La Cordà de Paterna celebra el pase a la Final Four de Estepona. j. bermejo

La Cordà de Paterna luchará por el ascenso a la Liga Femenina

Las valencianas remontan los catorce puntos de renta del Alcobendas (69-44) ante una afición entregada y se medirán al Joventut en la semifinal de la fase que se disputará en Estepona

Sábado, 27 de abril 2024, 21:39

Por segunda temporada consecutiva, La Cordà de Paterna luchará por el ascenso a la Liga Femenina en la Final Four de la categoría Challenge. Las valencianas remontaron este sábado los 14 puntos de renta que defendía el Alcobendas del partido de ida en la serie ... de cuartos de final para acabar imponiéndose de forma clara por 69-44. En la semifinal, que se disputará en Estepona, se medirán al Joventut el sábado 4 de mayo. El ganador buscará el domingo 5, contra el vencedor del duelo entre el equipo anfitrión y el Zamora, la plaza de ascenso. Una amplia representación del primer equipo taronja presenció un duelo que comenzó a romperse tras la primera vez que las de Paterna se pusieron por delante en la serie (37-21). Lideradas por Awa Fam, con 12 puntos, 13 rebotes y 27 de valoración, y Alicia Flórez, que sumó 14 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 4 robos, las de Gloria Estopà firmaron uno de sus partidos más contundentes del curso en el mejor momento. Ahora, tienen licencia para soñar en pista ganándose un derecho deportivo. Como equipo vinculado del Valencia Basket es obvio que no es el objetivo de la temporada, que ha quedado cubierto de largo con la formación y desarrollo de las jugadoras, pero los despachos van por un lado y lo que se gana en la pista por otro.

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Al descanso, las paterneras lideraban por un punto la eliminatoria (38-23) y eran conscientes de que la clave era no permitir que el Alcobendas se metiera de nuevo en la lucha, recordando que el 70-56 de la ida llegó con un arreón de las madrileñas. La segunda parte comenzó con Noa Morro al mando (41-35) y un triple de Matic (58-32) comenzó a minar la moral de las visitantes casi de forma definitiva en la recta final del tercer cuarto. Hubo que cerrar ese casi puesto que un parcial de 2-10 (60-42) hizo soñar al Alcobendas con la remontada. Un tapón sideral de Awa Fam y una canasta de Buenavida (62-44) iniciaron la fiesta en las gradas, y en el banquillo, que se convirtió en una locura con el bocinazo final. Ahí llegó, de largo, lo más bonito de esta historia.

Las jugadoras aún no habían comenzado el habitual corrillo de las gestas cuando decenas de niños y niñas de la cantera se habían unido a la fiesta. El improvisado momento se convirtió en la antesala de una celebración donde las jugadoras del Valencia Basket, que no dudaron en acercarse a Paterna tras terminar el entrenamiento en la Fonteta de preparación de la vuelta de los cuartos de final de la Liga Femenina, se sintieron parte de la misma. Si no fuera por las camisetas de La Cordà, los abrazos de Awa Fam con Merrit Hempe y Güllich o los de Nora Morro, Buenavida y Flórez con Fingall o Leticia Romero podrían ser perfectamente los de la celebración de una Copa de la Reina o una Liga Femenina. Ese pegamento de sentimiento de familia creado entre L'Alqueria, la Fonteta y Paterna vale más que un posible ascenso que suena utópico por el convenio firmado con la entidad taronja.

«Este grupo es muy especial porque ha creado algo entre ellas. Más que un equipo muchas se han hecho amigas» reconoció Gloria Estopà al ver esas imágenes. «Veníamos tocadas del partido de Alcobendas no por perder sino porque no habíamos sido nosotras. Nos merecíamos ésto. Las jugadoras sacaron durante la semana muchas cosas fuera y llegamos al partido limpias mentalmente», declaró la entrenadora que llevará por segundo año consecutivo al equipo paternero hasta la fase de ascenso. Estopà tiene claro que el título ya lo han conseguido, por otros motivos que son más importantes que el ganar o perder: «La conexión que tienen con las jugadoras del primer equipo, que estoy muy agradecida que nos hayan venido a animar, es algo muy especial y vale mucho más que cualquier resultado. Ahora la Final Four es el premio máximo al que aspirar y vamos a competir con todo lo que tengamos. El año pasado ya llegamos pero esta temporada hemos dado un paso adelante porque hemos conseguido 22 victorias jugando un baloncesto muy chulo. Han sido ellas y es el máximo premio a estos dos años del grupo que se ha creado. Lo mejor no es ir a la fase de Estepona sino verlas así de felices».

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Una de las jugadoras veteranas del equipo, Irene Garí, corrobora esa idea. Poniendo el foco en esa reunión tras volver de Alcobendas que fue clave: «La emoción de este equipo es la ilusión y la juventud de las jugadoras. Lo que transmiten y se esfuerzan cada día. La buena gente que son. Se lo dije a ellas, nunca había disfrutado tanto en un equipo que lo da todo. El lunes, al acabar el entrenamiento, tuvimos una charla y Gloria Estopà nos preguntó cómo estábamos. Una por una fuimos contestando y todas terminamos llorando, entrenadoras también, porque al final lo que vale es la persona. Sacamos todo lo que teníamos dentro, las presiones y la frustración de la ida de Alcobendas, y sacamos una sinergia todavía más brutal de la que ya tenía el equipo». La de Oliva, que ya ascendió con el Valencia Basket en 2018, tiene claro que no quiere dejar pasar otra oportunidad: «El viernes les decía a mis compañeras que nunca he perdido una fase de ascenso, siempre he ascendido, y ahora voy a Estepona a luchar por el cuarto ascenso. Siempre son especiales y el objetivo ya tenemos más que cumplido. Ahora hay que disfrutar, que las jugadoras de L'Alqueria se sigan formando y cojan experiencia y protagonismo».

«Estoy muy contenta de ese camino y de ver aún a Rubén Burgos en el banquillo. Entré en el Valencia Basket la misma temporada que él al primer entrenador del equipo, en Liga Femenina 2, y me alegro mucho. Es muy especial ver a compañeras que tuve como Queralt Casas o Leticia Romero y aquí en Paterna con Gloria (Estopà) que más que entrenadora es amiga mía. Lo da todo y me alegro mucho por ella», remató la valenciana. Muy cerca de todas, pero sin salir en la foto, estaba la persona más sonriente del pabellón. Aunque no le gusten los focos, el trabajo de Javier Pinazo es la clave del crecimiento de La Cordà, con el convenio firmado con el Valencia Basket de su amigo Esteban Albert, con el que coincidió en el Ros Casares. Lo de la mejor sonrisa, con el permiso de Itzi Germán. La paternera, que la temporada pasada colgó las botas en esa la Fase de Ascenso de Vigo, vivirá la Final Four desde el banquillo, puesto que ahora forma parte del cuerpo técnico. Sigue en la familia.

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