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El Valencia Basket cerró con su derrota número 39 de la temporada, en 71 partidos, una campaña muy decepcionante y de la que el club deberá sacar conclusiones profundas para tomar decisiones. La del entrenador, obvio, una de ellas pero en un club (ahí está la hemeroteca) donde la carga principal de la culpa en los malos cursos siempre cae en el técnico de turno, eso sería quedarse en la superficie. Una vez más. La gran pregunta, o la gran respuesta, es intentar descifrar los motivos del desplome de un equipo que tuvo su pico competitivo en enero y que tocó techo el 10 de febrero en el OAKA, donde un tiro ganador de Jones puso a los taronja entre los ocho primeros de la Euroliga con un balance de 13-11. Desde entonces, los valencianos han perdido 18 de sus 28 últimos partidos. Una losa, entre lesiones y bajón del rendimiento colectivo e individual de la mayoría de jugadores, que desembocó en la bronca con la que la Fonteta despidió ayer a su equipo, con gritos de «¡fuera, fuera!», tras no competir contra el Barça (el primer cuarto terminó 13-16 y la única ventaja local fue el 2-0).
Fue una triste despedida para una leyenda, Van Rossom, que dejará el club tras diez temporadas. No pudo hacerlo en la pista, como le hubiera gustado, pero se llevó el cariño eterno de una afición que le tributó un adiós como se merece la leyenda que es. El capitán taronja, un mar de lágrimas, entonó desde el centro de la pista un 'hasta luego' y se despidió de cada uno de los trabajadores del club. El miércoles recibirá un homenaje del club como merece su figura.
La derrota ante el Barça no es, ni de lejos, lo más grave de este final de curso. Por muy doloroso que fuera, por ejemplo, que al inicio del segundo cuarto el marcador ya fuera un escandaloso 13-34. Es peor, como club, la sensación de que nunca pasa nada. Jasiel Rivero, tras conocer que volvió a ser el descarte extracomunitario, respondió tomándose a broma la situación, con un post en las historias de su perfil de Instagram con 39 emoticonos de la cara riéndose. Es de imaginar que de Mumbrú pero también de Harper y Webb III, los elegidos para disputar el partido. El respeto entre compañeros, y de jugadores al entrenador, no debe negociarse nunca pero en el Valencia Basket hace demasiados años que no se atajó a tiempo el sentimiento entre los jugadores de que nunca pasa nada. Nunca es tarde para hacerlo. Preguntado por la reacción del cubano, el técnico taronja fue muy claro: «Se ha confundido. Jasiel no es una mala persona, no es problemático, pero se ha confundido. Si ese mensaje ha sido por la decisión ha sido un error grave. Ha habido partidos donde se ha quedado fuera Harper o Webb, está fuera de lugar si los emoticonos de sonrisa iban hacia el equipo la decisión».
El otro descarte, técnico, para el partido fue Klemen Prepelic. A falta de explicación, el dato objetivo con el esloveno es que tras ser cambiado en el segundo cuarto del primer partido de la serie en Barcelona, algo ocurrió que no gustó nada a Mumbrú, que se giró siguiéndole con la mirada ante que llegó a su silla. Ya no volvió a salir al partido y en el segundo ni siquiera se vistió. Termina contrato y es uno de los jugadores que, como Rivero o Alexander que también están en esa situación, cada uno por diversos motivos, tienen su continuidad muy complicada.
La reflexión profunda, a modo de catarsis, también debe llegar a la figura de Mumbrú que tiene contrato en vigor pero no debe quedarse sólo en la pista. Tiene que afectar a todos los departamentos implicados en el primer equipo, incluyendo a la dirección deportiva y a Chechu Mulero. Los últimos entrenadores que han pasado por el club, Vidorreta y Peñarroya fueron los más claros al respecto, señalaron al drama de las lesiones como un mal estructural. No coyuntural. La temporada termina con otro historial tremendo y con la lesión de López-Arostegui, que desde el 9 de abril no ha jugado un partido con la única explicación de que tiene molestias en la fascia plantar del pie izquierdo.
Tras la derrota, seguir con los parciales no aporta mucho porque el Valencia Basket nunca tuvo opciones ante un rival que con 18 triples batió el récord de la ACB en un partido de playoff, Mumbrú dejó claro que su intención es cumplir el contrato que tiene firmado hasta 2025: «Me siento con fuerzas porque han habido momentos complicados donde han sucedido cosas que sabes por qué han pasado. Tenemos que hablar, tengo contrato y confío. No vine para un año sino para un proyecto, cuando hay una temporada tan dura es normal que todo el mundo tenga sus valoraciones. Es momento de sentarnos a hablar con el club y pensar en lo que está por venir».
Valencia Basket: Jones (4), Harper (12), Webb III (4), Pradilla (4), Dubljevic (8) -cinco titular- Claver (6), Puerto (5), Radebaugh (2), Ferrando (-), Evans (7), Alexander (2) y Hermannsson (10).
FC Barcelona: Laprovittola (11), Satoransky (14), Abrines (12), Mirotic (13), Vesely (4) -cinco titular- Sanli (2), Martínez (-), Kalinic (6), Tobey (5), Kuric (11), Jokubaitis (6) y Nnaji (3).
Parciales: 13-26, 13-17 (26-43), 19-24 (45-67) y 19-20 (64-87).
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