El germen de la plata olímpica de Los Ángeles

Pero es que ese hogar, ese club, que pelea por hacerse cada año más grande, también germinó tras la gesta de Los Ángeles. A raíz de aquello, Juan Roig empezó a alimentar la idea de tener equipo de baloncesto. Lo comentó en una partida de pádel. La cosa quedó ahí hasta que, a raíz del descenso, el Valencia CF se vio obligado a desprenderse de sus secciones deportivas. No podía mantener la de baloncesto en Primera B, con un presupuesto de 30 millones de pesetas. El 15 de julio de 1986 se evitó la muerte de aquel proyecto, que mutó en uno nuevo del que surgió el actual Valencia Basket.

Ese día, en un despacho de la calle Conde Salvatierra. se firmó el contrato por el que el equipo dejaba de depender del Valencia CF para hacerlo de la Asociación de la Prensa. Se denominaría en aquellos primeros pasos Valencia Hoja del Lunes y seguiría militando en Primera B.

El presidente de ese nuevo club fue Antonio Egea, periodista vinculado a la Asociación de la Prensa y que era responsable de comunicación de la Delegación del Gobierno. Vicepresidente fue Francisco Martínez Raga, conocido en la ciudad como Paco Raga, casi recién jubilado como consejero delegado y actual presidente de honor del Valencia Basket. Juan Roig y Fernando Roig eran vocales, y el actual presidente, Vicente Solá –que ya era delegado cuando el equipo pertenecía al Valencia CF–, asumió la función de secretario. Figuraba como gerente Pipo Arnau, que había contactado con los hermanos Roig y Paco Raga para ofrecerles que se hicieran cargo de la sección.

En aquel momento ya se decidió reducir el presupuesto a 20 millones de pesetas, lo que lo convertía en uno de los presupuestos de Primera B. Además, el equipo disputaría sus partidos como local en el pabellón de Mislata, con capacidad para 3.500 espectadores. Mucho ha llovido hasta el 15 de julio de 2021, hoy, 35 años después. Con Solá como presidente, con Juan Roig como mecenas, el Valencia Basket levanta un pabellón propio, que aspira a convertirse en referente en España.

Como los dos equipos de élite. Que ya no es uno en Primera B, sino dos, masculino y femenino... y ya no en la máxima categoría, sino ambos con títulos continentales. El primero, la Copa del Rey conquistada en 1998, dos años después del segundo ascenso a la ACB. El último hasta la fecha lo alzaron ellas, las chicas entrenadas por Rubén Burgos, que la pasada campaña conquistaron la Eurocup.

Además, el equipo masculino ha ganado una Liga ACB (2017), la Supercopa con la que inició la siguiente temporada y cuatro Eurocup (2003, 2010, 2014 y 2019). Y es que desde el inicio de la segunda década del siglo XXI, en el club se sueña y se planifica a lo grande. De ahí la creación del equipo femenino, de la construcción de l’Alqueria del Basket y el objetivo de consolidarse en la Euroliga, con los dos equipos.

35 años después de que un equipo agonizante no recibiera la puntilla, este ha mutado en un proyecto que explora cada rincón del baloncesto. Tiene hasta equipos 3x3. Y un jugador que ya tiene una plata olímpica como la del 84 y a Tokio va a por el oro.