Otro gran zarpazo de carácter del Valencia Basket

El único 'pero' del partido, más allá de la falta de acierto en los tres primeros cuartos, es que Robertson sigue sin despertar. Lo intenta, su entrenador no para de darle oportunidades y rotaciones, pero sigue sin sumar al mismo nivel que sus compañeros. Es por ello que la explosividad de Harper, que dejó robos y carreras por el parquet a ritmo de velocista para el recuerdo, fue clave para el triunfo del Valencia Basket. Arbalejo, en la entrevista que concedió a este periódico, avanzó que el regreso de Hermannsson llegará en unas semanas. Cuando el islandés tenga el alta deportiva, que no es lo mismo que la médica, Mumbrú tendrá que hacer tres descartes cada partido. Ahí será la meritocracia la que marque el camino de cada jugador en las rotaciones.

El primer cuarto fue espeso pero ese 15-14 dejó claro que para el Valencia Basket, en partidos donde no tenga mucha lucidez defensiva, le puede bastar con un rendimiento atrás que está a años luz de lo visto en las últimas temporadas. Muy en plural. En el segundo, de la mano de Matt Thomas, el equipo de Berlín hizo mucho daño en el aro taronja pero una canasta de Jones al límite permitió a los locales marcharse por delante al descanso (41-39). Los siete rebotes ofensivos del Alba se equilibraron se equilibraron por el 12-4 en puntos tras pérdidas y 10-0 a la contra. Ese aspecto iba a tener su importancia tras otro tercer cuarto áspero (15-15 de parcial) que llevó al partido a un último cuarto de infarto. El Alba elevó el nivel de nerviosismo con el 61-64 y la Fonteta, como supo destacar Mumbrú, entendió que tenía que levantar a su equipo. Lo hizo, con esa combinación explosiva de Harper, Davies y Ojeleye, para llevarse una victoria que sigue haciendo soñar al club.