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JUAN CARLOS VILLENA
Jueves, 4 de enero 2018, 00:22
El Valencia Basket inicia la segunda vuelta de la Euroliga en Málaga, donde el martes no pudo ganar al Unicaja en el partido aplazado de la ACB (74-67). Más allá de ese resultado muy cercano en el tiempo lo que debe hacer el club taronja, que demostró tener actitud, es un reseteo mental con respecto al balance global de la primera mitad del torneo europeo y marcarse pequeñas metas a corto plazo para no caer en el vértigo que sufrieron los dos equipos que la pasada temporada encararon el segundo tramo de la competición con un 4-11, el Armani Milán y el Galatasaray. El que mejor conoce esa sensación es Tibor Pleiss, que militaba en el conjunto turco, con lo que su experiencia puede servir de guía a sus compañeros en la larga travesía.
La victoria ante el Panathinaikos en la última jornada de la Euroliga, con seis lesionados y Abalde jugando con fiebre, fue el mejor ejemplo. Pequeñas metas para conseguir grandes logros. Ese debe ser el paso del Valencia Basket esta temporada en la Copa de Europa. Aprender de los errores y sufrir apretando las filas... puesto que si los hombres de Vidorreta logran encadenar victorias tiempo habrá para sacar la calculadora y hablar de matemáticas. El partido ante el Unicaja se presenta como la oportunidad de enlazar dos triunfos en el torneo para los taronja, algo que no consiguen desde el 25 de octubre, cuando vencieron 63-80 en Vitoria. Un pequeño paso que pueden ser dos si el CSKA vence en Barcelona. Combinar esos dos resultados permitiría a los valencianos igualar al conjunto de Sito Alonso en la tabla. Pequeños retos.
La versión del Unicaja esta temporada en la Copa de Europa es el mejor ejemplo para no dar por muerto antes de tiempo a ningún equipo. Tras la jornada 11, el conjunto andaluz era último con un balance de 3-8. Cuatro victorias consecutivas, con el despertar de Nedovic como gran estilete, permiten a los Joan Plaza encarar el inicio de la segunda vuelta a un triunfo de la zona de playoff. Otro enfoque.
El único precedente en la Euroliga, puesto que en Eurocup está muy reciente la pasada final ganada por Unicaja, es el contundente 91-53 en la Fonteta, donde los valencianos arrasaron a su rival en la valoración (124-39) y marcaron, con siete, su récord de tapones en un partido de la Euroliga. Desde entonces ha llovido mucho, metafóricamente, aunque tan sólo Vives es baja con respecto a aquel equipo que esa noche supo ganar al Unicaja (Diot, Williams, Sastre y San Emeterio estaban lesionados). Los hombres con menos carga de minutos el martes, como Pleiss y Green, tendrán mayor presencia, donde la hoja de ruta para buscar la victoria será recuperar el juego colectivo exhibido en la cita de la ACB.
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