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Si algo no se le puede reprochar al último baile de la Fonteta es que está ofreciendo partidos de anotación espectacular. Lo ocurrido este domingo ... entre el Valencia Basket y el Baskonia fue, literalmente, pasarse el juego. El marcador de 125-128, tras dos prórrogas, fue tan espectacular que obligó a desempolvar los libros de historia. Los 253 puntos que sumaron ambos equipos igualó una de esas marcas que parecía que iban a aguantar toda la vida. Hasta ahora, el único partido de la historia de la ACB donde los equipos sumaron esa puntuación ocurrió el 31 de enero de 1987 donde el FC Barcelona ganó en casa al Cajabilbao por 147-106. Los 147 anotados por el conjunto catalán suponen, aún, la máxima anotación de un equipo en un partido de la ACB.
Antes de analizar la locura de partido que protagonizaron valencianos y vascos, donde los dos equipos tuvieron ganado y perdido el encuentro en varias ocasiones llevando el duelo a un cara o cruz que duró 11 minutos sumando el último del tiempo reglamentario y las dos prórrogas, los 125 puntos anotados por el Valencia Basket suponen la segunda máxima anotación de su historia, tras los 127 que encestaron contra el Leyma Coruña esta temporada. El vendaval ofensivo esta temporada de los de Pedro Martínez está siendo tremendo. En los 29 partidos de la Liga Endesa disputados hasta la fecha, en seis ha anotado 112 puntos o más y la media es de 97 por encuentro (2.813 puntos en total) con diez partidos con 100 o más en su casillero. Una auténtica barbaridad.
Los 128 puntos encajados suponen la máxima anotación recibida en la historia del Valencia Basket en la ACB y por ahí se puede empezar a explicar la crónica del partido más loco que se ha visto en la Fonteta. La derrota deja a los taronja con un balance de 21-8 y sin depender de sí mismos, a cinco jornadas para que termine la Liga Regular, de luchar por la segunda plaza puesto que La Laguna Tenerife ya está a dos triunfos de ventaja. Un pequeño colchón de cara a la Jornada 33 que enfrentará a los dos equipos en el Santiago Martín.
Los dos equipos mostraron carácter para remontar algo que parecía imposible. En el tiempo reglamentario, el Baskonia parecía tener atada la victoria cuando Forrest subió el 83-91 a falta de dos minutos y medio. El Valencia Basket reaccionó con un parcial de 6-0 en cuatro segundos que comenzó a explicar la locura que se venía, con una canasta más adicional de Montero y un triple de Sestina (89-91). Sedekerskis subió el 91-94, Montero se equivocó al forzar otro intento de triple y a 11 segundos para el final de nuevo parecía que el Baskonia lo tenía cerrado. Tanto es así que decenas de aficionados aprovecharon para marcharse de las gradas en busca de la paella. Tras el tiempo muerto de Laso, Samanic falló una canasta bajo el aro cuando la lógica invitaba a dejar pasar el tiempo y Montero aprovechó el regalo para, en la última décima, embocar un triple que llevó el partido a su primera prórroga (94-94).
Howard comenzó el primer tiempo extra anotando su sexto triple (94-97) y el Valencia Basket contestó con un parcial de 6-0 cerrado con un triple de Badio (100-97). El buen momento taronja llevó el marcador hasta un 105-101 a falta de dos minutos, donde el parcial arrastrado en los últimos cinco era de 22-6 para los locales. En un partido normal, son dígitos de ganar. Pero no lo era. Howard, con su séptimo triple, subió el 105-104, Puerto contestó con el cuarto de su cuenta que otra vez parecía decisivo (108-104) pero poco después, con 110-107, Badio perdió el balón con 11 segundos en el crono de la prórroga y Howard, como hizo Montero en el tiempo reglamentario, forzó el segundo tiempo extra con su octavo triple (110-110) que no pudo ser contestado con un último tiros de dos de Montero, que no entró.
El Valencia Basket acusó el golpe y el Baskonia demarró en el arranque de la segunda prórroga (116-122) pero si algo se había aprendido ya a esas alturas de un partido que iba para dos horas y media es que no había que dar nada por sentado. Forrest se equivocó al volver a meter a la Fonteta en el partido, tras unos gestos absurdos a la grada de animación, Laso enloqueció en una protesta invadiendo la pista, llevándose la consiguiente técnica que tantas veces le perdonan, y los taronja se acercaron al 122-123. Tras un tapón de Reuvers a Howard, los de Pedro Martínez tuvieron la bola para ponerse por delante pero Howard le robó el balón a Badio. Restaban 37 segundos. Un rebote ofensivo de Sedekerskis, una de las claves del Baskonia en el partido que capturó 15 en el aro taronja para ganar la batalla del rebote 40-44, permitió al capitán del equipo vasco subir el 122-125 desde el tiro libre. Montero falló el siguiente triple y el Baskonia, ahora sí, sentenció desde los tiros libres un triunfo que les sigue dejando novenos pero con opciones de playoff.
Superada la vorágine tremenda de esos últimos 11 minutos, las reflexiones globales del partido ofrecen más lecturas. Una de las principales, y que luego se pagó en el bando taronja por el esfuerzo de remontar, fue la mala puesta en escena del Valencia Basket (19-29 en el primer cuarto) que permitió al Baskonia dominar el ritmo durante casi todo el encuentro (42:51 minutos por delante por 4:08 de los taronja). Ahí es donde incidió Pedro Martínez en su valoración del encuentro: «Estoy más preocupado por cómo hemos empezado el partido y ahí me siento mucho más responsable porque me siento más frustrado. Por el final del partido no lo estoy, porque ahí los jugadores toman decisiones y han tomado ganadoras y han cometido errores, pero al principio no hemos conseguido que los jugadores tuvieran claro cómo teníamos que empezar el partido, sobre todo en defensa. Por eso sí me siento frustrado, por no conseguir que mi equipo empezara el partido mejor cuando lo habíamos hablado. Tenemos que analizar eso porque igual la forma de decirnos las cosas no ha sido la adecuada».
Analizado este aspecto, el técnico sí que ponderó el esfuerzo de su equipo de nunca dar por perdido el encuentro: «Hemos jugado con mucho carácter porque meterte en el partido cuando te están dominando y fuerzas la prórroga y luego en la primera te pones cuatro arriba hay que tener carácter para hacerlo. Lo que no podemos es empezar así los partidos, como nos pasó en el partido contra Murcia. No quiero que los jugadores se sientan frustrados por fallar un pase o un tiro porque eso es el baloncesto». Por su parte, Pablo Laso agradeció el trato recibido en la Fonteta por aquello de que es posible que sea su última visita: «Soy muy de personas, me quedo con toda la gente del club que me ha recibido siempre muy bien, empezando por Juan Roig, Pedro Martínez y todos los trabajadores como Alfonso Castilla. Los conozco a todos bien y siempre que vengo a la Fonteta tengo una sensación especial y es un campo mítico. En Valencia siempre he jugado aquí, como jugador que tengo muchos años, y eso habla de mucha historia cuando ves las fotos pasas por los pasillos ver a Nacho Rodilla que has jugado contra él. Eso la Fonteta se lo va llevar siempre y ahora viene un cambio al Roig Arena que creo que les vendrá bien».
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