Una derrota sin ninguna defensa

Decía el añorado Manel Comas cuando se cabreaba mucho con la actuación de un jugador suyo que parecía que era como ese niño que le da la corriente al meter los dedos en el enchufe... y los vuelve a meter. El Valencia Basket arrastró muchas dudas en su juego en la última semana, pese a las victorias en Manresa y ante el Asvel, y se acabó estrellando en San Pablo ante un rival más intenso y que dominó de principio a fin el partido. Fue el primer borrón claro de la temporada de los taronja, perder en Vitoria en el último segundo no entra en esa ecuación, con lo que se convierte en un toque de atención para los de Ponsarnau y para el propio entrenador. Los valencianos tienen que subir el nivel de su baloncesto si no quiere desenterrar fantasmas que están demasiado recientes. «Hemos tenido malas respuestas a canastas en los últimos segundos de posesión y fluctuaciones a nivel anímico. No hemos jugador al nivel que queremos jugar, nos hacen falta aún muchas cosas para construir. Estamos todos readaptándonos, por momentos nos falta confianza», declaró Ponsarnau tras la derrota en la primera rueda de prensa con preguntas en la Liga Endesa.

Los diez jugadores con minutos en la pista, Pradilla y Colom no saltaron a la pista, sumaron en global un -50 en el parquet en la estadística del +/-. No funcionó ningún quinteto, ningún movimiento, pese a los lógicos tirones de un equipo cargado de calidad. El brote verde llegó en el tercer cuarto, con un parcial de 5-14 cerrado con un mate de Derrick Williams pero los taronja no pasaron del empate (56-56). El Real Betis contestó con un 7-1 (63-57) y estiró la máxima renta a los diez en el ecuador del último cuarto (83-73). El Valencia Basket logró bajar a cuatro (85-81) pero la sensación en pista estuvo siempre muy lejos de la remontada. Sin defensa, la clave de los taronja, es imposible ganar en la ACB. El acierto del rival influye, claro, pero el domingo llegó en buena parte por la falta de intensidad atrás de los valencianos.

El gran borrón en ataque fue el acierto en el triple. Los taronja volvieron a obcecarse en un día sin tino, con un 6 de 26 donde entre los tres bases se fueron a un 3 de 13. Ellos (Vives, Hermannsson y Van Rossom) fueron los primeros que no leyeron que por dentro Dubljevic, Labeyrie y Tobey, sin gastar muchos tiros, sumaron 35 puntos entre los tres. Pese a la presencia física de Niang y Ndoye no se explotó esa vía.

Feldeine fue el primero en aprovecharse de la ausencia de Sastre, el mejor jugador defensivo de largo de los taronja. Hasta que no vuelva Marinkovic, el serbio se probará esta semana para ver si ya ha mejorado de su lumbalgia aguda, ahí tiene un problema el conjunto taronja. El dominicano fue muy superior cuando fue defendido tanto por Hermannsson como por Prepelic, aunque el esloveno estuvo más atinado, y cuando lo cogió unos minutos Vives ya estaba desatado. Sus 18 puntos al descanso, con 3 de 5 en triples, fueron la clave de que los hispalenses se marcharan cinco arriba (48-43). El gran partido de Labeyrie, que dio su mejor versión de lo que va de curso con 11 puntos y 14 de valoración, permitieron a los de Ponsarnau, eso sí, tener todavía las opciones intactas de victoria tras un segundo cuarto donde el Betis llegó a tener un máxima renta de siete (33-26). Unos buenos minutos de Kalinic metieron al Valencia Basket en el partido al inicio del tercer cuarto pero el Betis, con los puntos de Feldeine y la aparición triplista de Enechiobyia, mantuvieron siempre el partido bajo control. Un toque de atención para los taronja.