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El CSKA cortó en seco la racha del Valencia Basket, que no pudo conseguir su cuarta victoria en ocho días. El conjunto moscovita supo madurar el partido hasta encontrar el punto en el que a su rival le faltaron piernas en la pista y un punto de riesgo en el banquillo. Cuando James y Clyburn aparecieron, con Voigtmann de escudero, el Valencia Basket no encontró una respuesta a la altura (71-60 a falta de 6:52). Kalinic sacó el orgullo con cinco puntos consecutivos (71-65) pero en ese momento descansó un minuto y medio. Fue letal. Cuando volvió la dinámica era de nuevo favorable al CSKA que, con un fallo en el tiro de Marinkovic y una canasta de Voigtmann selló la victoria (77-67). Sólo restaba luchar por el average, que a final de curso puede ser muy importante para el Top 8.
A nivel global, el Valencia Basket sigue completando un buen inicio de la Euroliga puesto que su ratio entre los partidos de casa y a domicilio es de +1 gracias a los triunfos en Madrid y Kaunas. Si mantiene el pulso en la Fonteta, la próxima jornada recibe al Armani, seguirá en dinámica de playoff. Con un partido menos es quinto.
El aspecto más preocupante sigue siendo el rendimiento de Derrick Williams. Ponsarnau -como en Santiago- volvió a invertir en el americano y la respuesta no fue de nuevo la esperada. A Williams se le ve bloqueado (1 de 6 en tiros en Moscú) y fuera de punto. Con buena actitud, sería injusto decir lo contrario, pero sin aportar al nivel de lo que requiere su rol. Pradilla demostró que quiere que le den una oportunidad. Lo está pidiendo en la pista. En cinco minutos aportó 7 puntos, 4 rebotes y 8 de valoración. También descaro. No estaba en el scouting de Itoudis con lo que era una buena arma para el despiste. Siempre quedará en la duda porque Ponsarnau decidió no utilizarla en el segundo tiempo para seguir invirtiendo en Williams. Una vez más.
Con Puerto de titular -el canterano disputó diez minutos de calidad en el partido- el Valencia Basket tuvo una buena puesta en escena que terminó con un mate de Williams. Su única canasta (11-14). Desde entonces, el CSKA apretó las tuercas con el despertar anotador de Mike James para amasar un parcial de 17-2 que llegó hasta el tercer minuto del segundo cuarto con un 9-0 en ese tramo del periodo (28-16). Fue el momento en el que apareció Pradilla. La defensa moscovita no tenía informes del aragonés. La perla de 2001 lo aprovechó e Itoudis tuvo que parar el partido con 28-27 para frenar un movimiento de piezas que no esperaba, con Pradilla acumulando 7 puntos y 11 de valoración en un visto y no visto. Un triple de Prepelic (30-30) estiró el parcial a un 2-14 pero los rusos contestaron con otro de 14-5 para cerrar la primera parte con el 44-35. En un partido de rachas, la victoria se la iba a llevar el que más piernas e inspiración tuviera en pista.
La condena del Valencia Basket fue que muchos jugadores estuvieron apagados. Entre Prepelic, Williams, Tobey y Vives acumularon un -56 en el +/- en pista. Un agujero demasiado profundo para pretender ganar en una pista que sigue siendo maldita para los valencianos, con cuatro derrotas en otras tantas visitas. El CSKA olió todas esas carencias para poner la máxima renta al inicio del tercer cuarto (47-35). Desde entonces, pese a los intentos de su rival por acercarse, ya manejó el partido a su antojo. Entre Dubljevic, Labeyrie y un triple de Vives se volvieron a acercar los taronja (55-50) dejando en cuatro la renta al inicio del último cuarto (62-58). Dos triples, de Clyburn y Voigtmann, volvieron a subir la ventaja a once y resultaron decisivos. Faltaron piernas, frescura, riesgo y acierto.
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