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La teoría de la manta sigue persiguiendo al Valencia Basket esta temporada. O le cubre la zona de la Euroliga o la de la Liga Endesa en cada tramo de curso. Para las dos no le da, ni tampoco para ninguna (en ese extremo habría saltado ya la alarma general). Ahora, toca el buen momento en Euroliga que permite a los taronja tener opciones de clasificación para el Top 8 en la última jornada gracias a su 4-1 en los últimos cinco partidos. En la ACB, ese tramo es de 0-4 tras la derrota de ayer ante la Penya. La cuarta derrota consecutiva, además, llegó acompañada de la pérdida del average particular entre los dos equipos. Los taronja ganaron de once en Badalona (80-91) en la primera vuelta y los catalanes por trece (89-102). Tras esta jornada, el Valencia Basket es sexto con 17-11 y el Joventut con 16-11 y un partido menos.
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La única nota dulce para los locales en toda la tarde llegó en el homenaje de Carles Duran en la sala de prensa, evocando la figura del eterno delegado de la Fonteta: «Quiero acordarme de Martín Labarta. Venir a Valencia y que no esté Martín me da mucha tristeza». Todo lo demás fueron dolores de cabeza. El Joventut cerró una racha de once derrotas consecutivas en Valencia. Para encontrar su última victoria había que remontarse al curso 2008-2009, cuando la Penya se impuso con una actuación sublime de Jasaitis, con 7 de 7 en triples.
La derrota le llegó al Valencia Basket con el modo Euroliga puesto. Algo que, por cierto, también fue evidente en Tenerife en el partido ante el Lenovo. La impresión en pista fue la de un equipo que quiso competir (en la primera parte) pero sin pasar de la cuarta marcha. Con eso y el reparto de minutos, que llevó a que tan solo Van Rossom y Vives se fueran por encima de los 25 minutos. Williams, el mejor en Berlín, descansó (10:39) y otros como Sastre y Prepelic se quedaron en 14 y 13. San Emeterio jugó menos de cuatro. Que nadie lo tome como castigo porque frente al Baskonia, por el tipo de partido y su veteranía, puede ser una pieza importante. No fue suficiente, en una segunda parte donde la Penya les pasó por encima.
Ribas y Dimitrijevic comandaron el asalto a la Fonteta. El extaronja con 17 puntos y 20 de valoración. El base, con 13 puntos y 7 asistencias. 'Neno' anotó la canasta que se llevó el average a Badalona y puso el punto de morbo sobre la pista puesto que su futuro está teñido de naranja. La anécdota llegó con Porfirio Fisac, entrenador del Gran Canaria, que aseguró en enero que el jugador ya está fichado por el Valencia Basket y cedido en el Joventut esta temporada. Nadie ha salido a desmentirlo ni hubo ningún comunicado al respecto. «No hemos podido ni competir el partido. El jueves tenemos un desafío muy grande. El equipo quiere estar», analizó ayer Vives tras la derrota sobre el desarrollo del partido. Más claro, agua.
El plan de juego en la primera parte donde la concentración en pista debía suplir al desgaste innecesario tuvo su mejor ejemplo en las faltas. La primera de los taronja antes del descanso llegó en el minuto 14. Fue de Prepelic y el marcador reflejaba un 29-32. Tras un tiempo muerto de Duran (canasta de Marinkovic y 34-35) los valencianos apretaron más en defensa pero el Joventut se marchó con 43-47 al descanso. Todo funcionó hasta que la entrada de Pradilla por un golpe en la nariz a Labeyrie y la cuarta falta de Kalinic tuvo que activar el Plan B. Ponsarnau no dio con la tecla y ya se jugó a lo que quiso la Penya, que fue encadenando máximas rentas (46-56, 64-80 o 64-84). Una derrota dura a cuatro días de la final con el Baskonia.
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