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La puesta en acción de Derrick Williams se hace esperar. El ala-pívot estadounidense, quien dispara la ambición del Valencia Basket de cara a la nueva temporada, tuvo que vivir desde fuera el primer amistoso del equipo. Una lesión muscular le ha frenado. Aunque no le impidió celebrar ayer su presentación oficial y anunciar su particular cuenta atrás. El californiano confía en reincorporarse al grupo en un plazo de siete o diez días. Su potencia física y su experiencia estarán muy pronto al servicio de Jaume Ponsarnau.
"Estoy deseando volver a ponerme en marcha. Estoy trabajando cada día para volver con el equipo lo más rápido posible. Estuve trabajando con esas molestias al comienzo de la pretemporada y luego se complicó. Decidimos parar y tratarme. Creo que voy bastante bien y estoy trabajando mucho fuera del día a día, haciendo trabajo extra. Estoy satisfecho con el tratamiento que estoy recibiendo y creo que puedo estar sano en una semana o semana y media. Otra cosa es estar en forma para jugar. Eso igual me llevará un poco más de tiempo, pero espero estar a punto para cuando comience la liga regular", explicó Williams durante su puesta de largo en la pista central de L'Alqueria del Basket. Sufre una rotura fibrilar en el sóleo.
A sus 29 años y con siete temporadas en la NBA a sus espaldas, el californiano aterriza en el Valencia Basket con la vitola de líder: "Puedo aportar muchas cosas al equipo mientras esté sano. Vengo a trabajar muy duro y saltar a la pista con pasión y energía. Eso lo entrego cada día, eso es de lo que estoy orgulloso de mí mismo. Si todos jugamos con esa energía, va a ser una buena temporada para todos. Creo que si juegas con todas esas cualidades, los errores acaban desapareciendo. Estoy deseando estar sano para volver a entrenar y demostrar lo que puedo hacer".
Williams, procedente del Fenerbahçe, lleva dos años en Europa después de pasar por el baloncesto chino. "El proyecto del Valencia Basket me interesó desde el principio porque es un club puntero que no para de subir y quería formar parte de eso. Uno de los motivos por lo que vine aquí era para ayudar a este equipo a ganar y alcanzar el siguiente nivel. El crecimiento se ve temporada tras temporada, se ve en la calidad de los jugadores, en la calidad de las instalaciones de entrenamiento y en el futuro pabellón", añadió el ala-pívot estadounidense, quien se siente encantado en la capital del Turia: "Estoy muy a gusto. La ciudad me parece increíble. Desde que llegué, toda la gente del club está siendo muy cariñosa conmigo. Pero estoy aquí para jugar a baloncesto y eso es lo que ocupa mi mente principalmente. Quiero ganar. Y si el equipo gana, todos estaremos contentos".
Derrocha ambición: "Una de las razones por las que vine fue para jugar en Euroliga y en una liga doméstica tan potente como la española. Es top a nivel europeo. Será complicado pero espero ganar todos los partidos. Cada partido va a ser difícil". Debido a la lesión, se perdió el amistoso contra el Joventut del pasado viernes: "El equipo estuvo bien y me gustó ver que el balón no paraba de circular. La comunicación fue bastante buena. El entrenador ha hecho hincapié en que hay que comunicarse. Me supo mal no poder ayudar a los compañeros y ojalá pueda estar pronto".
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