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Ni el mejor guionista hubiera hilado para la última temporada de la Fonteta que comenzara con el regreso de una de las personas que más ... felicidad contagió a su gradas. Por ello, la foto de la previa del primer partido en el recinto de Hermanos Maristas iba dirigida a Pedro Martínez. El catalán se sentó en el banquillo local exactamente 2.665 días de la última. El 16 de junio de 2017, el día en el que el conjunto taronja conquistó su primera, y de momento única, Liga Endesa tumbando al Real Madrid. No es el mismo equipo, han pasado muchos años, pero la afición volvió a darle el cariño que siempre ha profesado a unos de sus entrenadores más queridos. Debutar con victoria, y con buen juego, era muy importante y el Valencia Basket cumplió con creces los dos aspectos.
Tras un primer cuarto roto, de esos que gustan mucho a los espectadores y poco a los técnicos, el conjunto taronja fue asentándose tras esa locura del 30-29. Evidentemente, frenando cualquier tipo de euforia por el nivel medio del rival pero con los brotes verdes de la intención en el juego. Ahí, se vio a un Valencia Basket que se acerca mucho más que lo visto en Bulgaria y Manresa a lo que quiere Pedro Martínez; muy serio en el rebote (16 ofensivos y 40-29 en el global), mejorando en el punto de mira en el triple (un 46% con un 12 de 26) y, lo más importante, solidarios en el ataque. A buen seguro que al cuerpo técnico una de los ratios estadísticos que más les gustará repasar son las 28 asistencias del equipo. Un datazo. Entre Montero (11) y Jovic (7) sumaron 18. Más allá del debut de Filipovic –que dejó buenas sensaciones para llevar una semana en el equipo– los dos se reivindicaron como los bases que pueden llevar del equipo hasta que regresen de sus lesiones De Larrea y Jones. Eso sí, que ninguno espere un elogio gratis de su entrenador. Cuando a Pedro Martínez se le preguntó por el buen partido en ataque del dominicano, con 11 puntos y otras tantas asistencias, contestó por el opuesto: «Tiene que mejorar mucho en defensa, ser más sólido en la defensa del uno contra uno y presionar en la pista. Seguro que será autocrítico y pensará que tiene que mejorar porque si no puede tener problemas». Aviso claro.
Otro de los que dio un paso al frente fue Costello. Más allá de sus números, que fueron espectaculares sumando 23 puntos con 9 de 11 en tiros de campo, su presencia en la pista fue la del pívot dominante que debe ser en el proyecto taronja. Con Happ buscanos su sitio, de largo la de ayer fue la mejor de sus tres actuaciones en su estreno de taronja, el que es un valor fijo esta temporada va a ser Pradilla. Con el control del rebote como una de las claves en el cambio de estilo, el aragonés volvió a irse a 11 capturas. Un auténtico especialista.
Badio, con 4 de 4 de triples, y la movilidad y trabajo de Reuvers en defensa (que forzó varias de las 21 pérdidas del Hamburgo) fueron otras dos actuaciones destacadas dentro de un Valencia Basket que, como reconoció su técnico en la previa del partido, está en una pequeña travesía en el desierto buscando la identidad de su juego. Los brotes verdes que dejaron la victoria del Hamburgo fueron esperanzadores. Ahora, hay que confirmarlos con un equipo de más nivel como es el Joventut en la Liga Endesa.
«Creo que Josep Puerto ha estado muy bien, en intangibles, cerrando el rebote y ha hecho seis puntos. Estadísticamente ninguno lo vais a destacar pero para mí ha hecho un partidazo», destacó el entrenador para explicar una de las razones que permitieron frenar al Hamburgo en el segundo cuarto, para llevar el partido al descanso con un 52-44, y dar el golpe definitivo en el tercero. Cuando el conjunto alemán opositó a asaltar la Fonteta (65-63) la respuesta del Valencia Basket fue un parcial de 17-2 (82-65) con un Reuvers desatado y Jovic mandando en pista.
El técnico taronja lanzó un mensaje de calma tras la victoria: «Como tengo experiencia no canto victoria ni me regodeo con el resultado. Hemos estado acertados en el tiro de tres, sólidos en el rebote y notado muy positivamente la energía de la Fonteta. Eso nos ha ido muy bien porque en la primera parte no creo que hubiera nadie en el pabellón que pensara que íbamos a ganar de la renta que hemos hecho. La gente tuvo una energía positiva. Venimos de Manresa, de jugar muy mal, y ahora no podemos ir a la otra cara de la moneda».
Valencia Basket: Jovic (14), Badio (14), Ojeleye (9), Sestina (-) y Reuvers (8), quinteto inicial, Filipovic (4), Puerto (4), López-Arostegui (8), Montero (11), Happ (4), Costello (23) y Pradilla (6).
Hamburgo: Ivey (19), Rich (2), Barnett (10), Ogbe (-), Kuath (12), quinteto inicial, Moeller (3), Lottie (14), Kennedy (8), Reece (2), Heckmann (4) y Tuduric (4).
Parciales: 30-29, 22-15 (52-44), 30-21 (82-65) y 23-13 (105-78).
Árbitros: Ryzhyk (UCR), Van den Broeck (BEL) y Porobic (BOS).
Incidencias: 5.818 espectadores.
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