Una emocionada Anna Gómez se despide de la Fonteta. miguel ángel polo

El sueño de la Liga se aplaza

Kahleah Copper vuelve a mostrarse como diferencial en la serie y Anna Gómez emociona a los 6.000 espectadores con aroma a despedida El Avenida se proclama justo campeón y la afición de Valencia llena las gradas

JUAN CARLOS VILLENA

Viernes, 13 de mayo 2022, 00:13

valencia. El Perfumerías Avenida se proclamó ayer, de forma justa, campeón de la Liga Femenina. En Valencia, donde también conquistó la Copa. Un doblete que celebró en el parquet, como siempre tienen que hacer los campeones. Ganen donde ganen. Esa imagen, y la de los 6.000 espectadores en la Fonteta que permitieron una postal que hacía muchos años que no se veía en España en un partido de la Liga Femenina, sin duda que fueron los otros aspectos ganadores de la noche. El Avenida ganó el título deportivo. Valencia ganó el de la grada, puesto que esa semilla de identificación con el proyecto taronja tiene que ser la clave a medio plazo. Cuando se sequen las lágrimas, la temporada habrá dejado dos títulos (las dos Supercopas) y un subcampeonato de Liga que puede abrir las puertas de la Euroliga. Conviene no olvidar.

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En la pista, Copper volvió a ser la jugadora diferencial. Lo fue en el primer partido en Salamanca y lo volvió a ser ayer. Cuando más apretaba el Valencia Basket, ella daba un paso al frente. No pudo evitar que las de Burgos tuvieran una última opción de empatar la serie. Ouviña subió el 62-65 con una canasta más adicional. Allen taponó el siguiente tiro a Domínguez y con 33 segundos, el Valencia Basket no supo gestionar bien el último ataque, con tiros fallados de Gülich y Ouviña. Ahí se terminó la final y comenzó el homenaje improvisado a Anna Gómez. La capitana de Alfara recogió muy emocionada el trofeo de subcampeonas y en su corazón el aplauso más sincero, y largo, de la Fonteta. En el ambiente flotó toda la noche que puede ser la última vez que la pise como taronja. Una duda, y ecuación, que se deberá despejar en breve.

La definición de la temporada fue la rueda de prensa de Ouviña. La aragonesa se rompió cuando fue preguntada por su año. Sin poder articular palabra durante unos segundos eternos, se sinceró: «He estado emocionalmente fatal, con muchos baches. No sé si soy una persona muy exigente pero he tenido momentos de querer tirar la toalla y sé que eso se puede llegar a contagiar. Me da rabia pero siento orgullo de que todas hemos tirado hacia adelante con las lesiones. La sensación ha sido colectiva y entre todas hemos conseguido jugar una final de la que estoy muy orgullosa de haber llegado, de mis compañeras y de toda la gente del club que nos ha ayudad».

El gran problema para las taronja en la primera parte es que tras el 13-11 que puso una Allen eléctrica, volvió a faltar fluidez en los ataques. El Avenida, con el temple de Domínguez y los puntos de Copper (13 al descanso) le dio la vuelta al partido al final del primer cuarto (15-19) y subió una máxima en el último minuto del segundo cuarto (22-38). Ese parcial corrido, de 9-27, opositaba a finiquitar la serie... pero las taronja supieron dejar de lado los nervios durante unos segundos para fabricar, con pico y pala, un parcial de 5-0 que dejó el marcador al descanso en el 27-38. Las taronja siguieron en buena inercia en el arranque del tercero, poniéndose arriba (44-43) con un parcial corrido de 22-5. Apareció Copper, quien si no, para volver a marcar distancias (44-47) y llevar el partido a un drama en los últimos minutos que se llevó el Avenida. Fin a un bonito año.

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