En ocasiones, hay sonidos que terminan siendo más importantes que las imágenes. El Valencia Basket mereció perder ante el Asvel en el segundo partido de ... la Euroliga, más allá de haber tirado una renta inicial de trece (27-14) y otra de doce en el segundo cuarto (32-20), y la Fonteta estalló después de que Matthews anotara el tiro libre que sentenciaba la victoria (76-77) tras un ataque donde Harper, con el partido empatado y el rival en bonus, dilapidó la última jugada arriesgando con un triple bien defendido que, además, terminó con falta del base para permitir cerrar la victoria de los galos.
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Una tercera derrota consecutiva, en un arranque de temporada que además viene tras un verano casi sin preparación y con un equipo muy renovado, no suele tener más consecuencias que el lógico cabreo por perder pero la Fonteta volcó toda su frustración con una de las mayores broncas que se recuerdan en el pabellón en un quinto partido de un curso. Fue un sonido objetivo, muy claro y potente, que se centró en Mumbrú. El técnico, al abandonar la pista, recibió la mayor carga de las críticas. Eso fue lo que pasó y así hay que contarlo. «Entiendo que el público pueda opinar, sólo faltaría. Ellos pueden decir si las cosas están bien o mal. El equipo ha mejorado mucho comparado con los dos últimos partidos. Hemos llegado a un final ajustado y no hemos sabido rematarlo».
La tendencia de los taronja de complicarse la vida en este arranque de la temporada llegó en el momento más inesperado e inoportuno, cuando el marcador reflejaba un 32-20 y con un equipo, el valenciano, dominando el rebote al Asvel y el tempo de partido. Todo cambió con una jugada en la que señaló una antideportiva sobre Harper, por un codazo, que luego se retiró. Emergió entonces la magia de De Colo. El cerebro gris en un baloncesto moderno lleno de músculo. Mumbrú no supo leer ese momento, puesto que ni Harper ni Jones supieron leer en pista lo que estaba fabricando el que fuera campeón de la Eurocup en 2010 con los taronja. Para intentar frenarlo, ni se utilizó la baza de Van Rossom ni en esa primera parte la de Puerto. Más cabreo. El galo lideró un 6-22 que volteó el marcador al descanso (38-42).
El problema es que De Colo siguió mandando en el arranque del tercer cuarto (38-48) hasta que el Valencia Basket subió el tono físico -mejor con Rivero que con Dubljevic- para volver a remontar el partido con un dos más uno de Harper (59-58). La alegría duró poco, porque el Asvel terminó el tercer cuarto por encima (59-62). El último arreón taronja para empatar tras un punteo a De Colo y un mate (72-72). Se fue al banquillo y aunque Mumbrú aclaró que fue el valenciano el que lo pidió el incendio ya estaba montado. Nervios. Muchos.
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