La Fonteta se blinda ante la tensión
El despliegue policial en el pabellón taronja se duplica para el Hapoel Tel Aviv. Una protesta a favor de Palestina congrega a medio centenar de personas, sin incidentes con los aficionados del conjunto israelí
Para que se hagan una idea, en un partido normal y corriente del Valenciat Basket en la Fonteta, suele haber un par de furgones policiales ... en los aledaños de la puerta principal del pabellón y un par de decenas de agentes controlando la situación. No obstante, este partido contra el Hapoel Tel Aviv no era uno normal.
Literalmente, fue declarado de riesgo medio, motivo por el cual se vio desplegado un gran efectivo de cuerpos y fuerzas de seguridad, con prácticamente el triple o cuádriple de lo habitual, con presencia de perros policiales y hasta miembros del equipo de subsuelo vigilando las entrañas del pabellón. Un blindaje necesario ante la alta tensión que se había generado en los días previos al encuentro contra el equipo israelí y especialmente a raíz de los incidentes ocurridos en el segundo partido de la eliminatoria, donde los aficionados del Hapoel cantaron al unísono «Valencia hijos de puta», entre otros momentos de tensión.
Unas dos horas y media antes del inicio del encuentro en la Fonteta, los furgones policiales empezaban a llegar. Poco después hizo su aparición el autobús del Hapoel, que llegó plácidamente sin recibimiento, ya que apenas se desplazaron medio centenar de aficionados israelís, que no acudieron con tanta antelación. No hubo tampoco momentos tensos con la afición rival, que tuvo que encontrarse una protesta en favor de Palestina que había sido convocada para las 19:30 horas en los aledaños del pabellón taronja. La manifestación, con multitud de banderas del estado palestino, congregó a otro medio centenar de personas, que realizaron cánticos variados en contra de Israel y del Hapoel, sin llegar a nada peligroso, ya que ningún aficionado visitante se cruzó con ellos. La policía, en todo momento, se cercioró de que la protesta tuviera una índole pacífica, que más allá de los megáfonos, no tuvo ningún ingrediente violento.
Ya en el inicio del partido y en el interior de la Fonteta, el Hapoel fue recibido con una sonora y fuerte pitada por parte de la afición del Valencia Basket. El club taronja había preparado además un tifo especial, repartiendo pañueños naranjas en cada una de las butacas del pabellón, para que en el momento de las introducciones iniciales, todos los aficionados presentes los levantaran en el aire formando así un colorido mosaico que intimidara a los jugadores del Hapoel.
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