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La mejor forma de responder a un momento de dudas es volver a demostrar un potencial ya visto en una temporada. Las caras de concentración ... en el calentamiento en el Príncipe Felipe, al extremo, tanto de los jugadores del Valencia Basket como de todos los miembros de staff reflejó a la perfección las ganas con las que se afrontaba el duelo para volver a recuperar sensaciones, resetear y volver a mirar al frente con confianza. No porque en el tramo de cuatro derrotas en cinco partidos contra rivales de la ACB no se tuviera, aclaración para personas con el gatillo fácil de las redes sociales, pero sí que se era consciente de que, más allá del marcador, había que mostrar en la pista una imagen diferente a la de los últimos partidos en las competiciones nacionales. El 40-63 al descanso fue la constatación de ello.
El pasado 12 de enero, contra el Granada, el Valencia Basket firmó 67 puntos al descanso lo que supuso el récord de la historia del club y la mejor marca en la ACB en los últimos 17 años, desde que el Real Madrid anotara 70 puntos contra el Valladolid en 2008. Los 63 de Zaragoza se sientan a esa mesa, es la tercera mejor marca de la historia del Valencia tras la ya mencionada y los 64 puntos anotados contra el Cantabria Lobos en 2001, y llegaron gracias a un acierto descomunal, con 9 de 13 en triples y 22 de 31 en tiros de campo con el 59% de esas canastas asistidas y 81 de valoración. Esas ganas de reivindicarse, desde el salto inicial, llevó el partido a un escenario que ya se ha disfrutado en varias ocasiones esta temporada; el del modo récord enchufado. El 71-115 que reflejó el marcador final dejó la cuarta máxima anotación del Valencia Basket en un partido de la ACB, conviene recordar que tres de las cinco mayores del club han llegado esta temporada, y el +44 es la cuarta mayor diferencia a favor en un partido de la Liga Endesa y la mayor fuera de casa, superando un +42 en San Sebastián en 2016. El dato de la anotación este curso es tremendo. Los 120 encestados al Granada, los 116 al Baskonia y los 115 en Zaragoza sólo tienen por delante un registro en la historia del Valencia Basket, de 121 frente al Guipúzcoa el día de la que hasta ayer era la máxima renta taronja fuera de casa.
Para desgracia del Casademont, que acusó durante el partido el poco rodaje de sus nuevos fichajes y las semanas sin competir, el Valencia Basket dejó claro desde el inicio del tercer cuarto, con un triple de Jones para el 40-66, que no estaba por la labor de bajar el pistón. Así, fueron acumulándose las máxima rentas en el tercer cuarto (48-78 o 51-84 tras triples de Reuvers) para desesperación del público maño. El 59-89 en el arranque del último cuarto sólo dejaba como duda la renta final que iban a conseguir los de Pedro Martínez y la anotación final.
A buen seguro que, como reconoció Puerto a este periódico desde León durante los partidos de España en la última Ventana FIBA, todos los miembros de la entidad taronja hubieran preferido tener tiempo para trabajar en la Fonteta tras el golpe de la Copa. La realidad es que el encuentro de Zaragoza no se preparó con toda la plantilla hasta el jueves, cuando regresó Montero, que dio el gran susto en los últimos minutos al volver a torcerse el tobillo izquierdo, la tercera vez en menos de dos meses, para helar la sangre de la expedición al abandonar la pista sin poder apoyar el pie. Del pabellón sí que se marchó por su propio pie, aunque cojeando ostensiblemente, y habrá que esperar a las pruebas para conocer el alcance de la lesión. Hasta que volvió el primero de los internacionales, Pedro Martínez tuvo a tres jugadores disponibles puesto que Pradilla no pudo jugar con la selección de Scariolo por sus molestias en la cadera. La semana limpia de entrenamientos a buen seguro que le alivia más al técnico catalán que otro triunfo con otra catarata de registros ofensivos.
Tras el partido, Pedro Martínez ponderó el triunfo: «Hemos estado bien de concentración, pero también hay que ver que Casademont no ha estado bien, han fallado muchas canastas fáciles que no es normal en ellos, porque tienen jugadores de mucha calidad. Me cuesta pensar que todo sea mérito nuestro. Nosotros jugamos en la Copa y ellos llevan mucho sin jugar, tienen dos jugadores nuevos, que es positivo, pero hasta que se metan… pues esto crea sensación de inseguridad. Estar tanto tiempo sin jugar y con esos jugadores nuevos, les ha podido perjudicar. Ya hemos visto que en Girona hicieron una exhibición, pero el parón les ha podido cortar un poco el ritmo. No se trata de hacer reset se trata de no buscar excusas y no quejarte». Con respecto a la lesión de Montero en el tobillo izquierdo, reconoció que en directo se «asustaron» pero a falta de pruebas no parece algo grave: «Es el tobillo que le está fastidiando últimamente. Le he visto entrando al vestuario apoyando el pie, eso es buena señal, será un esguince pero no parece que haya nada roto».
Casademont Zaragoza: Spissu (12), Slaughter (11), González (5), Sulejmanovic (13) y Watson (8), quinteto inicial, Bell-Haynes (6), Yusta (8), Mencía (2), Fernández (-), Dubljevic (1), Moreno (-) y Dimsa (5).
Valencia Basket: Jones (13), Badio (10), Ojeleye (17), Sestina (15) y Costello (6), quinteto inicial, Puerto (5), Reuvers (14), Pradilla (10), López-Aróstegui (10) y Montero (15).
Parciales: 20-29, 20-34 (40-63), 19-26 (59-89) y 12-26 (71-115).
Árbitros: Jordi Aliaga, Jorge Martínez y Cristóbal Sánchez Cutillas.
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