![San Emeterio y Rafa Martínez se estrenan como youtubers](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202005/16/media/cortadas/Screenshot_20200516-172334_YouTube-RMFX7bzWOL7UCoC4HC29HoJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Si algo no tiene durante la temporada un jugador de baloncesto que compagina la Euroliga con la ACB es tiempo libre. La cuarentena ha permitido que abran el foco y dos amigos llamados Fernando San Emeterio y Rafa Martínez decidieron comenzar el 25 de abril un camino con un directo de Instagram que ha derivado en un canal de YouTube y un podcast llamado Charlas de Café, donde cada semana comparten anécdotas con un personaje de la canasta. Desde que Oberto, Kammerichs y Asier García emitieron el mítico programa De Todo Menos Basket hace diecisiete años en LP Radio ningún jugador había creado, estando en activo en los taronja, una iniciativa tan próxima, fresca y divertida. Colom tiene un podcast llamado Basket Cast con Javier Gancedo pero que se creó antes de llegar a la Fonteta.
Por un error de volcado, del primer programa sólo tendrán recuerdo los que lo vivieron en directo. Se perdieron un torrente de anécdotas. Como la de Rafa Martínez en la boda de Marc Gasol: «Su compañero en la NBA Zach Randolph me confundió con un camarero. En el banquete se vino a hablar conmigo y me puso en la mano un billete de cien dólares para que le trajera cervezas. Estaba con Román Montañez y nos partimos«. Montañez, el invitado esta semana, fue protagonista de la primera anécdota de San Emeterio: «Metí mi primera canasta en la ACB y había que celebrarlo. Salí antes con mis amigos a tomar algo y a las doce venía todo el equipo de cenar celebrando la victoria. Iba un poco tocado y me uní a ellos. Fui al baño y vi a una chica guapa y me puse a hablar con ella diciendo que jugaba en el Forum, como estás. Ella dijo que nos conocía, yo todo crecido escuchándola, y que era la novia de Román Montáñez. Vamos, la novia de mi capitán. Con 17 años tenía que llegar a casa a las 12, llegué a las cuatro y me equivoqué de piso en la finca». Su padre le tuvo que rescatar «y al día siguiente me recibieron como un héroe en el entrenamiento».
La primera situación curiosa de los dos llegó en la concentración con España en 2012 previa a los Juegos de Londres. «Yo fui porque me llamó Scariolo diciendo que iba de jugador trece y con posibilidades» recordó Rafa «pero los dos estábamos con pubalgia». «Los dos callados y sufriendo», apuntó Fernando ante la risa de su amigo: «A los dos entrenamientos se me saltaban las lágrimas. Como teníamos el mismo problema nos ayudábamos con consejos pero nos dolía la vida. ¿Cómo van las cornadas? Los calentamientos eran un drama». El exjugador taronja reconoció la felicidad al final del calvario: «Llevaba seis meses con el dolor, al final estaba deseando que me dijera algo. Puede sonar contradictorio pero cuando me dijo que me fuera a casa me puse contento porque no podía más».
Esa anécdota le sirvió al catalán para hacer una reflexión sobre el diferente tipo de trabajo que se hace ahora en verano: «Antes se retiraba la gente pronto por las pretemporadas que eran un infierno. Ahora con 38 aún estoy jugando. En Manresa recuerdo hacer horas de carrera y luego a entrenar por la tarde. Ahora con 38 años mi mujer quiere que siga, me ha regalado el libro de Mamba Mentality de Kobe. Aún no lo he abierto». San Emeterio siguió con esa teoría: «Yo ví a Kevin Thompson pedir clemencia e ir a la habitación de Manel Comas para que quitara el entrenamiento de la tarde».
San Emeterio recordó el episodio de asma de Rafa Martínez contra el Estudiantes. «Estaba en el banquillo con Vives y tú metiéndolo todo y no parabas de correr. Se para el juego y veo que te da el asma. Vuelve el juego y sigues a tope hasta que en un tiempo muerto le dije al fisio que preparara el ventolín». «Al final luego me moría de risa», remató Martínez.
Pesic tenía que salir en la conversación. San Emeterio contó una buena anécdota en Girona: «Era la Final Four de la FIBA Cup. A Marc Gasol y a mí nos gusta pescar y Pesic nos llevó una semana concentrados a Platja D'Aro. Marc me convenció para llevar la caña de pescar para cuando tuviéramos un día libre, las subimos al autobús y no se enteró nadie. Al llegar nos esperamos a que bajaron todos y Pesic, que tiene un sexto sentido de pillar cosas, no se bajaba del autobús. Se quedó comiendo su manzana en el asiento, nos miró a los dos que éramos los únicos que quedaban y Marc y yo 'cagaos'. Al final subimos la caña al hotel y pescamos un lenguado». «Era genio y figura», remató Rafa.
El postureo fue su siguiente tema. «No entiendo a la gente que pone en las redes los vídeos de entrenar. Como el que pone la frutita por la mañana y te escribe healthy food. En nuestra época si decías que habías desayunado unas fresitas no llegabas al mediodía», apuntó el catalán «pero si lo hacen para ligar lo respeto». «Estoy sujetando el móvil con el MVP de la temporada 2010», bromeó el cántabro. «Yo de fondo tengo la escoba y el recogedor», le contestó el de Sampedor antes de desvelar algunos motes del Valencia Basket campeón de Liga «como Will Thomas que era Vicente del Bosque. Es clavado cuando era joven. El fideo Di Maria con Sastre, ceño fruncido cuando le ponían un tapón o una falta era Oriola, esa cara que ponía bajando y Sato era el pulcro, el aseado».
¿Qué le pasó a Rafa Martínez una vez con Sato? «Era al principio de Liga de su primer año y me lo ponen en la habitación. Era mayor que yo y ese día tenía la tripa regular. De madrugada noté un retortijón y me había cagado, había manchado. No podía decirle nada, además era súper ordenado, con sus cremas, las camisas ordenadas y en la cama ni se movía parecía Tutankamón. Me fui al baño, lavé los calzoncillos y los metí en una bolsa. Si llega a ser la segunda temporada tienes más confianza. Creo que ya no me pusieron más con él» y desveló el peor compañero que tuvo en la Fonteta: «Mi primer año en Valencia fue duro con Shammond 'el faraón' Williams. Me dieron ganas de volverme. Fue un infierno porque me hacía la vida imposible, quería ser el protagonista de todo. Me lo pusieron en la habitación y lo pasé mal».
Los dos amigos repasaron algunos momentos curiosos en sus años en Valencia. «En Málaga te suelen dar caña», le dijo San Emeterio. «Hasta en el carnet de identidad. Este año le gritaban a Mumbrú venga saca a la promesa, a la promesa. El fisio de mi equipo se moría de la risa», le contestó Rafa y Fernando remató: «A mí en Manresa un año que me dejé barba los que están detrás de la canasta uno me dijo cromañón». ¿Y de las semanas de John Bryant en Valencia? «Vaya peras», soltó Rafa. «Vaya tanque. Un día que me metí en la bañera de hielo con él dije alá no puede ser. Hay foto pero con miedo de que la cámara no hiciera el ruido al hacerla», remató Fernando.
Segundo capítulo
En la segunda entrega, donde estrenaron tazas personalizadas, Rafa Martínez se acordó de su etapa de cantera en Manresa con Ricard Casas «que me recogía del colegio en el coche y me ponía música de Mónica Naranjo» con alguna anécdota: «Era un buen tío pero era duro. Un día me subieron al primer equipo y estábamos entrenando en el CAR de Sant Cugat. Estaban las porterías de fútbol sala y nos quedamos Albert Oliver y yo, le pegué un chut a un balón y Ricard ponía multas si tocabas el balón con el pie. Me vio, vino todo serio y me pidió que fuera a buscarlo a la portería y le pidiera perdón a la pelota». San Emeterio contó otra: «Recuerdo una concentración con la selección que Marc Gasol que venía ya de la NBA hizo una bandeja y dijo 'oh finger roll', se acercó Ricard y le dijo hostia finger roll... ale date una vuelta a la pista».
San Emeterio contó la del 'troleo' a Juan Maroto, entrenador ayudante de Pedro Martínez: «Nos inventábamos historias o rumores, como cuando tiraron a Gentile del Milán y empezamos a decir que nos había dicho Llull que el Real Madrid lo iba a fichar. Se giró creyéndoselo. Siempre entraba a trapo. No sé si luego iría a contarle las cosas a Pedro Martínez».
Nocioni saltó a la palestra. Rafa Martínez abrió fuego: «Cuando vino cedido a Manresa yo era el junior. Venía con el bigote y me troleaba. Me cogía y me decía al inodoro... y de cabeza que iba a la taza. Pasaba hasta cuando nos encontrábamos tomando algo, me perseguía. Un día para zafarme sin querer le di un bolsazo a Braggs, un americano que teníamos, y dije estoy muerto». «A mí me dio dos años con que se iba a retirar y una vez en el hotel Lakua de Vitoria antes de un viaje de esos interminables tengo una foto suya tomando un café a las cuatro de la madrugada con cara de hundido», contó San Emeterio.
«Creo que me auto invité a tu boda, ¿Puede ser?», preguntó Rafa Martínez. San Emeterio contó la historia: «Puse en la misma mesa a Querejeta y a mi agente Arturo Ortega para que hablaran de sus cosas. Venía de meter la famosa canasta del título de la ACB. La mejor de mi boda es que había reservado un after para rezagados. Recuerdo la imagen de volver al hotel, desayunar y al subir a la habitación verte en el pasillo de rodillas pidiéndole perdón a un invitado amigo de mi padre que había salido a la puerta en albornoz por el ruido».
Rafa Martínez contó la de su hipo: «Menos mal que con mi ataque de hipo no estabas tú. Volviendo de Badalona fui a tomar algo con mi primo y empezó a darme hipo. Así estuve toda la noche y al día siguiente en el entrenamiento aún lo tenía. Pau Ribas se partía. El segundo día me seguía dando ataques de unos minutos cada tres o cuatro horas y me fui del entrenamiento porque todo el mundo se estaba descojonando y recuerdo a Carles Duran gritando al doctor. Acabé en el hospital y nadie me supo decir nada. Al final se me fue pero me llegó a desesperar».
Sobre el confinamiento, el catalán desveló algo: «Mi mujer cree que tengo el coronavirus, no se me acerca a menos de dos metros. Una de las normas la voy a llevar bien porque ahora muchas veces defiendo ya a más de metro y medio. Entrenando en casa era un drama porque me ponía a hacer flexiones y mi hija se me subía encima». «Yo también, estoy boquerón», remató San Emeterio.
Jordi Trias y Guillem Vives
La tercera charla fue la primera con invitados, Jordi Trias y Guillem Vives, donde se explicó que el origen del nombre fueron aquellos cafés que se tomaban los cuatro en los aeropuertos y hoteles. «En los viajes iba con mis pensamientos, me gustaba lo de antes cuando todo el mundo hablaba con los compañeros», señaló Trias. Vives avaló esa actitud «porque los viajes en bus desde Barcelona se me pasaban volando contigo. Nos salían conversaciones muy profundas» y San Emeterio apuntilló: «Eras un comodín porque cuando alguien se aburría de ver una serie siempre decía me voy a hablar con Jordi. Conversaciones interesantes».
Rafa conversó con Vives: «Tu mote de joven veterano es clavado. En Andorra te hiciste un hombre». «Estábamos en cuadro con Perasovic y no jugaba mucho. Me cogió y me dijo que tenía que ser el mariscal del equipo. A Aguilar le tocó jugar de alero y no se sabía las jugadas en esa posición. Ganamos ese partido», contó Vives. «Nos ganasteis, cabrones», recordó Trías que en esa temporada jugaba en el Andorra.
Trías elogió la figura de San Emeterio: «Me gustaba porque siempre tenías la frase perfecta para ayudar o quitar presión a un compañero. Eso y que estabas en el banquillo y decías le voy a sacar una falta a ese, salías y efectivamente se la sacabas». «Fue el año de las 28 victorias seguidas y en la habitación le decía a Jordi hoy ponemos la cabeza. El día que no lo dije y que ganábamos fácil fue el que perdimos con el Limoges», rememoró Fernando.
Una de la historias más curiosas fue la de la primera técnica de Trías. «David Doblas me sacó un codo y lo que me jodió es que me salió sangre en la boca, se lo enseñé al árbitro y me pitaron técnica. La única que me pitaron en mi carrera. Recuerdo Fernando que tú luego la liaste», contó el gerundense. San Emeterio narró el resto: «En el banquillo dije que había que defenderlo porque él es tan bueno que no le dijo nada y Doblas no le había pedido perdón. Me enfadé y yendo al vestuario al descanso te dije vamos liarla. Voy a por David y le dije de todo, él se volvió porque sabía que entraba seguro». «A mí esas cosas no me salen, entró al trapo a la primera», contó Rafa que recuerda que en aquel partido de San Sebastián pasó de todo: «Fue el del récord de triples y yo no entendía nada, sólo escuchaba desde el banquillo tirad triples, tirad triples. Yo pensaba que era que Pedro Martínez quería entrenar el rebote ofensivo». San Emeterio desveló que fue un viaje donde pasó de todo: «Gané una Champions en la Play por penaltis jugando con el Huesca». «Nunca te he visto más enfadado que jugando a la Play, perdías una partida y te ponías a pegar patadas y gritarle tullidos a tus jugadores. Un día estirando en un entrene de la Copa del Rey de A Coruña me dices estoy nervioso por el partido y te contesté ¿el de mañana? No, el de la Play que juego esta noche», remató Trías.
Vives contó una muy buena de la semifinal de la Liga Endesa de 2016 contra el Real Madrid: «Ese año recuerdo la semifinal contra el Madrid que estaba Nocioni tirando un tiro libre y Fernando le gritaba ¡Somos el Atlético de Madrid, no hay manera de ganarnos!. El Chapu le miró en plan está fatal». Trías, una de su primeros entrenamientos en el Barcelona: «Llegué muy joven y en uno de los primeros entrenamientos estamos el clásico ejercicio de zig zag hasta medio campo y luego un uno contra uno. Me toca con Dueñas y al llegar a medio campo la lanza de gancho como diciendo ¿este ejercicio me lo pones a mí' Lo repitió varias veces y yo corriendo a por el balón».
Rafa Martínez recordó el cariño de la Fonteta a Trías: «No recuerdo un momento como aquel de la Fonteta de pie el día que sales contra el Manresa de titular y te salistes». «En Valencia lo que viví fue brutal, me sentí muy querido pese a que tenía un rol con muy pocos minutos. Fernando me dijo en un tiempo muerto que estaba a un rebote del doble doble. Me acuerdo de tu consejo de ante Musli corre como un caballo», recordó el de Girona.
¿Qué es el Halcón Milenario? El nombre que le dieron a una táctica defensiva de Pedro Martínez para intentar cortar el balón en una situación de dentro-fuera batiendo los brazos para intentar cortar lo hacía a cámara lenta. Vives: «El típico partido del fin de semana que el interior rival nos había matado sabías que el lúnes iba a sacar el halcón». Los cuatro tienen claro que dejó de usarla porque se dio cuenta del cachondeo.
Román Montañez, el último invitado
El invitado de esta semana, con el estreno en el canal de una cabecera, fue Román Montáñez. Amigo personal de los dos y que explicó una anécdota en una noche de fiesta en Valladolid después de haber sido multados por algo similar: «Estamos en La Salamandra y entró el director general del equipo, Corrales se escondió detrás de la barra y yo en el baño. Entró a buscarme y yo callado con la copa, aguanté veinte minutos hasta que se fue. El plan no fue tan perfecto porque el día siguiente fue movido».
El catalán contó alguna de los veranos en Santander visitando a San Emeterio: «Llegábamos a la playa cuando todo el mundo se estaba marchando a comer. Cuando llegábamos a casa del abuelo nos había hecho comida que parecía que estaba criando unos cerdos para la matanza». San Emeterio descubrió su táctica para poder salir de casa en Valladolid siendo más joven que su amigo: «Le decía a mis padres que me iba a casa de Román a ver la NBA pero claro no podía salir en vaqueros, iba en chándal y Román me guardaba en el maletero del coche la ropa de salir». «El jueves era el día clave para ver la NBA porque en Pucela eran muy potentes», relató Montañez que señaló que San Emeterio era muy pijo vistiendo. «Pablo Laso me llamaba 'el marqués'», reconoció Fernando.
San Emeterio recordó al añorado Manel Comas: «Nos ponía el horario Michelín que era llegar a las nueve, sesión de video, luego entrene y más por la tarde. El scouting tomábamos nosotros las notas viendo la tele» y Montañez habló de Ponsarnau, al que apodaron 'el mago'. Rafa Martínez contó el motivo: «Cuando entré en el primer equipo del Manresa él era el tercer entrenador y tenía más pelo. Pasó a ser primero en un año y medio cuando estábamos hundidos en la LEB. Debutó en Gijón y ya sabéis los cambios de tono de voz que usa. Ganamos ese partido. Ahí comenzó la magia porque subimos a la ACB ganando la Liga» «Aquí lo ha hecho dos años seguidos, el primero perdimos en Tenerife y luego para arriba y este año empezamos la Euroliga para atrás y ahora estábamos peleando por el playoff», remató San Emeterio que desveló que Ponsarnau también pone multas por dar patadas al balón o a las botellas.
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