La Euroliga se fija en Valencia como sede ante una eventual burbuja

El avance de la segunda ola del coronavirus está cercando a la Euroliga. A la suspensión de partidos por contagios en los equipos –el brote del Zenit le sigue impidiendo jugar sus encuentros– se suman las restricciones que están empezando a aplicar los países por el avance de la pandemia. Esta jornada, el encuentro entre el Armani y el Alba Berlín que se debía disputar hoy en Milán no se celebrará porque el conjunto alemán «solicitó la suspensión del juego debido a la legislación local que impone medidas de cuarentena al equipo, lo que lo deja sin el mínimo de ocho jugadores en la lista de autorizaciones aptas para jugar». La Euroliga ya prepara un Plan B en el caso de que se tenga que modificar el sistema de competición a corto plazo si aumentan las restricciones y se acumulan los partidos sin jugar. Una de las sedes que se están estudiando, tal y como pudo confirmar este periódico, es Valencia. Más allá de las cifras de la ciudad con respecto al Covid-19, la Fase Final de la ACB demostró que es un lugar preparado para crear una burbuja sanitaria con garantía para los equipos en el caso de tener que cerrar la Euroliga.

El Valencia Basket también está atento a la resolución dictada tras la reunión del miércoles entre el Ministerio de Sanidad y los responsables de las Comunidades Autónomas donde se decidió prohibir la asistencia de público en partidos de competiciones europeas que se disputen en España como medida de contención de la segunda ola. Afecta a los partidos de la Euroliga, donde el aforo de la Fonteta estaba siendo de 400 espectadores aplicando la normativa de la Generalitat. Cuando la entidad de la Fonteta reciba en informe oficial comunicará la fórmula para devolver el importe de las entradas del partido ante el Armani Milán, previsto para el viernes 6 de noviembre a las 21 horas, que ya había venido.