Un gran aviso de aspirante al título

Casualidad, o no, el Valencia Basket mostró su versión más sólida en la Eurocup en una noche de baloncesto en la Fonteta donde dispuso de once jugadores de la primera plantilla. Tal y como está la temporada, es una noticia. Tras superar el pequeño brote de coronavirus, el juego colectivo de los valencianos se llevó por delante al Buducnost. Es cierto que en el vestuario taronja el partido se esperaba con ganas, tras todo lo ocurrido en la sala Moraca en la primera vuelta, y esa combinación de factores arrasó de la pista a los de Montenegro. Con la victoria, el Valencia Basket se coloca líder provisional del Grupo B con un balance de 8-3. La próxima semana puede ratificar esa condición en Gran Canaria. Todo, a tres semanas de una Copa del Rey que los taronja rozan con los dedos.

Las buenas noticias deportivas tienen que servir para que la gente se vaya animando. Los 2.367 espectadores que este martes asistieron a la Fonteta son la resistencia, es la media de los últimos partidos, pero a la vez una preocupación. Más allá de todos los asteriscos de la pandemia, que son innegables, es algo evidente que el proyecto masculino del club sigue sin calar demasiado hondo. A finales de enero, la tendencia debe hacer pensar. Esta vez, la culpa no es del entrenador. Más que nada porque Peñarroya tiene soldados en la grada.

El Valencia Basket firmó un partido redondo. Con alguna pequeña relajación, que corrigió al instante el entrenador pegando cuatro voces, pero completando el partido más serio de la temporada Eurocup. Cuando ganas 127-61 en valoración, metes 14 de 24 en triples y repartes 29 asistencias, es casi imposible perder un partido en el ámbito FIBA.

El equipo taronja ya acabó arrollando al Buducnost en la primera parte. Su técnico, el carismático Dzikic, se marchó mirando la estadística y pensando que el 53-33 en el marcador era, aunque suene fuerte, lo menos malo. Cuando tu rival te ha metido un 72-21 en valoración, ha anotado 8 de 11 en triples y ha repartido 15 asistencias... lo más normal es que ya esté cerrada el acta. Los de Peñarroya lo intentaron, con una máxima renta de 51-28 en una jugada donde unió un dos más uno de Tobey más asistencia a lo Petrovic de Dimitrijevic y una técnica a Reed, pero un triple final de Micov le dio algo de vida, pero muy poca, a la escuadra de Montenegro. Pronto se descubriría que era cierto.

El Valencia Basket saltó al tercer cuarto dispuesto a no dejar germinar la ilusión de la sorpresa (59-34), aunque es cierto que restaba mucho partido por delante. Eso siempre es abono para que en algún tramo llegue un conato de relajación. Sucedió con el 66-51 (parcial de 7-17) y Peñarroya paró el partido. Un arreón de Rivero, el cubano ha comenzado el 2022 en un momento dulce, y un triple sobre la bocina de Hermannsson dejaron las cosas en su lugar al final del tercer cuarto (75-55). En el último, lo único por despejar era la diferencia final que puede tener su peso en oro para la segunda fase de la competición. Tras el +27, buen botín, toca sellar el viernes el billete para Copa de Granada.