Chechu Mulero se marcha tras 19 años en el Valencia Basket. damián torres

El despido de Mulero confirma el cambio de ciclo en el Valencia Basket

El club variará su estructura deportiva tras nueve años y la opinión de Mumbrú ha sido clave para no contar con Dimitrijevic. El técnico, con contrato hasta 2025, trabaja en la planificación junto a Enric Carbonell hasta que llegue un nuevo director deportivo

Martes, 6 de junio 2023, 21:05

El Valencia Basket, tras unos días de reflexión, decidió este martes prescindir de Chechu Mulero. Es, por tanto, la primera medida de calado después de una muy mala temporada donde el balance global del equipo fue de 32-39, con lo que se confirma el fin de ciclo en el apartado deportivo. El pucelano tenía contrato de estructura con el club, no por temporadas, con lo que su salida de la entidad es un despido ya que no se le ofreció ser reubicado en ningún otro departamento de la entidad o de L'Alqueria. El club, con esta decisión, asume que la composición de la plantilla tuvo errores de confección, y demasiados riesgos, que derivaron en los malos resultados.

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La decisión de cambiar la dirección deportiva nueve año después, Mulero sucedió en el cargo a Toni Muedra en 2014, no se tomó porque ya se tenía atado al nuevo responsable de ese área. Tal y como pudo confirmar este periódico, en el momento en el que el pucelano firmó el finiquito no se había producido una oferta formal a ningún candidato. Con el homenaje a Van Rossom que se producirá este miércoles en la Fonteta a las 19:30 horas no parece que vaya a ser una noticia que se vaya a producir a corto plazo. El perfil que más gusta en la entidad es el de Himar Ojeda, en el ALBA Berlín desde 2016, y otros profesionales sin contrato (como José Luis Mateo o el propio Toni Muedra) aún no han recibido, durante el martes, ni una llamada ni oferta de la entidad taronja. No se descarta que en esa nueva estructura deportiva se incluya alguna promoción interna.

La marcha de Mulero no es un vaso comunicante con la situación de Mumbrú pero el entrenador, que tiene contrato en vigor, aún se mantiene en el puesto. Hay un dato objetivo que le da opciones de continuar. En la primera decisión deportiva, el corte del contrato de Dimitrijevic que tenía vinculación con el club hasta 2025, la opinión de Mumbrú ha sido fundamental. También en otras que se van a tomar en los próximos días, como el adiós de Prepelic. A día de hoy, el catalán es el que trabaja con Enric Carbonell en la planificación hasta que llegue un nuevo director deportivo, o secretario técnico.

Mulero llegó en el verano de 2004 al Valencia Basket, como técnico asistente, y se marcha casi dos décadas después con cinco títulos; dos en su etapa en el cuerpo técnico (las Eurocup de 2010 y 2014) y tres como director deportivo (la Liga de 2017, la Supercopa ACB de 2017 y la Eurocup de 2019). Sólo Rafa Martínez, que consiguió esos mismos títulos, le iguala en el número de trofeos en la historia del club como segundos más laureados. Por encima, el delegado Alfonso Castilla tiene los siete conseguidos por el equipo masculino.

En las últimas temporadas, la figura de Mulero ya había sufrido mucho desgaste y la planificación este último curso, con la caída deportiva del equipo desde la Copa o alguna decisión como la de aguantar sin fichar temporeros pese a la acumulación de lesionados (Evans llegó tarde y tampoco ha aportado mucho más que el tramo en el que Ferrando estuvo en el equipo) han sido los detonantes de su destitución.

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El corto plazo no debe impedir, sería muy injusto, recordar su trayectoria. Así lo entendió el club: «El Valencia Basket quiere agradecer encarecidamente el trabajo, la identificación con nuestros valores y la profesionalidad mostradas en todas las labores que ha desempeñado durante las casi dos décadas en las que ha pertenecido a nuestro club. En estos 19 años ha ayudado con su experiencia a marcar los pasos para hacer crecer el proyecto de una manera global y ha sido una persona clave en la consolidación como uno de los clubes punteros a nivel nacional y continental. La dedicación de Chechu Mulero en los dos cargos que ha ejercido ha sido siempre ejemplar».

Además de ser el arquitecto de unos de los mejores equipos de la historia taronja, con los fichajes desde 2014 de Vives, San Emeterio, Diot, Sikma, Sastre o Pedro Martínez que culminaron con el título de Liga en 2017, en su etapa en el banquillo fue el cortafuego tras los despidos de Laso, Casas, Katsikaris y Hussein. Un hombre de club que trabajó sin horario. Si algo no se le puede reprochar a Chechu Mulero ha sido su atención al día a día de L'Alqueria del Basket. Algo a lo que no le obligaba su cargo. Estuvo siempre pendiente de todos los equipos e incluso en dar ánimos a los jugadores y jugadoras de la cantera que se lesionaban en algún partido o entrenamiento. San Emeterio fue el primero en dar el paso público de agradecerle su labor: «Gracias por todo Chechu!! Yo me quedo con los títulos y los buenos momentos!!». También Van Rossom, que tuvo que negociar en muchas ocasiones contratos y, también, su no renovación en 2017 y su regreso unos meses después tras la lesión de Diot: «Muchas gracias por todo Chechu! Ha sido un placer poder compartir 10 años de tu trayectoria en el club… Gracias por confiar en mi, en las buenas y en las malas!». En su última entrevista como director deportivo del Valencia Basket, en LAS PROVINCIAS, defendió la continuidad de Álex Mumbrú en el banquillo.

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