El Valencia Basket cotiza al alza y ya es tercero de la Euroliga

El Valencia Basket sigue escribiendo un arranque soberbio en la Euroliga tras tumbar al Fenerbahce en Estambul y escalar a la tercera plaza con un balance de 7-3 y un partido menos. Es más, tan sólo con ganarlo superará al CSKA (8-3) como segundo, puesto que tiene mejor average general que el conjunto ruso. Con el objetivo del club de acabar en el Top 8, los de Ponsarnau van a iniciar diciembre en el Top 3. Tremendo.

La lesión de Labeyrie obligará a llevar al cuatro a Kalinic durante fases de los partidos y a más minutos para Pradilla (ayer 15 para el aragonés). Ese movimiento exigirá más a los 'bajitos', teniendo en cuenta que Sastre y Marinkovic también están fuera. Van Rossom y Prepelic cogieron al vuelo la lección, marcándose un último cuarto perfecto y sumando entre los dos 26 puntos en la segunda parte. Cuando Westermann subió el 66-59, el Valencia Basket contestó primero con un 0-8 (66-67) y con tres triples de Prepelic que iban anulando los intentos de romper el partido del Fenerbahce (79-82). El esloveno bordó su actuación con una pantalla para que Van Rossom anotara un 79-84 casi definitivo. El belga repitió (81-86) y sentenció la victoria, la segunda seguida en el Ulker Sports, desde el tiro libre. Faena de aliño.

El Fenerbahce fue de menos a más en la primera parte y lo constató en el segundo cuarto. Más allá del parcial de 26-17 (43-33 al descanso) el conjunto turco dominó en ese tramo tanto como lo reflejó la valoración del mismo (36-16). La endeblez de los de Ponsarnau en el aro propio hizo mucho daño. Tanto como la aparición de Pierre, con diez puntos sin fallo, al que ningún defensor le pudo frenar. Al que más 'pupa' le hizo fue a un Derrick Williams que fue el referente ofensivo de su equipo en la primera parte. El californiano dio, eso sí, su mejor versión de taronja. Los visitantes saltaron con rabia tras el descanso, con una defensa agresiva que permitió igualar pronto el marcador (0-10 y 43-43) y remontar después (48-50). Ahí, con Van Rossom, ya avisaron a los turcos que iban a por la victoria.