Una paliza en Euroliga para reflexionar

La gestión de la semana de dos partidos sufrió una variación drástica ayer por la mañana por un virus estomacal de Touré. El pívot senegalés no pudo salir de la habitación del hotel, tras pasar una mala noche, y fue baja para el partido. El contratiempo de última hora, en Manises no tenía ningún síntoma el miércoles, obligó a llamar de urgencia a Pradilla, que llegó a la capital de Lombardía poco más de cuatro horas antes del arranque del choque. El trabajo que tenía pautado el aragonés en L'Alqueria ayudó, eso y que no tuvo que recoger el equipaje. Hace ya muchas temporadas que el Valencia Basket, entendiendo que puede ocurrir cualquier imprevisto, factura dos equipaciones completas de todo jugador con alta deportiva en cada viaje. A Malpensa llegaron sendos juegos completos blancos de Jones y de Pradilla. El problema añadido fue que a los cuatro minutos, Jovic pidió el cambió para marcharse a vestuarios con síntomas del mismo virus.

El Armani comenzó pasando por encima de un Valencia Basket que al final del primer cuarto (23-12) había valorado menos todo el equipo que Mirotic (18-9). En el arranque del segundo, los de Messina amenazaron con romper el partido (35-19) pero desde esa máxima renta del rival el equipo taronja recortó, con un buen relevo de Inglis y Davies, con un parcial de 6-15 (41-31). Mirotic volvió, 17 puntos al descanso, para poner el 44-31. La segunda parte aún fue peor. Para reflexionar y mucho.