El proyecto de Euroliga del Valencia Basket

El Valencia Basket ha confeccionado un proyecto de Euroliga pero esta definición no bautiza la plantilla de la temporada 2020-2021 sino el rumbo del club a corto y medio plazo. La entidad de Juan Roig –con las obras ya en marcha de un Arena que estará operativo en 2023 y que tendrá una capacidad para partidos de baloncesto de 15.600 espectadores– quiere llegar a esa fecha como un club consolidado en la Copa de Europa para, entonces, tener una fotografía completa donde los resultados deportivos más la mejor 'ciudad de baloncesto' de Europa (ninguna otra podrá sumar la potencia de la postal de L'Alqueria y el Casal España Arena) legitimen la entrada como socio propietario en la competición. Es la consideración que tienen los once clubes con Licencia A. Para entonces, una de las opciones que maneja la Euroliga es que la competición haya ampliado el número de equipos.

El Valencia Basket acepta el reto marcado por la competición hasta que se abra esa opción, que no es otro que ser un equipo de Top 8, en la edición 20-21 tendrá además que quedar por delante del Alba Berlín, para jugarla el siguiente curso. Hasta que el Arena sea una realidad se disputarán dos temporadas completas. En la 2022-2023 los plazos de construcción marcarán si el Valencia Basket puede mudarse a su nueva casa desde el inicio de la temporada aunque la intención es que la Copa de 2023, como informó este periódico, se dispute ya en el nuevo recinto.

Tras una temporada de rodaje en el nuevo formato de la Euroliga, donde los taronja llegaron al confinamiento en décima posición con un balance de 12-16 y a una victoria del corte del playoff, la entidad se ha reforzadomanteniendo una plantilla larga de 14 jugadores. La única variación en el proyecto ha llegado con la última ficha, donde el club barajaba el fichaje de un quinto pívot, que será para Quino Colom puesto no se ha llegado a un acuerdo con el andorrano para que abandone la Fonteta. Ese era el plan explicado en privado al base y en público con la renovación de Van Rossom y el fichaje de Hermansson. Ponsarnau confirmó la decisión en una entrevista en LAS PROVINCIAS pero si no hay un giro inesperado la plantilla tendrá cuatro bases.

El Valencia Basket ha mostrado músculo en el mercado en dos frentes. Renovando a Mike Tobey pese a las ofertas de otros clubes con Licencia A (el Barça uno de ellos) y pescando en el caladero de la bajada de presupuesto del Fenerbahce. Es cierto que a Kalinic y Derrick Williams no han podido firmarle más de una temporada por no poder asegurar la siguiente edición de la Euroliga pero su llegada mejora, siempre a priori puesto que la pista es la que dicta sentencia, a Motum y Doornekamp. La estrella americana, número 2 del Draft en 2011 y 428 partidos en la NBA, agradeció al club en su cuenta de Twitter la seriedad de la negociación: «Gracias por mantener su palabra de no airear mi compromiso de hace tres días. Eso significa más que cualquier cosa para mí. Emocionado de ir a trabajar y ganar partidos con ustedes».

Prepelic ha demostrado tener pólvora suficiente (máximo anotador de la ACB) para suplir a Loyd mientras que la apuesta por Jaime Pradilla hasta 2024 es de futuro en comparación con el presente de Abalde. Los 1,5 millones recibidos del Real Madrid no subirán el presupuesto sino que irán a apuntalar los ingresos (donde la aportación de los mecenas Juan Roig y Hortensia Herrero es de 15 millones en el presupuesto de 21,5 aprobado para la temporada 19-20). El gasto de la plantilla de 16,1 millones no será muy superior puesto que se han liberado contratos altos (Motum), Kalinic y Williams se han fichado en un verano marcado por la crisis y en el cambio de Abalde por Pradilla se ahorra.

José Puentes, director general del Valencia Basket desde el sábado, resumió la estrategia en su entrevista a este periódico el pasado 21 de julio: «Nuestra obligación, después de la oportunidad que abrió la Euroliga de hacer compatibles las licencias con los méritos deportivos, es luchar por estar entre los ocho mejores. Estamos construyendo un proyecto con personalidad y solidez. Es la mejor forma para que la Euroliga y sus propietarios nos tengan en cuenta. Debemos construir un gran proyecto ejemplar en Europa».

Dimitrijevic es el futuro y sigue a la espera en Badalona

El futuro del puesto de base en la Fonteta pasa por las manos de Nenad Dimitrijevic pero el macedonio de 22 años sigue a la espera en Badalona. Después de un mercado donde las dudas sobre el desenlace del 'caso Colom' han marcado el camino el jugador ya tenía claro en la Fase Final de la ACB que su futuro pasaba por Valencia. La intención de la entidad taronja sigue siendo atarlo antes de que termine su contrato con la Penya que finaliza en junio de 2021, para evitar que otro club se lance entonces a por él.