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Rivero, durante el partido contra el Baskonia. acbphoto

Preocupación en el Valencia Basket por el estado físico de Rivero y Harper

Los dos jugadores regresaron tocados del viaje a Vitoria. El base y el pívot fueron sometidos este lunes a pruebas médicas, al igual que Jones, y su evolución marcará si juegan en esta semana de tres partidos

Martes, 10 de enero 2023, 01:26

El Valencia Basket no ha arrancado con buen pie el 2023. A los problemas físicos de Jones, que sigue jugando con dolor en la rodilla derecha por el proceso de artritis que sufre desde finales de noviembre y que este lunes fue sometido a otro examen, se unieron en Vitoria los de Harper y Rivero. El base fue el descarte para jugar ante el Baskonia pero lo fue por unas fuertes molestias musculares. El pívot se giró la rodilla derecha al pisar a Thompson en una de las últimas acciones del partido, tuvo que ser atendido por el fisio Adrián Valverde y no pudo regresar a la pista. Su puesto lo ocupó Dubljevic, que fue el que lanzó los tiros libres de la falta señalada en esa acción. Fue la jugada donde, por cierto, Peñarroya montó en cólera. Los dos jugadores fueron sometidos este lunes a pruebas y aunque aún no hay parte médico público, en el club hay preocupación por su concurso en esta semana de tres partidos, dos de Euroliga y uno en la ACB.

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Rivero, además, sigue esperando que se resuelva el último trámite de su expediente para poder tener el pasaporte español. La situación se ha dilatado tanto en el tiempo –en ningún escenario el pasado verano se contemplaba que fuera más allá de la conclusión de 2022– que el cabreo en el club ya es palpable. Es cierto que el tema es tan sensible, las fuentes consultadas por este periódico admiten que la demora es sólo achacable a la administración, que hasta el momento nadie ha querido verbalizar en público algo que sí que se hace en privado. En el viaje del equipo a Bolonia, el pasado noviembre, el jugador no escondió su malestar: «Lo del pasaporte es una moneda al aire, estamos esperando si sale cara o cruz. Estamos esperando a ver qué sale. La verdad es que da mucha rabia estar esperando tanto tiempo pero no está en mis manos. Depende de otras personas y no queda más que esperar».

La dinámica del equipo taronja también se está viendo alterada por esta anomalía. Con su expediente, la previsión era que antes de Navidad hubiera estado resuelto. Como ocurrió con Marcos André, jugador brasileño del Valencia, que desde el 17 de diciembre ya cuenta como español en la plantilla de Gattuso. Mumbrú sigue viéndose obligado a descartar a Harper, Webb III o Rivero en cada partido de la ACB. El drama es que se asume que existe el peligro de que la situación sea así hasta final de temporada. El Valencia Basket, en este tema, tiene razones para estar molesto. La situación de Rivero es diametralmente opuesta a la de Lorenzo Brown, que contó con una autopista sin peaje por parte del CSD y del Gobierno de España para 'regalarle' un pasaporte español, sin haber residido ni cotizado un día en el país, para disputar el Eurobasket. En ese caso, la administración no dudó en ayudar a la FEB en mover de forma rápida la maquinaria para otorgar por la vía de urgencia el pasaporte español al actual jugador del Maccabi. Se utilizó para ello la ley que permite dar luz verde a estas nacionalizaciones por «circunstancias excepcionales» y por carta de naturaleza. En este tipo de expedientes, más allá de casos donde no hay ningún debate como puede ser una persona que pide asilo por una situación extrema en su país de origen, se encuentran los deportistas de élite o de alguna actividad cultural. El sindicato de jugadores cargó contra la nacionalización de Brown al considerarla «éticamente reprobable».

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