportunidad de venir a España, a la Canarias Basketball Academy, gracias a un ojeador. La vida en Senegal es muy difícil y la llegada a España también lo fue porque el cambio de vida y de cultura, para un chico de mi edad, fue muy grande.
–En un año pasa de jugar una Liga Autonómica en Canarias con el C.B. La Matanza a apuntarse al Draft de la NBA. ¿Cómo gestionó todo eso tan joven?
–Aquello fue una locura y es verdad que todo comenzó a pasar muy rápido, a mucha velocidad. Lo más importante es que mientras todo eso pasaba yo me centraba sólo en entrenar, en aislarme de todo eso. Cuando en verano todo el mundo se iba de vacaciones yo me quedaba en Tenerife entrenando. No tuve vacaciones en esos años y me pasaba metido en el pabellón todos los días. Siempre me aconsejaron que cada entrenamiento me lo tomara como si fuera el último que iba a tener.
–¿Cuál es el momento donde se da cuenta de que se iba a ganar la vida jugando al baloncesto y llama a casa para contarlo?
–Desde que salí de Senegal tenía claro que iba a aprovechar esa oportunidad. Cuando llegué a Tenerife estaba convencido de que me iba a ir todo bien. Era cómo pensar que si había pasado eso, la oportunidad, era por algo. Luego ya cuando fiché por el Barça es cuando dije que iba por el buen camino y no se podía escapar.
–¿Qué importancia tiene Pedro Martínez para su explosión final como jugador?
–Es una persona muy importante para mi crecimiento como jugador. Entrenando con él he aprendido muchas cosas y sólo escuchándole te hace mejorar sobre cosas que puedes hacer mejor, en ataque o en defensa. Con él se mejora en el día a día, en los entrenamientos. Aunque tenga una apariencia muy seria nunca lo he visto enfadado. Es una persona con la que siempre se puede hablar, de baloncesto o de cualquier cosa. Dentro de la pista nos tienen que dar caña porque es parte de su trabajo. Fuera siempre he podido dirigirme a él si necesito decirle algo. Es una persona accesible y tiene un humor muy bueno.
–¿Cuál es la clave para ensamblar ese estilo de juego tan dinámico y con tantas rotaciones?
–Me gusta mucho porque con este estilo de juego de Pedro Martínez todos los jugadores nos sentimos importantes en la pista. Es peor cuando hay jugadores que no se sienten importantes. Es un estilo que me encanta. Para ganar hay que defender bastante y para ganar campeonatos con mucha intensidad. Tenemos que mejorar en defensa.
–¿El crecimiento defensivo es donde tiene el equipo un mayor margen de mejora en lo que queda de temporada?
–Sí, exactamente. Pasa por eso porque, además, cuando defiendes bien y aseguras el rebote es cuando puedes correr más para anotar.
–Tiene 25 años y contrato hasta 2027. ¿El Valencia Basket es un club para intentar quedarse mucho más años?
–En mi religión se dice Insha'Allah, que quiere decir que ojalá que la voluntad divina me permita quedarme muchos años en Valencia porque el Valencia Basket, y la ciudad, es un lugar para quedarse para siempre.
–Usted es un inmigrante que llegó a España como menor de edad buscando una oportunidad. ¿La molesta cuando escucha que las personas en este caso de Senegal vienen aquí a quitar el trabajo?
–Los inmigrantes vienen a España a trabajar y me molesta cuando se dice que venimos a otra cosa. La gente que sale en este caso de Senegal lo hace para buscar una vida mejor, trabajar y ayudar a sus familias porque allí lo tienen más difícil. No vienen aquí a quitarle el trabajo a nadie. Muchos de los senegaleses que vienen a trabajar a España lo hacen en el campo o en trabajos donde nadie de aquí quiere hacerlos. La gente viene a buscarse la vida.
–Un problema vinculado es el racismo. ¿Cómo se combate?
–Con educación. Desde pequeños tenemos que recibir una educación clara de que todas las personas somos iguales y que no depende del color de nuestra piel. Todos somos iguales y nos vamos a morir cuando llegue el momento porque somos todos humanos. No hay ninguna diferencia entre nosotros porque somos personas.
–¿Cómo ha reaccionado cuando ha sufrido algún ataque racista?
–He pasado casos, con personas que te dicen negro de mierda pero cuando ocurre lo que tienes que hacer es pensar que no sabe ni lo que dice. Mi actitud es que no me molesta porque sé que soy una persona que es feliz, que está bien y que tiene a su familia. Que una persona me insulte no cambia nada en mi vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.