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El partidazo que se marcaron el Real Madrid y el Valencia Basket, con prórroga incluida, explica a la perfección lo complicado que es en baloncesto ... europeo actual, para los equipos que juegan la ACB y la Euroliga, hacer análisis que no vayan más allá del día a día. El dato objetivo es que los taronja han encadenado cuatro derrotas en siete días, pero sería injusto poner a las cuatro en el mismo rango. Los taronja, dolidos por lo ocurrido con las tres derrotas en casa, se vaciaron en Madrid hasta donde les llegaron las fuerzas –que fue la prórroga– para que al menos los que dudan de la unión de ese vestuario, entre jugadores y cuerpo técnico, dejen de hacerlo. Dejar de aprovechar las rachas de derrotas para pintar camas a Mumbrú sin colchón o canapé sería un buen inicio.
El mejor ejemplo llegó en los últimos segundos del tiempo reglamentario. Con el 80-77, a falta de cuatro segundos, parecía todo perdido y más viniendo de los dos finales fallidos en la Euroliga, pero Harper quería quitarse una espina particular. Su falló contra el Panathinaikos le dolió... y todo el banquillo saltó para celebrar el triple a tabla sobre la bocina que se marcó para llevar al Real Madrid a la prórroga (82-82). El tiempo extra comenzó con un triple de Llull (85-82). Toda una declaración de intenciones. Entre el de Mahón y un descomunal Tavares, que terminó con 18 puntos, 19 rebotes y 32 de valoración, sentenciaron el partido. Davies fue el mejor de los taronja, con un despliegue físico tremendo contra Tavares, con 19 puntos pese a los problemas de faltas en el primer cuarto. El peaje de la derrota fue el desgaste, con Jones o Inglis sumando 29 minutos y la expedición llegando en autobús esta madrugada a casa. «Tenemos que sentirnos orgullosos del equipo», zanjó Mumbrú. La derrota deja al Valencia Basket con un balance de 10-11, fuera de los puestos de previa del playoff, y deja al próximo partido contra el Armani en la Fonteta como clave para las aspiraciones en la competición.
El equipo taronja se adaptó bien a la nueva piel que estrenó el pabellón de la calle Goya, con una madera que cumple todos los nuevos requisitos que marca FIBA, y también la NBA, en la categoría más alta de pistas de alta competición. Sobre esas tablas fueron flotando los de Mumbrú en los primeros minutos para cruzar dos datos que suelen estar conectados. El marcador de faltas llegó a estar 1-7 pero el que cuenta, el de los puntos, reflejaba un 13-24 con el segundo triple de Davies. El gran problema es que en esas faltas de los valencianos dos eran del propio Brandon y otras dos de Touré, lo cual hizo que los valencianos tuvieran que sufrir con Reuvers al cinco contra Tavares tras un final de primer cuarto que terminó con un 16-24 para los visitantes.
Los buenos relevos de Pradilla, que desde la intendencia dio mucho oxígeno al juego interior, y de Jovic, poniendo otro ritmo al de un Jones muy acertado en el tiro, permitieron al Valencia Basket subir por dos veces una máxima renta de doce puntos (16-28 y 18-30). Ahí apretó el Real Madrid, algo esperable dada la marcha del partido, para llegar a ponerse a tres con un parcial de 15-6 (33-36). Los taronja supieron mantener la calma, olvidarse de los marcadores parciales de la primera parte, y bajar el culo al piso para lograr marcharse al descanso por encima y abortar el intento de remontada blanca, con un 35-40 tras una canasta al límite de Pradilla.
La segunda parte comenzó con 20 minutos de retraso por un problema eléctrico en los marcadores de posesión y ese prolongado parón, de más de media hora sumando el descanso normal, lo acusaron los dos equipos. Jones apareció con un triple (38-43) para dar paso a unos minutos donde los dos equipos comenzaron a evidenciar fatiga. Anderson despertó a todo el mundo con un mate brutal a una mano en la cara de Tavares (46-48) aunque el Real Madrid dio un estirón para remontar el marcador y marcharse tres arriba al arranque del último cuarto (58-55). La mejor rotación de Puerto y dos triples seguidos de Davies (64-70) acercaron la opción de triunfo taronja pero Llull lideró un parcial de 13-5 (77-75) para llevar el partido al final de infarto que se decidió en la prórroga. Derrota con honor.
Real Madrid: Campazzo (19), Musa (13), Causeur (3), Yabusele (7) y Tavares (18) —cinco inicial— Llull (16), Hezonja (10), Chacho (5), Abalde (3) y Ndiaye (2).
Valencia Basket: Jones (17), Harper (8), Anderson (9), Reuvers (2) y Touré (-) —cinco inicial— Davies (19), Jovic (11), Inglis (8), Pradilla (6), Puerto (6), López-Arostegui (-) y Robertson (-).
Parciales: 16-24, 19-16 (35-40); 23-15 (58-55), 24-27 (82-82) y 14-4 (96-86).
Árbitros: Robert Lottermoser (ALE), Milos Koljensic (MNE) y Uros Nikolic (SRB).
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