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JUAN CARLOS VILLENA
Sábado, 5 de marzo 2022, 23:31
valencia. Decía, con razón, Joan Peñarroya que le había faltado a su equipo el haber superado el duro golpe de la Copa todos juntos. Sufriendo ... en grupo. La diáspora de las ventanas FIBA lo impidió. Visto el partido de ayer en la Fonteta, esa rabia contenida durante dos semanas explotó en el mejor momento; en el regreso de una Fonteta llena (más de 7.000 espectadores) dos años después. Empujados por la caldera taronja, la de verdad, el Valencia Basket se marcó el mejor partido, de largo, de intensidad sobre la pista. Los 40 minutos por parte de los 10 jugadores que participaron (Labeyrie arrastraba los últimos días un proceso vírico). El gran símbolo fue la lucha por el rebote. No se encontrará en la hemeroteca un 44-23 en un partido contra el Barça. Hasta Jasikevicius lo reconoció: «Han sido muy físicos, la diferencia en el rebote es inaceptable para un equipo como el Barça. No recuerdo perder por 21 la batalla del rebote, es muy duro. No he sabido preparar al equipo para esta dureza pero pelear y luchar es lo mínimo y Valencia nos superó claramente. Cuando pierdes la batalla de querer es muy difícil».
En el 'querer' fueron mejores los taronja pero también en el baloncesto (96-59 en valoración). Con una actuación sublime, cada uno en una faceta, de Tobey, Rivero y Pradilla (que se partió la cara contra Mirotic), el juego interior de Peñarroya pasó por encima del Barcelona. Por fuera, Dimitrijevic superó el susto de una caída en los instantes finales de la primera parte para convertirse en una pesadilla (16 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias), Claver fue el rey de la intendencia (8 rebotes) y Ferrando se licenció, siendo el mejor en el +/- en pista de su equipo (+13). También fue el mejor servicio del talento de L'Alqueria este curso.
El brillante triunfo no merece caer en el barro de la polémica. Jasikevicius espetó que se les había «faltado el respeto» por parte de los árbitros. Es libre de opinar. Su técnica, tras estar todo el partido protestando, llegó en el minuto 33. La de Peñarroya, en su primera indicación, en el 16. Desde el primer cuarto, el Valencia Basket estuvo con más tono. Tres triples de Laprovittola y ocho pérdidas locales impidieron que se marcharan por delante (21-21) y pese al 40-42 al descanso la sensación era que el colectivo taronja estaba más metido. Desde el 47-51, el Valencia Basket activó la máquina con Rivero pegándose con todo jugador blaugrana, Aróstegui y Dimitrijevic anotando y Pradilla terminando el cuarto con un aro pasado que levantó a toda la Fonteta (64-61). Ese parcial de 17-10 lo siguieron exprimiendo los de Peñarroya hasta subirlo a un 26-11 culminado por una asistencia de Pradilla a Tobey que recordó a aquellas de Tomasevic a Oberto (73-62). Ahí terminó el partido y comenzó la fiesta. Merecida.
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