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La vida, y el deporte, tienen giros maravillosos. El Valencia Basket celebró este viernes, con la familia de la Fonteta, la liturgia mágica de subir una bandera de campeonas al cielo del pabellón minutos antes de enfrentarse al Celta. Es como el círculo que se cierra. El 29 de abril de 2018, la entidad taronja logró el ascenso a la Liga Femenina. Fue en la Fonteta, tras ganar al Celta 51-54, permitiendo que la Comunitat recuperara un equipo en la máxima categoría 2.160 días después del anuncio de la desaparición del Ros Casares. Aquella tarde, Raquel Carrera era una adolescente que vestía la camiseta celeste y que casi amarga el ascenso al que ahora es su equipo. Cinco años después, vivió emocionada junto a las compañeras que ganaron la Liga Femenina en Salamanca (Ouviña, Buenavida, Torrens, Casas, Romero, Fam, Gülich y Morro) el momento del izado de la bandera. También lo hicieron el cuerpo técnico, con Rubén Burgos, Roberto Hernández y Marta Sorlí y todos los trabajadores del club que vivieron la mágica tarde en tierra charra. Se sumaron a la fiesta, por vídeo, Salvadores, Lamana, Burdick y Cox. El cuarto título femenino, y el undécimo del club, ya descansa en el cielo de la historia taronja. «El público se ha ganado esa bandera y mientras subía me ha venido a la mente que Celeste Trahan-Davis no estaba en nuestro equipo en esa Liga pero la siento en nuestro grupo. Nos ayudó en el crecimiento, en conseguir los primeros títulos. La veía de azul, como a Elba Garfella, pero las considero parte de la familia taronja», confesó Rubén Burgos. Valores.
La fiesta fue completa en la pista, puesto que el actual campeón de Liga comenzó su defensa del título ganando. Lo hizo, además, sabiendo esperar su momento pese a que el Celta plantó batalla hasta el arranque del tercer cuarto. Las de Vigo llegaban con bajas y supieron hurgar con la lógica ansiedad en el estreno de un equipo que quería agradar a su gente pero que evidenció, algo normal, que aún debe ajustar los cambios en la plantilla. Se evidenció más en el juego interior, donde Fingall y Hempe fueron de menos a más durante el partido.
Aunque el tercer cuarto arrancó con un 7-0 para las taronja (39-26), el Celta respondió con otro 0-8 (39-34) que obligó a Rubén Burgos a parar el choque a los cuatro minutos de la segunda parte. Desde entonces, el parcial en los siguientes 15 minutos fue un demoledor 34-8 para poner el 73-42 con el que se entró a los últimos segundos. El aumento de la agresividad en defensa colapsó a la escasa rotación del Celta para permitir un juego ofensivo con más velocidad que comenzó a recordar al vigente campeón de la Liga Femenina. «El público ha estado impecable en los momentos malos de juego. Queríamos repartir esfuerzos con diversos quintetos en pista para crear nuevas conexiones. Seguimos en construcción. Queríamos empezar con más acierto y ritmo pero creo que hemos pensado más de la cuenta. En baloncesto hay que pensar pero también ejecutar. Lo hemos corregido tras el descanso y las jugadoras han encontrado su momento», manifestó el técnico taronja tras la victoria.
En todo estreno que se precie, las nuevas camisetas siempre acaparan los focos. Ahí brilló con luz propia Claudia Contell. Por momentos, la base valenciana parecía que no había pasado una temporada fogueándose por tierras murcianas. En una actuación muy completa, aportó de todo; 8 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 17 de valoración... y defensa. 19 años. Como Alicia Flórez, que con el partido sentenciado se lanzó sobre el parquet a por un balón demostrando su ADN competitivo. Desde L'Alqueria se sigue apretando fuerte.
La baja de Lauren Cox, una anotadora compulsiva, debe cubrirse durante el curso con la nueva versión de juego interior. Burgos debe maridar rotaciones con Hempe, Fingall, Gülich, Carrera y Fam. Ante el Celta, comenzó a demostrarse que pueden alternarse todas en pista con matices interesantes en cada puesta en escena. Conviene no olvidar que a la plantilla aún le falta Rebecca Allen. La primera victoria de la temporada comenzó a madurar tras el 17-15 del primer cuarto. La actividad en pista de Casas, que terminó con 13 rebotes y 20 de valoración, y las rachas anotadoras de Torrens en la segunda parte, fueron otras dos claves para que las valencianas pudieran romper el partido en la segunda parte y que la Fonteta gozara otra vez con su equipo.
Valencia Baket: Contell (8), Casas (3), Torrens (11), Carrera (11) y Hempe (5), cinco inicial, Fingall (11), Ouviña (2), Buenavida (5), Romero (4), Fam (3), Flórez (2) y Gülich (11).
Celta Zorka: Senosiain (8), Samson (13), Haidara (5), Musa (10) y Trahan-Davis (6), cinco inicial, Rodríguez (-), Aguilar (3), Garfella (2), Vidal (-) y Vecina (-).
Parciales: 17-15, 15-11 (32-26), 20-14 (52-40) y 24-7 (76-47).
Árbitros: Cañigueral Novella, Esteve Malmierca y Cervantes Fernández.
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