Baño de realidad en la Fonteta para el Valencia Basket

El Valencia Basket comenzó la temporada 23-24 con la misma sensación con la que terminó la anterior, con una derrota rodeada de un clima de nervios donde la mayor carga de la crítica por la música de viento de la Fonteta sigue siendo para el entrenador. La imagen fue muy clara. Tras el bocinazo final, los árbitros fueron despedidos con pitos (ahora analizaremos el partido), Álex Mumbrú también y los jugadores, en el corrillo, recibieron tímidos aplausos. Mejor poner la foto clara de inicio para poder avanzar en la temporada. La falta de solidez defensiva condenó a los taronja, con 89 puntos encajados (27 en el primer cuarto y 30 en el último), y el ataque nunca fue fluido. Hay un dato que lo deja claro –mucho más que las 17 pérdidas– y es que un recién llegado como Jovic fue, de largo, el mejor base taronja en pista. Ahí el que tiene que dar un paso al frente es Chris Jones. De nada vale meter 15 puntos, en su puesto, si acabas con más pérdidas (5) que asistencias (4). Es otra de las cosas que se arrastra desde la pasada temporada, puesto que el americano bajó drásticamente su rendimiento en los últimos meses.

El Girona de Marc Gasol –ahora ya sólo como presidente– se mereció el triunfo pero pudo perderlo en un final rocambolesco. Harper anotó el 85-86 a falta de 31 segundos. En la siguiente defensa, Jones logró rebañar el balón a Iroegbu con 10 segundos en el crono pero éste salió despedido, Iroegbu atropelló a Davies y el americano logró finalmente tocar el balón a 2 segundos del final para rifarlo. Sonó la bocina de posesión e Iroegbu recibió una falta antideportiva de Jones. Ahí terminó el partido. «No podemos llegar a un final así sino hacer los deberes antes», sentenció Mumbrú sobre esa última jugada, donde los taronja reclamaron que el final de posesión llegó antes de que nadie controlara el balón.

Por poner todo en contexto, Ojeleye se quedó sin debutar por molestias en la pierna derecha. Con López-Arostegui lesionado, su concurso se antoja vital en el exterior. Más aún si no llega el ansiado escolta que cierre la plantilla. Lo de ese fichaje comienza a ser como el mito del unicornio. Desde que el Joventut igualó el tanteo por Kyle Guy, el 12 de julio, el Valencia Basket lleva buscando un escolta. Es cierto que varias operaciones no le han salido pero también lo es que han pasado más de dos meses. El 8 de 29 en triples en el arranque de la ACB invita a acelerar la búsqueda.

Desde el arranque del partido (2-6), la sensación fue que a los taronja les iba a costar más de lo esperado. Entre Iroegbu y Susinskas sumaron 15 puntos en el 21-27 del primer cuarto. La defensa ya hacía aguas, con alguna rotación como la de Reuvers que no aportó. Un arreón de Puerto en el segundo cuarto, con una canasta más adicional, contagió a los compañeros en pista para que el Valencia Basket llegara a remontar (41-37) pero fue un espejismo ya que el Girona logró marcharse por delante al descanso (41-42). Los catalanes arrastraron esa inercia en el arranque del tercer cuarto (41-45) pero un segundo relevo de Jovic logró, al fin, que durante varios minutos seguidos el ataque del Valencia Basket tuviera sentido. El problema es que el rédito de esa mejora fue una renta exigua (54-52) que terminó con el Girona de nuevo por delante antes de encarar el periodo decisivo (58-59). Los taronja volvieron a tener la opción de arreglar el estropicio (67-64) pero un triple más adicional de Goloman (67-68) llevó el partido a un intercambio de canastas donde Colom resultó decisivo. No hay cuña que haga más daño que la de la propia madera.

El técnico taronja no escondió su malestar tras comenzar la temporada en la ACB con una derrota en casa: «En el primer cuarto y en el último no hemos estado bien a nivel defensivo. Durante el partido hemos tenido muchos balones a punto de robar que acabaron en canasta del Girona. En el rebote han estado mejor. Estamos disgustados por el inicio así en la Fonteta. Estoy cabreado por la defensa del primer y el último cuarto». Con respecto a la falta de fluidez en el juego, reconoció que el último en llegar fue el que más criterio dio sobre la pista: «Ha habido momentos que Stefan ha tenido más control del partido. Nos hemos quedado todo el rato a casis buenas defensas, no hemos controlado el partido por momentos y los 89 puntos son demasiados».

Valencia Basket: Jones (15), Puerto (10), Robertson (6), Reuvers (2) y Touré (6) -cinco inicial- Ferrando (3), Davies (13), Inglis (9), Claver (2), Harper (14), Pradilla (5) y Jovic (-).

Girona: Iroegbu (15), Marcos (6), Martínez (), Sorolla (12), Pons (9) y -cinco inicial- Golomán (16), Susinskas (13), Colom (8), Fjellerup (-), Djordevic (-), Sala (-) y Vila (3)

Parciales: 21-27, 20-15 (41-42), 17-17 (58-59) y 27-30 (85-89).

Árbitros: Peruga, Padrós y Sánchez.

Incidencias: 6.589 espectadores.

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