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Bojan Dubljevic cumplirá el 24 de octubre 29 años. Durante la cuarentena, el Valencia Basket hizo pública su renovación hasta 2023 con opción a 2024. Si se cumple esa máxima horquilla se plantará rozando los 33 años. Con el Aquiles izquierdo muy desgastado desde 2016 soportando sus 205 centímetros era necesario un 'reseteo' para poder hacer frente a ese nuevo desafío temporal. En las recomendaciones de los médicos, hubo una que no difiere del consejo a cualquier persona con su problema crónico en el Aquiles; perder peso. Cuanto menos kilos soporte la zona en cada salto, mucho mejor. La nueva versión de Dubljevic tiene como símbolo la evidente pérdida de peso que se manifestó en el primer entrenamiento grupal del Valencia Basket el miércoles. Un primer paso para intentar que la temporada 2020-2021 no termine como lo hizo la anterior.
Dubljevic disputó la Fase Final de la ACB en la 'burbuja' de la Fonteta por orgullo de capitán. De haber puesto el freno nadie le hubiera reprochado nada porque no estaba en condiciones de rendir. El confinamiento fue una bomba para su Aquiles, tras un parón competitivo que, pese a los ejercicios en casa con los instrumentos facilitados por el club, se demostró como demoledor cuando comenzó la desescalada y la preparación para la Fase Final. En ella, el pívot no pudo ir a más de 16 minutos por partido y en la semifinal ante el Baskonia se le apreció una cojera evidente que ya se había reproducido en el partido decisivo de la primera fase ante el Gran Canaria.
El Valencia Basket quedó eliminado el 28 de junio, el 29 la plantilla se despidió en la tradicional cena de equipo y menos de un mes después Dubljevic ya estaba en el gimnasio de la Fonteta, y en las instalaciones de L'Alqueria, ejercitándose. El capitán acortó sus vacaciones y ya con el plan nutricional a pleno rendimiento adelantó su regreso a Valencia al 25 de julio para ganar masa muscular. Esas tres semanas extra de trabajo, el primer entrenamiento de grupo no llegó hasta el 19 de agosto, le han permitido entrar en mejor condición física en una pretemporada que, además, no ha tenido el desgaste de las convocatorias de las selecciones. Otro dolor de cabeza para el Valencia Basket con el de Niksic porque siempre ha regresado tocado de las competiciones. Algo normal porque en esas citas sólo se mira en la preparación el rendimiento a corto plazo y no el estado en el que 'devuelven' a los jugadores a los clubes que les pagan el salario. Una anomalía más en el mundo del baloncesto. Apoyado por factores de crecimiento, el deseo de Dubljevic es que el Aquiles le de un respiro esta temporada.
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