Punter decide la batalla de la Fonteta

La reflexión a largo plazo, porque si queda algo claro es que esta Euroliga va estar igualada hasta el final, es que el equipo valenciano dejó en 72 puntos a uno de los equipos más anotadores del torneo. Algo que tiene más valor si se suma a los 55 y 56 puntos en los que dejó al ASVEL en Lyon y al Olympiacos en El Pireo. «Ha sido un partido duro pero me siento orgulloso de los jugadores, por su entrega y por su trabajo, y por la Fonteta. Para ganar un partido así necesitas un poco más de lucidez en los últimos segundos, también con alguna pérdida estúpida que hemos tenido. No hemos tenido acierto al final, con tiros abiertos fallados. Los pequeños detalles han decidido», analizó Mumbrú.

Lo ocurrido en la grada, y con la actitud de la directiva del Partizan, fue impresentable. Una vergüenza. Denunciable. Más importante, para mal, que una victoria o una derrota en un partido de baloncesto. Un grupo de ultras del Partizan, con entradas en el sector 218, ocuparon asientos del sector 219 para estar todos juntos. Cuando llegaron los abonados del Valencia Basket a sus localidades, tal y como relataron varios de ellos a este periódico, recibieron amenazas graves de los ultras. Esa actitud, con varios de ellos fumando (en España está prohibido en pabellones) provocó una carga policial nunca vista en la Fonteta. Tras la actuación de las fuerzas de seguridad, 16 seguidores del Partizan fueron expulsados de la Fonteta y se levantaron 4 actas por vulneración de la Ley del Deporte, donde alguno de los expedientados evidenciaron claros signos de embriaguez. El director general del Valencia Basket, Enric Carbonell, bajó a la zona de pista para pedir la colaboración de Zoran Savic. El director deportivo del Partizan, y leyenda del club serbio, despreció esa petición del directivo taronja. Otra actitud vergonzosa y lamentable. Y ojalá también sancionable por parte de la Euroliga, puesto que la nula colaboración de la entidad serbia (se podría haber parado el partido y lanzado algún mensaje por megafonía en serbio por parte de él o alguna cara reconocible del club y que apaciguara a sus seguidores) no se puede tolerar. Tal fue la magnitud de la falta de respeto que el Valencia Basket, tal y como pudo confirmar LAS PROVINCIAS, amenazó con parar el partido y pedir su suspensión en el caso de que se volviera a repetir un sólo incidente en la grada. Algo que, afortunadamente, no hizo falta.

Tras el 19-26 inicial, los de Mumbrú se metieron en el partido con un parcial de 11-2 (30-28) y lograron mantener la renta al descanso (34-33). El tercer cuarto, 10-20 (44-54), fue clave. El acierto del Partizan, sumando a un equipo que fue perdiendo sangre desde el tiro libre (10 de 18 en total) y en el triple (7 de 25), fueron decantando el partido para los de Obradovic. Al final, la actitud defensiva permitió a los taronja tener alguna opción de triunfo... pero no bastó.

Valencia Basket: Jones (14), Puerto (9), Claver (3), Inglis (6) y Davies (8), quinteto inicial, Reuvers (-), Pradilla (5), López-Arostegui (3), Robertson (12), Jovic (3) y Touré (4).

Partizan: Dozier (9), Punter (13), Leday (14), Smailagic (4) y Caboclo (7), quintento inicial, Vukcevic (-), Jaramaz (-), Nunnaly (14), Ponitka (5) y Kaminsky (6).

Parciales: 14-19, 20-14 (34-33), 10-20 (44-53) y 23-19 (67-72).

Árbitros: Rocha, Pastusiak y Lezkano.

Incidencias: 7.500 espectadores.