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Jovic vuela sobre el aro del Gran Canaria para anotar. acbphoto/ mariano pozo

El orgullo de Davies y Jovic es suficiente para seguir en la Copa

El Valencia Basket sortea un nuevo fracaso en torneo y se medirá al Real Madrid en semifinales tras ganar al Gram Canaria en la prórroga (81-89)

Juan Carlos Villena

ENVIADO ESPECIAL MÁLAGA

Jueves, 15 de febrero 2024

Si por algo es bonito, y especial, el baloncesto es porque hay partidos que son imposibles de explicar. Más aún en caliente y con pocos ... minutos para escribir una crónica o un análisis. El Gran Canaria y el Valencia Basket nos regalaron en los cuartos de final de la Copa del Rey de 2024 uno de esos. Empecemos por el final. El equipo taronja se salvó en la prórroga, con un parcial de salida de 0-10, de uno de esos batacazos que pueden poner en peligro un proyecto. Todo lo que ocurrió antes es para cabrearse. Seriamente. Hacerlo cuando se gana es de equipo grande. Algo que nunca se ha acabado de creer el club de la Fonteta. Esa especie de complejo sin sentido puede estar detrás de la estadística copera más reciente. La sufrida victoria de los valencianos fue la primera en Copa desde 2020, tras cuatro derrotas, y dulcifica el balance en el primer cruce de la última década. Ahora, han ganado tres de los últimos diez. Un 30%. Nada que celebrar y mucho que reflexionar porque, además, EN semifinales espera un Real Madrid que supo regular su esfuerzo al máximo, hasta jugar con fuego, para ganar al UCAM Murcia por 84-79. Así de bonito es el torneo copero. Objetivamente hablando, el Valencia Basket vuelve a estar a dos victorias de levantar un título.

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El orgullo de Brandon Davies y Jovic salvaron al equipo del fracaso. El pívot, que quiso jugar el torneo dos semanas después de un esguince de rodilla, se vació en 29 minutos y 45 segundos en pista, con 17 puntos y 7 rebotes. Un profesional en mayúsculas. Jovic, desde el 57-50, se merendó el parquet. Nueve puntos seguidos suyos lideraron un parcial de 12-27 (69-77). Restaban 90 segundos del partido. ¿Ganado? No. El Gran Canaria endosó un parcial de 0-8, cerrado con un triple de Brussino en la última décima, para llevar el partido a la prórroga con el 77-77. De ese incendio, afortunadamente, se salvaron los de Mumbrú.

Si un equipo profesional se marcha al descanso con un 12 de 33 en tiros de campo (repartidos en 10 de 24 en tiros de dos y 2 de en triples) y va perdiendo de tres (35-32) sin duda que esa renta por debajo es, de largo, lo mejor que le ha podido pasar. El Gran Canaria perdonó la vida a un Valencia Basket que ofreció en los primeros veinte minutos de los cuartos de final de la Copa su peor versión ofensiva de la temporada en una primera parte. Y eso que ese listón estaba alto, o bajo según se mire. Con un equipo taronja al que le salvó los arreones de Anderson en el primer cuarto, con siete puntos casi consecutivos, y el orgullo de Davies, el equipo amarillo no aprovechó los dos momentos de dudas de su rival en el segundo cuarto para subir la renta por encima de los diez que, con la 'caraja' taronja, hubiera sido un mundo. La cara de cabreo con la que se marchó Lakovic era el reflejo de todo eso. El Valencia Basket tardó doce minutos en volver a la pista. Aunque tardó, subió la intensidad para salvar el fracaso copero.

Mumbrú: «Tenemos carácter de luchar hasta el final»

El técnico taronja, en una larga valoración tras la victoria, destacó que su equipo supo esperar su momento para ganar al Gran Canaria: «Como dije en la previa estamos en la Copa del Rey, donde hay ocho equipazos que quieren jugar un gran baloncesto. Sabemos de la dificultad porque todos los equipos vienen con una ambición máxima. En la primera parte no estuvimos con el ritmo ofensivo y defensivo para competir bien al Gran Canaria. En la segunda fuimos capaces de cambiar el ritmo y en el último cuarto ya estuvimos en ritmo de partido. Siempre hay imprecisiones y tuvimos muchas. En la prórroga fuimos capaces de salir concentrados para sentenciar. Estoy contento por mis jugadores porque han luchado y feliz por la gente del Valencia Basket. Tuvimos un error defensivo que nos costó el triple de la prórroga y había que recuperarlos anímicamente. En ese momento les mostré tranquilidad. Tenemos carácter de jugar hasta el final. En los momentos de dificultad sin cincos todos estos partidos no hemos puesto excusas. Davies nos ha dado mucho pero ahora hay que ver cómo está para la semifinal, si está dolorido nos tendrá que aportar otro».

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