Jaume Ponsarnau afronta uno de sus mayores retos al frente del Valencia Basket, clasificar a los taronja a su tercera final liguera. Para él sería su primera como entrenador jefe y llegaría con su futuro en el aire, puesto que acaba contrato y aún no se ha sentado con el club.
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–El Valencia Basket ha disputado ocho semifinales de la ACB en sus 34 años de vida, siete en los últimos nueve. ¿Es el mejor termómetro del crecimiento del club en la última década?
–Si lo miras en perspectiva es algo fantástico y un síntoma clarísimo de la competitividad de esta entidad, de cómo está creciendo y exigiendo año a año competir por lo máximo. Los resultados están saliendo.
–También pondera los resultados deportivos. En un baloncesto sin licencias serían siete billetes para la Euroliga en nueve temporadas vía Liga Endesa.
–Sí, lo que pasa es que el marco de normativas es otro. Nos tenemos que adaptar y cada temporada cumplir la norma que se nos pide para poder disputar la Euroliga, como fue en 2019 ganando la Eurocup.
–Plantearon el torneo con rotaciones para poder llegar con un buen tono físico al final. ¿En los momento complicados, como el -18 ante el Burgos, pensó que habían arriesgado demasiado?
–Sí pero soy el entrenador y tengo que tomar mis riesgos. No los tomas porque sí sino porque hay una realidad que afrontábamos de forma muy consciente que era una competición con mucha exigencia física. Comenzamos esta Fase Final sin todos los jugadores habiendo cogido la confianza competitiva porque no jugamos amistosos y teníamos que cogerla durante la competición. Eso suponía tomar riesgos. Si nos hemos clasificado es que ha salido bien. En algún momento lo hemos pasado muy mal pero el resultado de pasarlo mal nos ha hecho crecer, superar adversidades, malos momentos y buenos de los otros equipos.
–¿Es una falta de respeto que parte del entorno rebaje la categoría del título de la ACB al de 'torneo' por haberse quedado fuera el Real Madrid y el San Pablo Burgos en semifinales?
–Absolutamente es una falta de respeto. Es una falta de respeto al Burgos y a la competición. Nadie puede negar que los doce equipos que hemos venido a disputar este campeonato hemos venido a ganarlo, a intentar ganar la Liga. Si el San Pablo ha conseguido clasificarse ha sido porque ha jugado mejor. En el momento que dejamos de respetar a una competición nos estamos engañando a nosotros y a los aficionados. Que el Real Madrid no haya podido conseguir pasar a semifinales no quita que los cuatro equipos que estamos lo hayamos conseguido, como lo pudieron hacer el Andorra, el Unicaja o el Joventut que tuvieron partidos para poderse haber metido. Máximo respeto para todos.
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–Vamos, que el que levante el trofeo será el campeón de la ACB.
–Plantear cualquier cosa que no sea eso es absurdo. La ACB encontró un adjetivo que creo que es el adecuado que es lo de excepcional. Está claro que es una Liga Endesa excepcional porque el mundo está viviendo algo que también lo es. El mérito de todos es que a pesar de las dificultades va a haber un campeón de la ACB. Quien lo consiga habrá que felicitarlo como cualquier otro año porque encima lo habrá conseguido en unas circunstancias absolutamente excepcionales.
–¿Le gustaría seguir en el Valencia Basket liderando el proyecto desde el banquillo?
–Sí, me gustaría seguir.
–¿Más allá de los objetivos del club que se han conseguido, certificados con este Top 4 n la ACB, considera que el trabajo del equipo merece esa continuidad?
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–Quiero poner en valor una temporada que para nosotros ha tenido muchos retos. Uno de ellos era el de jugar la Euroliga más dura de la historia con una realidad que es competir no teniendo una Licencia A, lo que te dificulta muchísimo tu capacidad competitiva en el mercado. El Valencia Basket estaba haciendo una Euroliga buena. Después de la Copa sufrimos, producto de lesiones y de dificultades físicas de algunos jugadores. A pesar de ello, el equipo fue competitivo disputando los partidos hasta el final. Este es un equipo que se merecería tener continuidad pero esto es deporte profesional. Ya veremos qué se decidirá. Vamos a centrarnos en lo que tenemos delante que es muy ilusionante.
–Lo que viene ahora es el Baskonia. La semifinal de 2017 pero a un partido y sin público.
–Jugamos contra un equipo que parece que esté hecho para un campeonato como éste, con un montón de bases y jugadores buenos a la carrera. Tienen mucho físico y jugadores con capacidad de desbordar. Va a ser un partido exigente y vamos a tratar de encontrar nuestros valores. Sólo podemos ganar si jugamos bien.
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–Sentó a Colom ante el Burgos para poner a Abalde. Una decisión dura. ¿Está contento de su respuesta ante el Gran Canaria?
–Respondió como un gran profesional y el gran jugador que es. Lo que pasó con el Burgos es que teníamos que parar su juego desde una situación física. Tuvimos que buscar jugadores más físicos que Quino para defenderles.
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