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Tres cursos al frente. Jaume Ponsarnau, durante un partido en la Fonteta como entrenador taronja. jesús signes
Ponsarnau, de campeón a blanco fácil en las redes
HISTORIAS DEL DEPORTE | BALONCESTO

Ponsarnau, de campeón a blanco fácil en las redes

Reencuentro en Zaragoza. El extécnico taronja habla del vestuario del pasado curso: «Fue, sin ninguna duda, el grupo con peor química que he entrenado en mi vida»

JUAN CARLOS VILLENA

Jueves, 30 de septiembre 2021, 00:36

El Valencia Basket se reencontrará el sábado con Jaume Ponsarnau en Zaragoza. Lo hará con uno de los siete entrenadores que han conseguido un título con el equipo masculino en la historia del club y que, en número de partidos, sólo está por detrás del maestro Miki Vukovic. De la leyenda. Palabras mayores. Lo hará con un entrenador que esboza una sonrisa cuando le nombran a la entidad taronja y a la Fonteta. «En Valencia estuve cinco temporadas y viví cosas muy importantes en mi vida. Es un club al que le deseo lo mejor», resume. Eso sí, ponderando la calidad de vida que le ha dado el recorte de kilometraje de su Tàrrega natal: «Mi vida ha dado un paso a la hora de congeniar mi situación familiar, tanto por distancia de casa como por las restricciones de movilidad que ahora no existen. En lo que llevamos de temporada he visto más a mi familia que en toda la pasada».

Ponsarnau tuvo que lidiar, casi a diario, con preguntas que iban dirigidas hacia si se sentía querido o valorado. La percepción, pese a ganar la Eurocup en 2019 o formar parte del cuerpo técnico de la Liga y la Supercopa en 2017, es que siempre estuvo en tela de juicio: «Lo único que miré fue hacer mi trabajo lo mejor posible, siempre siguiendo objetivos y en el legado de haber participado en una Euroliga diferente a todas las que se disputaron hasta entonces y en la que hicimos un buen papel. El Valencia Basket como entidad confió en mí cinco temporadas, tres consecutivas como primer entrenador. Asumí muchas cosas y cuando lo haces no te vendes mucho, todo lo contrario. Estás más expuesto a la crítica. Mi objetivo no era el reconocimiento sino hacer bien mi trabajo».

Estar expuesto. Una idea que desarrolla cuando se le pregunta por la proliferación de extécnicos taronja en la ACB. «Somos los que están más expuestos a todo y esa es la característica que tiene que tener el entrenador que está en el Valencia Basket. Eso lo asumes o no. Lo asumí y toda esta experiencia me ha servido para crecer como entrenador. Muchísimo», zanja. También les hace estar expuestos a la crítica de las redes sociales. Es ahí donde se nota que aún hay herida, no por las críticas muchas veces salidas de tono sino por no entender la importancia que se le dan: «Mi preocupación es cómo han podido ser tan importantes las personas a las que no convencí gracias a las redes sociales. Sé que en el mundo moderno mandan mucho las redes pero lo dice gente que en muchos casos no tienen nombre. Nunca me va a preocupar lo que la gente diga en redes sociales sino cual es mi trabajo. Es un error que cometemos. ¿Cuantos son? No muchos. Aunque haya gente que escriba estas cosas con su nombre y apellidos, ponga su foto o salga con su familia o con su perro, lo siento pero lo que me importa es lo que veo, el trabajo del día a día, lo que opina la gente que trabaja conmigo o los jugadores. Lo otro hace más mal que bien».

Sus jugadores. Mucho se habló de lo caliente del vestuario de la pasada temporada. Ahí no pone tiritas el catalán: «El del año pasado fue, sin ninguna duda, el grupo con peor química que he entrenado en mi vida. También era parte de la exigencia que teníamos en ese momento, en el que para hacer una plantilla lo suficientemente competitiva como para ser uno de los ocho primeros de la Euroliga tuvimos que obviar a veces detalles como el perfil humano de los jugadores que tenían que formar en este equipo. Entre todos no conseguimos hacer buena química y cuando no se consigue el entrenador tiene una parte de responsabilidad importante. Lo asumí y por eso decidí, entre otras cosas, no seguir en el Valencia Basket». Rotundo. Claro.

Al Valencia Basket mermado por las lesiones lo analiza «por la oportunidad que está realzando todo el trabajo de L'Alqueria, con entrenadores como Ángel Cepeda o Xabi Albert que tienen que estar muy orgullosos», manda su buena onda a Peñarroya «porque le deseo que le salgan las cosas de la mejor manera posible porque se lo merece. Está haciendo un trabajo fantástico desde la perseverancia en sus ideas y sus conocimientos» y reconoce que si tuviera una máquina del tiempo no dejaría a Rafa Martínez fuera del acta del tercer partido de la final de la Eurocup en 2019: «Siempre me arrepentiré porque tocaba que Rafa jugara ese partido».

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