El respiro en el calendario de la Liga Endesa gracias a los partidos de clasificación para el Eurobasket 2021 –la ACB no volverá hasta el próximo domingo 1 de marzo en la Fonteta frente al San Pablo– permitirá al Valencia Basket recuperar a los jugadores más desgastados por la carga de minutos, intentar recuperar efectivos (Van Rossom tiene más opciones que Vives y Loyd para los siguientes encuentros), y centrar el objetivo en la Euroliga. A nueve jornadas para finalizar la Liga Regular los taronja son séptimos con un balance de 12-13 y cinco partidos a disputar en la Fonteta. Es cierto que el objetivo, si se quiere ser justo, hay que ponerlo en su contexto. El Valencia Basket tiene el quinto presupuesto de gasto de plantilla más bajo de la Euroliga con lo que si consigue meter la cabeza en el Top 8 subirá seis puestos de lo que le corresponde por presupuesto. El objetivo es ambicioso pero hay que pelearlo.
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El vestuario está convencido de poder hacerlo. Si algo caracteriza a un grupo con hambre, el mejor ejemplo es la Liga Endesa ganada por el Valencia Basket de Pedro Martínez en 2017 al Real Madrid de Doncic y Llull, es querer aspirar a mucho más del aprobado. Nada más terminar el partido del viernes en la Fonteta ante el Maccabi, que terminó con victoria israelí por 82-85, así lo dejó claro Quino Colom a pregunta de LAS PROVINCIAS: «Llevamos ya tiempo soñando con el objetivo del Top 8. Al principio de la competición, con el 0-5, lo decíamos y parecía una locura. Llevamos varias semanas en puestos de playoff. El equipo está preparado y capacitado para luchar hasta el final. Ojalá entrar entre los ocho primeros que nos permitiría jugar la competición el próximo curso. El Valencia Basket merece ser un club de Euroliga». El andorrano apeló al factor pista para intentar lograrlo: «Tenemos por delante cinco partidos en la Fonteta y cuatro fuera y tenemos que intentar aprovecharlo. Ahora viene el Fenerbahce que es otro equipazo y sería muy importante ganarles. Sería una victoria doble porque es uno de los equipos que están luchando con nosotros y tendríamos ganado el average».
Ponsarnau quiso equilibrar la euforia general del objetivo Top 8 con la visión técnica: «La ambición del club es siempre jugar todas la competiciones. Como objetivo busco uno que sirva de verdad y como no somos aún de los ocho mejores equipos de la competición, sí en la clasificación pero no en la calidad, lo que me preocupa es trabajar la calidad que nos llevará al objetivo de estar entre los ocho mejores».
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