Cuando se gana el día que pierdes

El Barça Lassa recibe al Valencia Basket para disputar el encuentro correspondiente a la jornada 4 de Liga Endesa, a las 18:30 horas en el Palau Blaugrana.

El técnico taronja, Jaume Ponsarnau, contará para el choque con: Van Rossom, Doornekamp, Loyd, Dubljevic, Motum, Vives, Colom, Marinkovic, San Emeterio, Abalde, Tobey y Ndour. Sastre y Labeyrie son duda.

El entrenador local, Svetislav Pesic, con: Delaney, Claver, Kuric, Davies, Mirotic, Hanga, Smits, Pustovyi, Oriola, Abrines, Bolmaro, Ante Tomic, Higgins y Ribas.

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El Valencia Basket llegó a su hotel de Barcelona ayer a las 4:25 de la madrugada después de volar directamente desde Atenas tras la dura derrota frente al Olympiacos. Un partido, por la forma en la que se afrontó y se jugó, que ha escocido internamente. Tanto dentro como fuera del vestuario. Con la plantilla taronja consciente de la pésima imagen que se dio en El Pireo, Jordan Loyd en declaraciones facilitadas ayer por el club no dudó en hablar de «falta de corazón» e «inaceptable» a la hora de definir ese partido, la cita de hoy en el Palau ante el Barcelona (18.30 h. televisado en #Vamos), aunque el partido es de Liga Endesa el rival es un Top de la Euroliga, es una oportunidad de oro para sacar el orgullo y competir. Algo que, sumando los partidos ante el CSKA y Olympiacos, sólo han conseguido los taronja en 15 minutos de 80. Un nivel muy pobre.

Más allá de la victoria, que siempre es el objetivo de un equipo grande, borrar la mala imagen de El Pireo es muy importante para ahuyentar fantasmas de un pasado muy reciente. Los nervios internos siempre llegan en la Fonteta cuando se encadenan derrotas con falta de actitud y de concentración. Concentrar en tres partidos, hay que sumar Bilbao, derrotas donde la renta del rival supera los 20 es jugar con fuego en la entidad.

Las dudas físicas para el partido son Labeyrie, con molestias en el aductor largo de la pierna izquierda, y Sastre, con una contusión en la rodilla izquierda que le impidió terminar el partido ante el Olympiacos. Ayer, en Barcelona, se le realizaron pruebas. Si se confirman las dos bajas, los valencianos deberán dar de alta antes de las 14 horas a N´Dour y Marinkovic. Un detalle a tener en cuenta puesto que aunque la ACB acepta hasta 22 cambios durante la temporada, en cuatro jornadas el Valencia Basket está ajustando cada partido su plantilla de catorce, donde el reparto de roles será clave para la configuración del curso. Algo que lleva tiempo.

Uno de los detalles más preocupantes del envite de El Pireo fue la endeblez interior de los taronja, tanto en defensa como en rebote. Dubljevic y Tobey están obligados a dar un paso al frente puesto que reto de hoy es inmenso. Mirotic y Davies promedian 50,6 de valoración convirtiéndose en la mejor pareja del arranque de la Liga Endesa. El montenegrino, con 22 puntos por envite y un 50% en triples es la gran amenaza. Pesic contará con las bajas, además de la de larga duración de Heurtel, de Pangos mientras que Pau Ribas aún no ha debutado esta temporada y Higgins es seria duda por molestias en la rodilla izquierda. En la victoria ante el Zenit en la Euroliga (63-87), Kuric asumió el rol del ex del CSKA con 24 puntos en un partido donde Bolmaro ayudó en el puesto de base ante las bajas.

El precedente más cercano, el de la Supercopa, ofreció a un Valencia Basket que compitió ante el Barça (71-65) y la historia recuerda que los taronja han ganado en cuatro de sus últimas ocho visitas al Palau en la ACB, incluyendo la última (72-78). Contener el arsenal ofensivo de los de Pesic será clave.

«En Atenas no le pusimos corazón y tenemos que salir a jugar duro. Lo que hicimos fue inaceptable». La frase la pronunció Jordan Loyd tras regresar de Atenas después de una derrota humillante ante el Olympiacos, donde el Valencia Basket no compitió en El Pireo. No fue postureo del de Atlanta porque fue el primero en aplicarse el cuento en el Palau, con una exhibición NBA que no bastó para ganar el partido pero que sí que comandó el paso al frente de un equipo que sacó el orgullo. De no haber sido así, otra derrota contundente podría haber tenido un efecto imprevisible. El escolta, que terminó con 30 puntos y 37 de valoración, tuvo en sus manos un triple para llevar el partido a la prórroga con 95-92 pero el aro escupió su lanzamiento a 14 segundos del final, Motum falló debajo del aro y Claver sentenció con un mate.

El Barcelona se llevó el mejor partido, de largo, en el arranque de la Liga Endesa. Una batalla sin cuartel durante más de dos horas que demostró que cuando el Valencia Basket se quite el complejo de jugar en la Euroliga, parece que le pesa la etiqueta más que los rivales, puede competir contra todos los equipos en cuatro cuartos de diez minutos. Esa fue la mejor lectura de la tarde, donde el resultadismo no puede empañar el trabajo. Sí, ayer los taronja perdieron más que ganaron. Mucho más. Las dinámicas positivas comienzan con demostraciones de fortaleza como la de ayer.

La derrota también dejó aspectos mejorables y debatibles. En todos los sentidos. Las pérdidas, 17 con Vives acumulando 6, y las lagunas en defensa lastraron la fluidez del juego taronja. La decisión de Ponsarnau de no devolver a pista a Colom, que abandonó el partido a ocho minutos del final con 76-74 en el marcador y con +10 con él en pista en la estadística del +/- cuando Vives y Van Rossom acumularon -28, fue errónea y seguro que objeto de debate. La ACB también tiene que mejorar. En la era del Instant Replay no es de recibo que un fallo claro de arbitraje, Mirotic cometió una falta de ataque al empujar a Motum para anotar en el último segundo de la primera parte, beneficie al infractor. El técnico taronja se llevó una técnica al protestar una jugada muy clara que vio en el mismo rango de mirada que uno de los árbitros, con lo que su equipo fue castigado con tres puntos.

La falta de definición de los valencianos en el momento clave le impidió dar el golpe en el Palau. Con 88-88, el Valencia Basket falló dos ataques seguidos para ponerse por delante. Cuanto todo parecía perdido (92-88), Loyd se sacó un triple más adicional de la chistera para empatar (92-92). Con 94-92, Davies taponó a San Emeterio y el cántabro perdió el balón posterior. Delaney subió el 95-92 y el Valencia Basket no pudo anotar en la siguiente jugada.

El Barcelona, con un Mirotic estelar que terminó el partido con 33 puntos y 43 de valoración (MVP de la jornada), jugó con los miedos de su rival en el arranque. El 11-2 en dos minutos fue un escalofrío recordando El Pireo pero, pese a las cuatro pérdidas en el inicio, el Valencia Basket se tranquilizó con la entrada de Colom y Dubljevic. El Barça ganó el primer cuarto 27-23 gracias al acierto en el triple (5 de 9) pero la valoración fue de 31-27. Nada que ver con Grecia. Un canastón de Colom dio paso a la primera ventaja taronja tras un triple de Dubljevic (34-35 y 23-33 desde el frío arranque). Van Rossom volvió a poner por delante a los suyos (37-38) por última ocasión ayer en el Palau. Un estirón de 7-0 (44-38) permitió al Barça gestionar la ventaja hasta el paso por vestuarios, al que se llegó 52-46 después de que Mirotic anotara una canasta tras un pase desesperado de Hanga. El truco fue que antes empujó a Motum. «Nos han hecho falta en ataque pero no han creído conveniente pitarla», declaró irónicamente Ponsarnau en el micro de Movistar al descanso.

El tercer cuarto arrancó con el tiro libre de la técnica al entrenador de Tàrrega (53-46) pero lo peor para los taronja es que volvieron a salir desconectados en los primeros instantes y eso se paga ante rivales de primer nivel. Otra lección de Euroliga. Con 59-48, la máxima renta del partido, al Valencia Basket le tocó volver a remar. Un soberbio Loyd, anotó 12 puntos en el tercer cuarto para marcharse al último con 23, permitió a los de Ponsarnau aguantar el intercambio de canastas con Mirotic y llegar a los minutos decisivos en partido, con una última canasta primorosa de un Colom que desapareció de la pista, sorpresivamente, dos minutos después (74-72).

Dubljevic empató el partido en el arranque del último cuarto (74-74) pero falló un triple que hubiera puesto a los suyos por delante. Otro de esos momentos psicológicos en un duelo de altura. Mirotic volvió a estirar el chicle (81-74) pero con un N´Dour inmenso, junto a Loyd también disputó su mejor partido de taronja, y con un triple de Van Rossom (87-85) el Valencia Basket volvió a meterse en un partido que no pudo ganar por pequeños detalles. Algo a mejorar pero que, tras el batacazo de El Pireo, deja al club con menos nervios y con más confianza. «Lo que más lamento son las pérdidas, porque esas pérdidas nos han penalizado mucho, han acabado en contraataques y mates. Tenemos un problema con las pérdidas, tenemos que competir ofensivamente a nivel físico, no solo defender a nivel físico. Si lo conseguimos mejoraremos, hay que mejorar detalles como la calidad de los bloqueos y las ventajas», declaró Ponsarnau tras la derrota.

La otra lectura del partido fue el cambio de concepción en las rotaciones. El técnico catalán apostó por una rotación de diez, con la que se demostró el pasado curso que se maneja mejor. Su equipo disputó el mejor partido en el arranque de Liga, por el nivel del rival y el empaque en pista. Con tres jugadores por encima de los 24 minutos en pista.