Wil Thomas sale al rescate taronja

El UCAM Murcia recibe al Valencia Basket en el choque correspondiente a la jornada 3 de Liga ACB, a las 17 horas en el Palacio de los Deportes.

Jaume Ponsarnau podrá contar con: Vives, Sastre, Matt Thomas, Dubljevic, Doornekamp, Sergi, Van Rossom, Abalde, Will Thomas, Ion Galarza y Alejandro Rivas.

El técnico del UCAM, Javi juárez, con: Kloof, Milton Doyle, Brad Oleson, Soko, Delía, Edu Durán, Alex Urtasun, Damjan Rudez, Emanuel Cate, Kevin Tumba, Rojas y Booker.

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El guionista del inicio de temporada del Valencia Basket está empeñado en amargarle el debut a Jaume Ponsarnau en el arranque de su proyecto al frente del banquillo taronja. Comenzó con el calendario, poniendo encima de la mesa un octubre de máxima exigencia, y el segundo capítulo ha sido desenterrar los fantasmas de la plaga de lesiones. Es cierto que la situación, por la herencia recibida, no es comparable aún con lo ocurrido la pasada campaña pero el dato objetivo es que en los próximos partidos los valencianos tendrán cinco bajas. Un número que retumba en la enfermería de la Fonteta desde hace meses. La plantilla de catorce confeccionada esta temporada lleva a nueve la rotación pero también es cierto que ahora no existen los comodines de los cedidos Hlinason y Puerto.

La lesión de Labeyrie, que no pudo disputar la segunda parte ante el Real Madrid y que las pruebas médicas determinaron ayer que sufre una distensión en el aductor izquierdo, deja sin margen de maniobra al cuerpo técnico, que tuvo que completar la convocatoria con Ion Galarza y Alejandro Rivas, un ala-pívot de 2.02 procedente del Llíria que juega con el filial. Con gran proyección y movimientos en la pintura, por cierto. El gran problema de las cinco bajas es que llegan en una semana donde el Valencia Basket está obligado a reaccionar en la ACB. Tras comenzar la Liga con un 0-2, algo que no ocurría desde 2006, dentro del club no se quiere ni pensar en un escenario donde no se comience a sumar en Murcia o el próximo domingo en Santiago. Para complicar aún más el asunto, en medio le espera al equipo el viaje a Ankara para jugar frente al Turk Telekom en la Eurocup.

El UCAM Murcia aplazó su partido de la segunda jornada liguera al disputar la vuelta de la ronda clasificatoria de la Champions. El conjunto murciano, que ganó de nueve en la ida en Charleroi, sufrió frente a los belgas para acabar clasificándose pese a perder en el Palacio por 78-82. En su debut en la ACB rozaron el triunfo frente al MoraBanc en Andorra, donde perdieron 78-76. El precedente en el amistoso de Alcoi, un rotundo 85-58 para los de Ponsarnau, ha perdido fiabilidad porque la realidad física de los dos equipos es, a día de hoy, muy diferente a la de aquel encuentro. El remozado UCAM, con la llegada al banquillo de Javi Juárez, tiene en Marcos Delía a su referencia en el inicio de la temporada tras las marchas sensibles de Lima y Benite. El argentino, junto a Soko, Booker y Doyle, es una de las amenazas de un conjunto murciano que sigue teniendo como sello la dureza en el juego. El Valencia Basket tratará de alargar su buena racha en Murcia, donde ha ganado ocho de los últimos diez partidos. Los dos más cercanos, eso sí, con sufrimiento extremo, 75-78 y 91-93.

Para jugar bien al baloncesto no hace falta ser el más alto, el más fuerte y el más talentoso. Si, además, tu posición es interior esas virtudes pueden suplirse con una visión privilegiada de cómo te tienes que mover en una pista. Controlar el espacio y el tiempo. Will Thomas realizó ayer en Murcia su mejor partido con la camiseta del Valencia Basket. Entendió a la perfección que las bajas de Tobey y Labeyrie le iban a exigir una concentración máxima para rendir al cuatro y al cinco. Tanto empeño le puso que le salió un auténtico clínic sobre el parquet del Palacio. Más allá de sus números abrumadores que le llevaron a ser el MVP de la jornada (25 puntos con sólo 14 tiros, 8 rebotes, 4 asistencias y 36 de valoración) la sensación que dio sobre la pista fue la de controlar en todo momento lo que más necesitaba su equipo, para desespero de Soko, Rudez, Cate y Delía. El de Baltimore, el mismo ADN de Hopkins, dejó muchos cadáveres a su paso. «No es un jugador que entre por los ojos pero es un jugador que entra por el corazón», así lo definió Ponsarnau tras la victoria. Sus 27 minutos y 21 segundos de ayer deberían proyectarse a todos los niños y niñas de L'Alqueria que sueñen con convertirse en profesionales.

El Valencia Basket, como es obvio, no sumó su primera victoria en la ACB tan sólo por la exhibición de Thomas. El plan del técnico de Tàrrega salió a la perfección, con una rotación basada en ocho jugadores donde 6 de ellos disputaron más de 22 minutos. De largo, el conjunto taronja realizó el mejor partido defensivo del arranque de temporada contabilizando los 40 minutos de juego. Esa constante, con ocho robos de balón, un gran nivel atrás de Sastre, Vives y Doornekamp, y la lúcida dirección de Van Rossom convirtió el partido para el UCAM en un auténtico muro. Muy alto. Ese nivel defensivo permitió al Valencia Basket encontrar más minutos de inspiración en ataque para sellar una victoria de manual, la primera en la ACB, que sirve de oxígeno para afrontar una semana viajera.

Los taronja avisaron muy pronto de sus intenciones (0-6) en un primer cuarto donde los hombres de Ponsarnau mantuvieron la calma para contestar la reacción de los murcianos (11-11) y sellar un buen primer cuarto (13-20) que le sirvió para asentarse en el partido. En el segundo, arrancó en todo su brillo la exhibición de Will Thomas. El americano comenzó anotando un triple (16-23) y cuando el UCAM volvió a poner en apuros a su equipo (29-31) abrió el campo para encontrar a tiradores como Sastre (29-39). Le sobró tiempo para aleccionar a Abalde durante los segundos que el gallego jugó de cuatro para dar descanso a Doornekamp. Al paso por vestuarios el Valencia Basket dominaba claramente (31-42).

Un triple de Van Rossom permitió a los valencianos comenzar a amasar una renta interesante (35-48) que llegó hasta las catorce tras otro momento de inspiración de Will Thomas, que anotó como quiso ante Rudez y supo conectar con Dubljevic (46-60). Eso sí, cuatro puntos en una misma jugada de Rojas, permitieron al UCAM llegar con vida tras la primera jugada del último cuarto (54-62). Apareció de nuevo el de Baltimore que, con siete puntos consecutivos, elevó otra vez el listón a una distancia (56-69) que ya fue imposible superar por los de Juárez. Una victoria de aliño... y necesaria.