A la Copa entre los grandes de Euroliga

Un gris Valencia Basket despertó justo a tiempo para ganar por 59-66 en la cancha de un Bayern de Munich tan errático o más que el conjunto español que con el triunfo se mantiene en la séptima posición de la fase regular de la Eurologa.

Los puntos de Mike Tobey y Aaron Doornekamp en los cinco últimos minutos permitieron cerrar un triunfo cimentado en la mejoría desde la línea de triples en la segunda parte.

Arrancó ya espeso el Valencia ante un Bayern con las ideas mas claras, y que giró alrededor de Monroe. La agresividad de Marinkovic, que sumó 8 de los 12 primeros puntos de su equipo, dio tiempo a que los visitantes se asentaran con una mejor lectura ofensiva (9-14, m.7).

El encuentro se atascó en el tramo final del primer cuarto y el Valencia, con el escolta serbio relegado al banquillo sólo anotó un punto en seis minutos, lo que facilitó que el equipo alemán también muy fallón se pusiera por delante con apenas una par de acciones.

Buscó y encontró el Valencia a Dubljevic para no desengancharse pero el Bayern supo atacar a Quinco Colom en defensa para abrir brecha. El pésimo porcentaje desde la línea de tres lastró al conjunto español pues sólo anotó uno de sus primeros dieciséis tiros (28-19, m.18).

Pese a una pequeña reacción en el último minuto la falta de confianza impidió que el Valencia sacar demasiado partido y apenas pudo reducir a seis puntos su desventaja (30-24, m.20).

El paso por el vestuario dio un punto de alegría al Valencia que apenas tardó dos minutos para poner en marcha un parcial de 0-8 que le puso por delante con un triple de Ndour.

Otra canasta del senegalés desde más allá de la línea de 6'75 dio algo de aire ante el despertar de los locales, lastrado también por su 0 de 10 en tiros de tres.

El Valencia volvió a bloquearse, sin ideas y ejecutando mal las pocas que tenía. Los puntos de Monroe y un par de penetraciones pusieron por delante a los locales y obligaron a Jaume Ponsarnau a tratar de levantar a su equipo con un tiempo muerto.

Errático también desde la línea de tiros libres (5 de 10), el Valencia se agarró a un par de triples de Doornekamp para compensar los que metió Koponen para los locales (46-45, m.30).

Un triple de Abalde y un par de conexiones entre Colom y Tobey dieron algo de alegría al conjunto español y el estadounidense redondeó su actuación con un triple. Y el Valencia viendo la victoria en el bolsillo aceleró y con dos grandes acciones de Doornekamp abrió hueco (52-60, m.37).

Dos perdidas, una de Labeyrie y otra de Abalde, pusieron en riesgo el triunfo pero una canasta de Doornekamp y un balón regalado por Dedovic permitieron al Valencia cerrar su victoria más gris, pero que vale igual.

En la Euroliga no se hacen prisioneros. Tampoco amigos. La Euroliga no te regala nada, tampoco te perdona. El Bayern tuvo contra las cuerdas en la primera parte a un Valencia Basket aturdido por su falta de acierto pero no lo aprovechó. Dejó con vida a un equipo que sueña con el Top 8 y el conjunto taronja, tras calmarse, no le perdonó la vida al conjunto alemán. Sacó el colmillo para llevarse, posiblemente, la victoria con menos brillo de su historia en la Euroliga. No se puede ganar más con menos... pero eso si disputan el Top 8 dará igual. Los valencianos llegan al parón del torneo, a la semana de la Copa, séptimos con un balance de 12-12 a diez jornadas para el final donde seis partidos se jugarán en la Fonteta. Soñar está permitido.

El equipo de Ponsarnau supo esperar al momento oportuno. El despertador sonó con el 52-50 tras triple de Lucic. Un arreón de 0-10 tumbó a un Bayern que no se esperaba el golpe. Con Tobey de protagonista que anotó cinco de esos diez puntos (52-60). Con tres minutos por disputarse. Aún restaban por llegar los últimos coletazos de un partido surrealista. Una pérdida de Labeyrie y otra de Abalde tras resbalarse subió la tensión a un encuentro que ya estaba muerto (59-62) pero una canasta de Doornekamp, que se había quedado de palomero a lo Iturriaga, sentenció la victoria (59-64). Sin brillo. ¿A quién le importa?. 12-12, séptimos y en puestos de Top 8 antes de la Copa. Nadie se lo hubiera creído cuando el Valencia Basket salió del OAKA con un 1-6. Desde entonces, 11 victorias y 6 derrotas. Un balance de grande.

El mejor símbolo de lo perecedero que es calendario en el actual formato de la Copa de Europa es que cuando los jugadores de Ponsarnau estaban celebrando la victoria, eufóricos, ya nadie se acordaba de que habíamos asistido a la peor primera parte taronja en lo que va de Euroliga, en esta ecuación hay que meter siempre la calidad del rival que tienes enfrente, y que tuvo el epílogo perfecto. Una de las situaciones que más se repite en el equipo de Ponsarnau y que no tiene ninguna justificación. Con tres faltas de equipo atacó el Bayern la última posesión antes del descanso. No hubo ni amago de falta antes el triple fallado que llegó en modo de rebote a las manos de Monroe para anotar el 30-24. Lo único que salvó en ese instante a los valencianos de un naufragio es que el Bayern fue simplemente el menos malo de los dos. Ante un equipo con más acierto, o con más calidad, la fiesta se hubiera acabado en el Audi Dome a los 20 minutos.

El Valencia Basket se marchó al descanso con un 2 de 17 en el triple, un horrible 11% que ni siquiera consoló el 0 de 6 de su rival. Será complicado volver a presenciar un partido de Euroliga donde tras la primera parte el acumulado en el triple sea un 1 de 23. El 8 de 16 en tiros de dos, con Dubljevic como el único que exploró esa vía tras el fiasco exterior, fue el mejor aviso del camino a tomar con una noche aciaga. Tras un mal inicio, la entrada de Colom y los puntos de Marinkovic llevaron al 9-14 a 3.30 para el final del primer cuarto. El parcial hasta el descanso fue 21-10. En el inicio del tercer cuarto se mantuvo el marcador bajo y, por momentos, se rozó el poder competir con una de las anotaciones conjuntas más bajas de la historia del torneo. A falta de 14 minutos para el final el tanteo era 37-35. La activación final de los taronja, las piernas empiezan a acusar tanto desgaste, le llevó a la séptima plaza.