La Fonteta no se deja sorprender

Juan Carlos Villena

Valencia

Miércoles, 20 de abril 2022, 18:54 | Actualizado 23:57h.

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El Valencia Basket no se dejó sorprender por el Hamburgo, tras el campanazo del Ulm en Badalona, y sometió las ganas de los alemanes de dar la sorpresa en la Fonteta. Con una defensa muy seria, anulando a los tiradores, y un Rivero imparable en la pintura los taronja dieron el estirón clave para encarrilar el partido en los compases finales del tercer cuarto (69-54) y sentenciar en el último con una máxima renta de veinte (83-63). El triunfo mete a los valencianos en los cuartos de final de la Eurocup, lo mínimo que siempre ha conseguido el club el torneo menos en una ocasión (en 2016) y buscará las semifinales, también en la Fonteta, frente al rocoso Boulogne (líder de la Pro A en Francia) que pasó por encima del Reyer Venezia (87-66).

La noche fue redonda en la Fonteta, que se quitó la mascarilla con 5.386 espectadores, ya que en la previa se vivió un homenaje a Alfonso Castilla, que ha superado los 1.500 partidos como delegado taronja. El valenciano no se lo esperaba y no pudo contener la emoción mientras se proyectaba su imagen, junto a sus hijos, en el videomarcador. La ovación sentida de la Fonteta se repitió con Bruno Squarzia, uno de los pioneros del primer equipo del club en 1986 y que tampoco pudo contener la emoción.

Tras el 27-30, con un triple más adicional de Brown, el Valencia Basket ajustó la mira del partido que pasaba por cerrar el rebote y seguir atacando mirando a la pintura. El parcial de 21-11 hasta el descanso llegó por subir las líneas defensivas a los tiradores alemanes e insistir metiendo balones a Rivero, Dubljevic y Tobey. Los valencianos anotaron 34 de sus 48 puntos en la primera parte en la pintura, señalando el camino hacia un segundo tiempo sin margen para la sorpresa en la Fonteta, cosa que no ocurrió en Belgrado donde el Partizan quedó eliminado por el Bursaspor (95-103).

La receta para evitar que el Hamburgo creyera era apretar en el arranque del tercer cuarto. Con anotación fluida (60-48) y secando a las estrellas alemanas, Brown y Homesley, el Valencia Basket fue fraguando una ventaja que acabó siendo definitiva. «Era un partido en el que podíamos sufrir y había que aprender a sufrir», reconoció Peñarroya. Su equipo lo hizo y ya está a tres victorias de ser cinco veces campeón de Europa.