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Pedro Martínez, en la sesión oficial de la ACB tras ganar la Liga Endesa de 2017. ACBPHOTO

Pedro Martínez: «No hará falta esperar veinte años para ver ganar otra Liga al Valencia Basket»

El técnico que dio al club su primera bandera de campeón de la ACB lanza su deseo para la segunda: «Ojalá que fuera pronto y con Ponsarnau»

Martes, 16 de junio 2020, 22:40

A Pedro Martínez Sánchez (Barcelona, 1961) no la ha cogido el tercer aniversario del título de la ACB del Valencia Basket en la burbuja sanitaria por diez puntos de average. Esa cifra es la que separó a su Manresa de disputar la Fase Final que hoy arranca en la Fonteta. El 16 de junio siempre será un día especial. Labrado a fuego.

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–¿El paso del tiempo le irá dando aún más importancia a aquella gesta que hicieron?

–Fue una temporada culminada por un momento histórico como fue el primer título de Liga del Valencia Basket. A mí me gusta recordar que fue una temporada muy buena, de tres finales que es algo que es difícilmente igualable. Se ganó la que seguramente es la más importante y cuando coges un poco distancia le vas viendo la trascendencia histórica de aquello y el mérito que tuvo.

–Bien pensado pudieron conseguir un triplete en esa temporada.

–Nunca sabes lo que hubiera pasado. Lo que está claro es que cuando juegas finales tienes la opción de ganar títulos pero también hay que poner todo en su justa medida. El rival también quiere ganarlas. Nunca piensas que las vas a ganar o perder todas. Desde ese punto de vista sí que se podían haber ganado dos o tres pero también perdido las tres. Vamos a quedarnos con lo que se hizo, con lo que de verdad pasó, y pensar que incluso las que se perdieron tuvimos que hacer un gran esfuerzo y trabajo para llegar a ellas.

–¿Como entrenador está más satisfecho del hito histórico o del nivel de baloncesto que dio su equipo en aquella final?

–Le doy valor al baloncesto de toda la temporada. En la Eurocup es cierto que tuvimos un último cuarto muy malo en el tercer partido de la final, que fue muy doloroso, pero antes hicimos una competición muy buena y con muy buen nivel. En la ACB lo mismo, no hay más que ver a los equipos que tuvimos que eliminar por el camino. No hay que ver un momento puntual sino el trabajo de toda la temporada e incluso diría que de las dos porque todo vino del trabajo acumulado el año anterior. Eso es de lo que más orgulloso te hace sentir.

–Supieron superar muchos golpes ese año. Hay discursos por ejemplo de San Emeterio dentro del vestuario que se reconocen como claves para el grupo.

–En esa temporada hubieron muchas cosas y personas que en un momento determinado empujaron al grupo o tuvieron una actitud positiva en la mentalidad que sirvió para que el equipo fuera creciendo. Esas de San Emeterio pero podría hablar de otras de los entrenadores o de otros jugadores que no tuvieron un rol tan importante y también ayudaron. Cuando logras un éxito como el de ganar una Liga el mérito está muy repartido.

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–¿Recuerda el momento en el que se dio cuenta de que se no les escapaba el título?

–Cuando ganamos el tercer partido de la final, el primero en casa, y estábamos a 48 horas de jugar el que podía darnos el título ahí tuve la sensación de que teníamos una oportunidad muy buena. El ambiente que se generó en la Fonteta fue fantástico. Sabíamos, porque conocíamos al grupo, que alguno de nuestros jugadores clave estaban ya al límite y llegar a un quinto partido no hubiera sido una buena noticia. Empezamos mal y el Real Madrid nos dominó en el primer cuarto como era de esperar porque para ellos era su última oportunidad. Reaccionamos y tuvimos un final del primer cuarto y un segundo que fue apoteósico. Ahí no ganamos el partido porque quedaban aún veinte minutos pero es cierto que el rival también se dio cuenta que estábamos a un nivel que difícilmente podían superar.

–¿Qué imágenes le vienen de la celebración en la Fonteta?

–Además de la familiares aquel año hubo una gran comunión entre todos y en el staff técnico estuvimos muy unidos. Vivimos lo bueno y lo malo de la temporada con muchísima intensidad. La celebración con Jaume (Ponsarnau), Juan (Maroto) y Ángel (Cepeda) la tengo grabada en la cabeza. Sabíamos lo que nos había costado llegar a un momento así. Les tengo un gran respeto, admiración y estima por todos los momentos que vivimos.

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–Tienen una foto icónica de la celebración, en el vestuario en calma. Sentados, chopados y felices.

–Todo el mundo tiene su foto icónica de aquella noche y de la celebración. Es verdad que esa foto resume pues lo que se te pasa por la cabeza cuando se gana y si encima es el último partido de la temporada pues es especial. Ganar el último partido de un playoff supone ganar una Liga. Fue un momento también de bajón físico y luego ya nos vinimos arriba. En ese momento pensábamos lo que había costado y la que habíamos liado.

–Ponsarnau es ahora el técnico taronja y arranca el sueño de intentar ganar una segunda Liga. ¿Le ve opciones al equipo?

–Seguro. El Valencia Basket siempre tiene opciones por la calidad de los jugadores que tiene y creo que los entrenadores y el equipo están haciendo un trabajo muy bueno. Por supuesto que les doy opciones pero hay que ver cómo va esta competición que es rara, sin público y en un ambiente diferente. Hay que ver la reacción de todo el mundo delante de un sistema de competición que no era el esperado. Esto obviamente no es la Liga ACB, esto es otra competición que se juega por las razones que todo el mundo sabe y en unas situaciones que no digo que sean adversas pero que en las cuales hay que adaptarse.

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–De la única Copa del Rey han pasado más de veinte años. ¿Le gustaría no tener que esperar tanto tiempo como Vukovic?

–Sinceramente estoy seguro que no va a hacer falta esperar veinte años para ver ganar otra Liga al Valencia Basket, por el potencial económico del club y por todo va a ser mucho antes. Lo que no se sabe es cuándo, ojalá que fuera con Jaume Ponsarnau que creo que es un muy buen entrenador. Ojalá pronto y con él.

–¿Por qué es tan complicado para los entrenadores el banquillo de Valencia?

–Mis recuerdos son en un club donde sentí profesionalmente que se me dejó hacer mi trabajo. Sí que es verdad que es un club que tiene una filosofía con respecto al entrenador que es diferente que con los jugadores. Con los jugadores no se tiene miedo para hacerles contrato de varias temporadas y con los entrenadores sí que se tiene miedo, con lo cual eso ya es una primera muestra de desconfianza. Es un poco la filosofía del club y cuando vas ya te lo dicen el primer día. No engañan a nadie pero está claro que es un trato a los profesionales diferente comparando cualquier jugador respecto a cualquier entrenador, los que hemos estado o el que está ahora. Es una filosofía que ya desde el primer momento pone en duda al entrenador con respecto a los jugadores. Eso te pone en una situación de más presión pero por lo demás es un club excelente para trabajar, con todas las medidas profesionales que se necesitan.

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–Su 'Last Dance' fue el de una Plaza del Ayuntamiento llena pidiendo que se quedara.

–Es bonito ese último recuerdo de la afición pero como el penúltimo y los anteriores. Tengo grandísimos recuerdos con la afición de Valencia. Hay una cosa que pongo en mucho valor y es que mucha gente a título individual me paraba sin conocerme de nada y me decía de una forma sincera lo que le pareció el trabajo que hicimos. Ese reconocimiento íntimo para mí tiene muchísimo valor. Una cosa son los resultados y otra el esfuerzo, el trabajo y la perseverancia. Estoy creo que mucha gente lo percibe y cuando te dan las gracias es por eso. No por ganar, porque hay veces que haces un grandísimo trabajo y te ganan. Que te valoren el trabajo que hay antes de ganar es el mayor reconocimiento. La gente que te valora el trabajo es la que te hace sentir más satisfecho.

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