El campeón saca las uñas

El Valencia Basket buscará este jueves en Rusia su tercera victoria seguida como visitante en la Euroliga tras imponerse la semana pasada en las pistas del Khimki y del Zenit St. Petersburgo y tratará de dar la sorpresa en la cancha del CSKA de Moscú, vigente campeón, para seguir en la zona de 'playoff'.

Eso sí, lo tendrá que hacer muy mermado por las bajas ya que se perderán el partido los exteriores Joan Sastre, Jordan Loyd y Alberto Abalde y el interior Mike Tobey.

El triunfo logrado ante el Zenit el pasado viernes permitió al Valencia entrar por primera vez entre los ocho primeros. Si al final de la fase regular se mantiene en esos puestos y no entra en ellos el Alba Berlín, además de disputar los cuartos de final, se clasificaría para volver a disputar el torneo en su próxima edición.

Una nueva victoria en Rusia le permitiría seguir en esas posiciones, en la que también se mantendrá si cae pero también si lo hacen el Estrella Roja en la cancha del Barça y el Khimki en la del Baskonia. Si alguno de ellos gana, dependería de qué equipo tuviera mejor 'basket average' para seguir en esa zona.

El Valencia Basket se estrenó en la Euroliga perdiendo de paliza, en la Fonteta, frente al CSKA. 71-96. Sin competir. Sin encontrar ninguna manera de meterle mano al actual campeón de Europa. Ayer volvió a España con una derrota, perder siempre duele, pero con unas sensaciones diametralmente opuestas. Con cuatro bajas, alguna de ellas como la de Abalde vital puesto que el gallego está siendo una de las claves en el despertar de la fuerza, el conjunto taronja compitió 32 minutos en la morada del campeón. Desde el 62-58, con canasta de Ndour, el equipo del ejército ruso sacó las garras para poner tierra de por medio. Con los puntos de James y la mano de Voigtmann, terminó con 5 de 5 en triples, un parcial de 12-2 se llevó el partido por delante (74-60). El Valencia Basket sacó el orgullo, señal de que las derrotas duelen, e intentó el milagro con un zarpazo de 1-9 cerrado con un triple de Vives (75-69) pero dos canastas de Hackett, uno de los capitanes del CSKA, abortaron el asalto al Megasport. Con las fuerzas justas pero con el orgullo intacto. Así regresaron los valencianos a casa.

Itoudis fue el primero en reconocerlo. El técnico griego fue más allá del protocolario saludo de los técnicos tras el partido y, tal y como confirmó Jaume Ponsarnau a este periódico, el entrenador del actual campeón de Europa le felicitó por la trayectoria del equipo en el estreno en el formato de 18 equipos y por el partido pese a las cuatro bajas. La falta de acierto en el triple, 8 de 29 con 2 de 12 en la segunda parte, acabó condenando a los valencianos. Ese aspecto, sumado a varios triples librados del CSKA que no se supieron defender, fueron la condena.

El conjunto taronja obligó a Mike James a sacar su mejor versión para que su equipo no se marchara por detrás al descanso. El de Portland comenzó sacando tiros libres a base de esas faltas, para desespero de Van Rossom, que sólo se pitan a las estrellas y terminó la faena con un triple de calidad, bien defendido y a casi un metro de la línea, que llevó el partido del 30-32 al 42-39. Un triple final de Marinkovic, el serbio suplió a la perfección la baja de Loyd en ataque, pudo poner las tablas en el ecuador pero su tiro lo escupió el aro.

Voigtmann monopolizó el primer cuarto, con 3 de 3 en triples, terminando con 11 puntos, 5 rebotes y 15 de valoración. Una vía de agua que no supieron parar ni Dubljevic ni Labeyrie, los dos interiores titulares que acumularon un -11 en la estadística del +/- en pista al descanso. Otro dato que pondera el juego coral de los valencianos, que sigue sin depender de las individualidades. El Valencia Basket, muy concentrado en el arranque, llegó a poner un 12-15 pero los de Itoudis, que suelen apretar en los finales de cada cuarto, arañaron una pequeña ventaja al final del primero con un parcial de 8-2 (20-17).

Si algo manejó bien Ponsarnau con las bajas fue jugar durante la primera parte al despiste con Itoudis y el scouting. Con tres exteriores habituales viendo el partido por televisión, el de Tàrrega dispuso en la mayoría de minutos a dos bases en pista. Arrancó con Van Rossom y Vives, que tuvo un gran nivel defensivo ante James, y metió en la ecuación a Colom al final del primer cuarto. Ese esquema permitió al Valencia Basket tener pequeñas ventajas en el arranque del segundo cuarto (20-22, 22-24 y 26-27) que tuvieron continuidad con un triple de Colom en el ecuador (30-32). Itoudis movió el manzano, el CSKA apretó hasta ponerse por delante 42-39 con el triple relatado de James que no pudo compensar Marinkovic.

La tónica del partido continuó en el tercer cuarto, pero la bajada de porcentajes de los taronja comenzó a notarse desde el 44-45, que a la postre sería la última ventaja de los visitantes en el marcador. El conjunto ruso volvió a escaparse de la mano de James (56-49) pero dos canastas finales de Ndour llevaron el partido vivo al inicio del último cuarto (60-56). Es ahí donde el Valencia Basket no pudo aguantar la última marcha que aún le quedaba en el cambio al CSKA. Mermados de fuerzas, y con el punto de mira desviado, el equipo de Ponsarnau ya no se pudo aferrar al encuentro. Las buenas noticias desde España es que Abalde ha mejorado y apurará las opciones para estar disponible ante el Obradoiro. ¿Las opciones de Top 8? Con 10-11 siguen intactas.