Los rapaces del Valencia Basket buscarán el ascenso a LEB Oro contra el Albacete

Los rapaces del Valencia Basket, el apodo ha llegado para quedarse, siguen soñando con el ascenso. Ya están a sólo un peldaño, en la eliminatoria que les cruzará, con desventaja de campo, con el Albacete. Su técnico, Xavi Albert Peralta, ya advirtió en este periódico antes de comenzar el playoff que no renunciaban a la gloria. Están cumpliendo la palabra. En un partido dramático en un abarrotado Pabellón Ángel Nieto, el filial taronja supo sufrir y sacar su ya acreditada personalidad para no dejarse amedrentar por un equipo más veterano y que no dudó en intentar poner nerviosos a los jóvenes talentos de L'Alqueria con numerosos empujones o situaciones al límite. La clave del triunfo en la la serie fue que el equipo zamorano nunca estuvo por encima de la renta de +15 que traían los valencianos de la ida, aunque lo más cercano que estuvieron llegó en los minutos finales. Harris, el mejor del Zamora Enamora con 29 puntos, colocó el 97-83 con 70 segundos de juego por delante. Bellver anotó un tiro libre antes de la última posesión local (97-84). Con el pabellón puesto en pie, Harris amasó el balón para intentar el último tiro que forzara la prórroga o diera el pase a los suyos con un triple... pero Alejando Rivas le robó el balón y mientras encaraba el aro del Zamora el banquillo del Valencia Basket explotó de alegría. No era para menos. La nueva gesta coloca a los taronja a dos partidos del ascenso a LEB Oro.

La leyenda de los rapaces escribió en Zamora, posiblemente, su capítulo con más épica. El equipo perdió a su GPS, Guillem Ferrando, por necesidades del primer equipo por la lesión de Hermannsson. Sus dos perlas del junior, De Larrea y Lucas Marí, no dudaron en subirse a un coche en Huelva tras terminar cuartos en el Campeonato de España para hacerse 610 kilómetros, con Andreu Casadevall al volante, y ayudar a sus compañeros. Sus lágrimas sobre el parquet del Ángel Nieto, y la euforia en el vestuario, estaba más que justificada. El equipo tuvo el apoyo en las gradas de Enric Carbonell, director general del Valencia Basket, Víctor Luengo y Esteban Alabert, director deportivo del equipo femenino que este domingo arranca la final de la Liga en Salamanca.

El Valencia Basket sabía que el Zamora iba salir sin concesiones y tras el 27-15 tuvo que reaccionar por primera vez para evitar que los castellanos voltearan el +15 de L'Alqueria. Lo hizo de una manera espectacular. Alex Rivas y Bellver abrieron la lata y Millán Jiménez se sumó a partir del segundo cuarto para firmar un espectacular parcial de 10-26 que llevó el partido al 37-41 en la recta final del segundo cuarto. La primera parte, tras un triple de Bressan, llegó con un 48-46 que permitía a los de Albert controlar la eliminatoria.

El tercer cuarto fue una obra de arte de de Alejando Bellver y Millán Jiménez, dos de los jugadores que han crecido de nivel con el máster acelerado que han tenido con el primer equipo por las lesiones, tanto en partidos como en entrenamientos. El valenciano anotó 11 puntos en los primeros siete minutos del cuarto y el riojano tres triples para opositar a finiquitar la eliminatoria con un 65-70 a 12 minutos para el final del partido (+20 en la serie). El Zamora reaccionó con un parcial de 10-0 hasta el arranque del último cuarto (75-70) para dejar claro que no iba a entregar la cuchara. Con los puntos de Harris y Solarin (27) fueron aumentando la renta hasta el 87-77 que puso en aprietos al Valencia Basket. Un canastón de Millán (87-79) dio algo de oxígeno a los taronja pero ya era inevitable ir a un final de infarto. El riojano, por cierto, volvió a ser el líder de los valencianos con un espectacular partido en el que acabó con 29 puntos (4 de 7 en triples), 6 rebotes y 26 de valoración. El líder de unos rapaces que se citan con la gloria frente al Albacete.

El técnico, Xavi Albert Peralta, no escondió su satisfacción en declaraciones a LAS PROVINCIAS tras el partido: «El sufrimiento ha sido la tónica de todo el año y de estos playoff, que no hay un partido en el que no tengamos que dejar hasta la última gota de sudor. La presión nos la ponemos en jugar bien, que es lo que nos preocupa, para que los jugadores aprovechen la categoría para que se formen. Los chicos trabajan de forma excelente cada día y si ese nivel nos lleva a tener estos dos partidos maravillosos por el ascenso a LEB Oro, pues bienvenido sea. Lo que han hecho De Larrea o Marí es un gran ejemplo del compromiso que tienen estos chicos con la unión que han formado esta temporada. Este grupo ha demostrado que no tiene miedo a nadie y que tiene ambición, después de empezar 0-7 la temporada». El sueño del ascenso está a dos partidos, en una serie a 80 minutos contra un Albacete que fue el líder del Grupo Este y al que los taronja ya lograron ganar en su casa en Liga Regular (77-81). Un dato más para seguir creyendo en el sueño del ascenso.

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