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Los jugadores de Valencia Basket celebran la clasificación para la Copa del Rey de Málaga 2020. ALBERTO CASTAÑO

El bronce de copas no falla

El Valencia Basket iguala al Baskonia en número de ediciones disputadas desde que debutara en 1998 | Los taronja barren a la Penya y enlazan ocho años clasificándose para la cita, una cifra que sólo comparten el Real Madrid y el Barcelona

Domingo, 12 de enero 2020, 19:20

El Valencia Basket, perdón el Pamesa, debutó en 1998 en una Copa del Rey ganando el título en Pisuerga, con Nacho Rodilla como MVP del torneo y el maestro Miki Vukovic desquiciando al entonces Festina Joventut de Alfred Julbe. Era la primera vez que un debutante ganaba la Copa y ese récord sigue vigente en 2020. Desde aquel torneo en Pucela, los valencianos sólo se han perdido dos ediciones (2007 y 2012) y en el Carpena disputarán su octava copa consecutiva y la vigesimoprimera en su hoja de servicios. El Baskonia no disputará la Copa de Málaga, con lo que también son dos los torneos que se pierden desde 1998 donde, por cierto, el Pamesa les tumbó (como TAU) en los cuartos de final. El Valencia Basket iguala en el bronce copero al conjunto vasco desde su primera vez, con un balance de presencias de 21-3 en las últimas 23 Copas del Rey. El Real Madrid y el Barcelona son los únicos con un 23-0 mientras que el Unicaja no se clasificó en esa horquilla a seis torneos y aparece cuarto con un 17-6. En el trofeo a la regularidad, el Valencia Basket es junto a los equipos futboleros el único en haber disputado las últimas ocho copas. Baskonia y Unicaja se han perdido dos cada uno. Es momento de parar un poco la locura del calendario, reposar el dato y ponderar la regularidad. Esta temporada más aún, con el brutal desgaste de la Euroliga de más nivel de la historia.

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El equipo de Ponsarnau terminó ayer como sexto la primera vuelta de la Liga Endesa tras su incontestable triunfo frente al Joventut (100-70) con balance de 9-8. Evidentemente, ocho derrotas son muchas para un grande de la ACB y ese análisis interno deberá preparar al equipo para compaginar en la segunda parte de la competición el intento de Top 8 de Euroliga con el objetivo se ser cabeza de serie en el playoff. Suena muy complicado pero, con una plantilla de 14 que realmente es de 13 a día de hoy porque Motum sigue sin aportar nada, ese será el ambicioso doble plan de los taronja a partir de hoy... puesto que la plantilla vuela sin descanso para comenzar la gira rusa que le enfrentará esta semana al Khimki y el Zenit.

Valencia Basket

Van Rossom (10), Sastre (12), Abalde (12), Labeyrie (13), Dubljevic (7) -cinco titular- Colom (-), Marinkovic (10), Loyd (10), Ndour (2), Vives (9), San Emeterio (6) y Doornekamp (9).

100

-

70

Joventut Badalona

Zisis (2), Prepelic (13), López-Arostegui (9), Harangody (4), Omic (8) -cinco titular- Dimitrijevic (10), Buford (2), Parra (-), Conor (6), Kanter (14), Ventura (2) y Zagars (-).

  • ÁRBITROS: Pérez Pérez, Oyón y Zamorano. Eliminaron por faltas personales al local Ndour (m.40).

  • INCIDENCIAS: partido correspondiente a la décimo séptima jornada disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.290 espectadores.

El tobillo de Dubljevic

Dubljevic será duda hasta última hora para subirse al avión que, a primera hora, desplazará a la expedición a Moscú. Los servicios médicos, tal y como informó ayer Ponsarnau, serán los encargados de emitir un informe que aconseje reposo para el montenegrino o la opción de que viaje, la plantilla va a estar fuera de España hasta la madrugada del sábado, para apurar las opciones de que, con el tratamiento de los fisios, pueda tener minutos. Sea cual sea la decisión, el vinculado Pavelka viajará con el equipo. Conviene pararse otra vez para aplaudir el compromiso de Dubljevic. El capitán abandonó el viernes por la noche cojeando por el esguince que se produjo en la última jugada ante el Olympiacos. Le aconsejaron descansar pero el pívot pidió forzar. «Ha tenido una implicación absoluta, ha sido para nosotros como El Cid, sólo con su presencia», señaló Ponsarnau tras la victoria. Dubljevic arrancó de titular para aprovechar el calentamiento pero en el primer relevo con Ndour ya se marchó cojeando. Al final, aportó casi 17 minutos, con 7 puntos y 4 rebotes. El pívot se jugó el tobillo porque, entre otras cosas, está obsesionado con ganar una Copa de taronja. Ojalá la de Málaga sea 'la Copa de Dubi'.

El partido ante la Penya no tuvo mucha historia. Con un Joventut casi eliminado tras la victoria del Bilbao Basket unas horas antes en el Palau, donde Rafa Martínez anotó los dos tiros decisivos en la prórroga, la lógica del partido dictaminó que el billete por emitirse para la Copa iba a ser para el Valencia Basket... o para el San Pablo Burgos. Esa realidad, con un Joventut que se juega mañana en Málaga un partido clave en el Top 16 de la Eurocup, resultó decisiva. La única opción de los de Carles Duran era sorprender con una renta amplia en el primer cuarto. La buena defensa de Sastre sobre Prepelic, recuperado para la causa al enlazar dos buenos partidos tras secar a Spanoulis y ayer aportar 12 puntos con 4 triples, fue fundamental para el 21-16 al final del primer cuarto. Un triple de Dubljevic (40-32) fue el primer golpe al mentón de los taronja y el de Marinkovic que cerró la primera parte (48-37) el definitivo. En ese momento, el Joventut necesitaba un parcial de +34 para meterse en la Copa. Una losa definitiva.

El Valencia Basket leyó en las caras de su rival esa impotencia y ejecutó como hacen los grandes, sin piedad. Los triples de Sastre simbolizaron el ondeo de bandera blanca del Joventut (65-45), unos segundos después de que la Fonteta se pusiera en pie para ovacionar, y despedir, a un Dubljevic que se marchó para no volver. Su tobillo respiró. La gestión de los últimos minutos también afectó a Loyd, que ayer volvía tras su esguince, y Ndour, que también está tocado y que debe ser el relevo al cinco con la lesión de un Tobey que se perderá, como mínimo, la gira rusa al completo. En los últimos segundos del tercer cuarto (74-50) Carles Durán se sentó en la silla, sabedor de que ya nada se podía hacer. El técnico de Vilassar tuvo un recuerdo al final del partido: «Quiero dar un gran abrazo a Martín (Labarta). Fue una persona muy amable conmigo y me dio mucho cariño durante los dos años que estuve en Valencia. El baloncesto es un juego y lo que está luchando Martín es mucho más importante». El último cuarto sólo sirvió para presenciar la máxima renta (100-67) de un Valencia Basket que coqueteó con batir su récord de triples.

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