![El pasaporte del Valencia Basket](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202005/04/media/cortadas/20200504_152047-Rb7VhQbMas12vsO0lIPvzXI-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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L'Alqueria del Basket volvió ayer al trabajo bajo un estricto protocolo de seguridad que se activó en la entrada. Allí, desde primera hora de la mañana, todo trabajador que accedió a sus instalaciones tuvo que pasar un control de temperatura con un termómetro láser. La directriz era clara, impedir el acceso a toda persona que tuviera más de 37.5 grados. Así, comprobando que ningún jugador tenía fiebre, comenzó el primer día laboral de manera presencial del Valencia Basket desde el pasado 12 de marzo. Brock Motum fue el primero en acceder a las instalaciones, a las nueve de la mañana, tras pasar el particular pasaporte térmico de la entrada.
El conjunto taronja comenzó a aplicar el protocolo dictado por el CSD para el deporte profesional el sábado, donde los jugadores se sometieron a las analíticas indicadas por el Ministerio de Sanidad. Esas normas que la ACB trasladó a los clubes incluyen test serológicos a realizar antes del inicio de la competición. Tras la realización de las pruebas físicas de ayer pudieron comenzar los primeros entrenamientos individuales sin tener contacto con los compañeros, con máquinas de tiro que no requieren la ayuda de otra persona. El suelo, las canastas y los tableros se limpiarán y desinfectarán antes de la primera y después de cada sesión de trabajo en pista. Cada jugador usará el material (esterillas, conos…) de manera exclusiva y a la finalización de cada entrenamiento lo llevará al vestuario asignado, donde se desinfectarán todos los elementos que haya usado. Los banquillos se han sustituido por sillas individuales.
La llegada de los jugadores tuvo la supervisión de los doctores Ignacio Muñoz, jefe de los servicios médicos del club, y Álvaro Sala, galeno del primer equipo. Tras pasar el control los deportistas se realizaron el lavado de manos antes y después de ponerse guantes y dirigirse al vestuario asignado. Alguna de las pruebas, como el ecocardio, se realizaron con los jugadores con las mascarillas puestas. La de esfuerzo en la cinta sí que la pasaron sin ella pero se hizo sin la habitual medición de gases que se realiza con una máscara buconasal. El motivo son los aerosoles que provocan, un potencial propagador del Covid-19 por el aire en el caso de estar infectado.
La entidad valenciana dividió a la plantilla en dos grupos. Siete jugadores, citados con una hora y veinte minutos de separación, pasaron ayer el control médico y tuvieron el primer contacto con el balón tras casi dos meses. Ayer fue el turno de Motum, Doornekamp, Van Rossom, Tobey Abalde, Labeyrie y Dubljevic.
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