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El Valencia Basket volvió de Milán sin la opción de meter la cabeza en el Top 8 de la Euroliga en un partido marcado por el reencuentro con Sergio Rodríguez, el jugador que quiso fichar el conjunto taronja y que no firmó el acuerdo que la entidad de la Fonteta sigue defendiendo que tenía con él. Así lo confirmó, con fechas y detalles, el director deportivo Chechu Mulero a LAS PROVINCIAS desde el cuartel general de Assago.
–¿Mirar hacia el Top 8 en el final de año ha sido el premio a la templanza que tuvo el club con Ponsarnau?
–Es el premio al trabajo de la gente que está en la pista, tanto el cuerpo técnico como los jugadores. Todo el mundo se está dejando todo lo que tiene en el día a día y eso nos lleva a conseguir resultados que han sido favorables.
–Sí pero supongo que son conscientes que con el balance inicial de 4-12 no hubiera sido impopular el despido del entrenador.
–Ya pero nosotros consideramos que las decisiones hay que analizarlas porque hay que conocer lo que pasa dentro para hacer un análisis en profundidad y atar todos los cabos. Siempre hemos estado convencidos de las decisiones que hemos tomado. Somos los que tenemos que mantener la cabeza fría y no dejarnos llevar por los impulsos.
–Se está hablando mucho del Chacho estos días. ¿Por qué no está jugando Sergio Rodríguez con la camiseta taronja?
–Pues porque no quiso firmar el documento que estaba completado, finalizado y acordado para venir al Valencia Basket.
–¿Es decir que el Valencia Basket llegó un paso más allá de un acuerdo verbal, se redactó un contrato? De ahí la decepción que declaró Jaume Ponsarnau.
–Sí, el 9 de julio en Valencia hubo una reunión final con los agentes de Sergio Rodriguez. Al terminar la reunión nos dimos la mano porque todo estaba acordado, esa misma mañana se redactaron los documentos del contrato, se enviaron y no se firmaron. Cuando te das la mano con una persona porque has llegado a un acuerdo eso para nosotros es una cosa sagrada. Esa es la verdad. Decepcionado es un término suave. En ese momento nos sentimos engañados.
–Otro jugador con los focos sobre él es Motum, que no ha jugado en los últimos cinco partidos ¿Es posible que el club le corte?
–Ahora mismo ninguna. Cuando haces una plantilla de catorce todo el mundo tiene su peso, cada jugador tendrá su momento. Ahora mismo Motum no está participando y lo que tiene que hacer es estar preparado para cuando le llegue el momento estar listo para jugar. Nada más. Antes le tocó esperar a otros compañeros que ahora están a un gran nivel.
–Dubljevic termina contrato en junio. No se ha producido aún ningún movimiento para iniciar su renovación. ¿En qué momento estamos?
–Esperar no significa nada raro sino una forma de actuar. Es cierto que con él, en alguna ocasión, en el penúltimo contrato se llegó a una renovación muy pronto durante la temporada y ahora estamos analizando. Las situaciones han cambiado, ahora la diferencia es muy grande entre jugar o no la Euroliga. Las variables que tienen los clubes para hacer los equipos son diferentes y los propios jugadores también las reclaman. Ahora mismo lo importante es pensar en la temporada. Ya llegará el momento de hacer la reflexión sobre la plantilla de la próxima. No es lo mismo jugar la Eurocup que la Euroliga y nosotros no la tenemos garantizada.
–¿Si llega a medio plazo el ofrecimiento de una Licencia A por parte de la Euroliga, que va a hacer el Valencia Basket?
–Analizar la situación. No creo que es momento de hablar de eso porque no nos compete a nosotros. Cuando la gente que tenga que tomar esa decisión la tome se analizará y responderemos. No es el momento de hacer especulaciones sobre lo que puede pasar.
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